Rafael Correa asume el poder y se alinea junto a Chávez, Morales y Castro

El izquierdista Rafael Correa tomó juramento como presidente de Ecuador este lunes ante una docena de presidentes y de inmediato anunció que firmará un decreto convocando a una consulta popular para aprobar una Asamblea Constituyente de plenos poderes, que ponga fin "al bloqueo económico y político" en que, dijo, se encuentra el país, informó la AP.

Ecuador tiene un "sistema perverso que ha destruido nuestra democracia, nuestra economía y nuestra sociedad", afirmó en su discurso de posesión, en medio de aplausos.

"El oprobio del pasado ha terminado (...) y esperamos que para siempre", señaló.

Correa expuso algunos de los principales ejes de su gestión, entre los que están lograr una nueva constitución, la lucha contra la corrupción y una revolución económica, que priorizará una renegociación de la deuda externa "pagando sólo lo que nos alcance después de atender al sector social".

Previo a la ceremonia de traspaso de poder, el presidente del Congreso, Jorge Cevallos, señaló en su discurso que "el mantenimiento del orden social de derecho solamente puede darse en el marco del respeto mutuo y del mantenimiento del orden jurídico establecido", en aparente oposición a la Asamblea Constituyente.

Añadió que "el Congreso no será obstáculo para el perfeccionamiento jurídico del país" y expresó que ese organismo "actuará con patriotismo y diligencia".

El domingo, en una toma posesión simbólica realizada en Zumbahua, localidad indígena ubicada 90 kilómetros al sur de Quito, Correa y los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Bolivia, Evo Morales, mostraron posiciones contra el imperialismo y el neoliberalismo, coincidencias ideológicas y políticas, y exaltaron la figura de Fidel Castro.

En un discurso ante una multitud congregada en la plaza central, Correa dijo que "América ha despertado", y saludó a los gobiernos de Chávez, Castro y Morales, como también a los de Luiz Inacio Lula da Silva, en Brasil; Néstor Kirchner, en Argentina; Tabaré Vázquez, en Uruguay; Michelle Bachelet, en Chile, y Daniel Ortega, en Nicaragua.

"¡Cómo ha cambiado América Latina y seguirá cambiando porque no está viviendo una época de cambios sino un cambio de época!", afirmó Correa, un economista de izquierda de 43 años.

Destacó que esos gobiernos muestran que "la noche neoliberal está llegando a su fin".

Correa dijo coincidir con sus "hermanos Hugo y Evo" en la necesidad de impulsar una Asamblea Constituyente para realizar "cambios profundos".

Por su parte, Chávez llamó a Correa "hermano, camarada, presidente, líder", y se refirió al dominio de gobiernos "socialistas del siglo XXI" en Sudamérica como "la resurrección.

"Aquí está ocurriendo una resurrección. Ha resucitado el pueblo latinoamericano", dijo. "Venezuela se pone a la orden del pueblo ecuatoriano. Hugo Chávez se pone a la orden de Rafael Correa", añadió.

"Antes teníamos un solo líder, el hermano, el comandante, presidente Fidel Castro. Esa lucha del compañero Fidel, esa lucha del pueblo cubano, quiero decirles desde acá, no ha sido en vano", afirmó por su parte el presidente de Bolivia.

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