Rusia: Reportaje

La xenofobia amenaza

Algunos fanáticos celebran el cumpleaños de Hitler matando a un extranjero. A otros les molesta el éxito comercial de los caucásicos.

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Un informe reciente del Foro Europeo de Investigaciones en Migraciones y Relaciones Étnicas (EUROFOR) admite: "muchas veces la policía se hace de la vista gorda ante los ataques de los grupos racistas contra las etnias no rusas" y corrobora: "aquellos que se diferencian físicamente de los rusos son los más perseguidos, como los tayikos y los uzbecos, así como los estudiantes africanos".

Y se basan en que a pesar de que aumentan los ataques racistas, hay pocas detenciones contra los responsables de estos actos e incluso, cuando se celebran juicios, los castigos son demasiado leves, como por ejemplo: siete adolescentes que mataron a cuchilladas a una niña tayika de 9 años en San Petersburgo, recibieron condenas de prisión de apenas entre 1 y 5 años.

Ataques contra extranjeros

El racismo está disuadiendo a muchos extranjeros de viajar a estudiar en Rusia, a pesar de que las tarifas en sus universidades son más bajas que en otros centros de segunda enseñanza en Europa y en muchos casos es la única opción para las familias africanas.

En la Universidad de la Amistad, antigua Patricio Lumumba en la era soviética, estudian todavía jóvenes provenientes de países del Tercer Mundo. Pero ahora los africanos son el blanco preferido de las bandas de jóvenes racistas, quienes además atacan a diplomáticos en Moscú. Representantes de Madagascar, Kenia y Mali han sido atacados y el caso más sonado fue el de la esposa del embajador de Sudáfrica, que fue quemada con cigarrillos por jóvenes cabezas rapadas.

Algunos grupos de cabezas rapadas son afiliados de clubes de fútbol, pero otros se identifican como movimiento neonazi y suelen celebrar el cumpleaños de Hitler (abril 20) matando a algún extranjero.

Los expertos aseguran que no hay cifras confiables sobre estos ataques xenófobos, pero más de tres cuartas partes de los africanos residentes en Rusia afirman haber sido atacados física o verbalmente de alguna manera por estos grupos.

La histeria entre los extranjeros ha ocasionado que algunas universidades hayan enviado a los estudiantes foráneos a sus casas y, según el diario Izvestia, casi no pasa un día en que no ocurran demostraciones racistas o nuevos ataques. El asunto es tan grave que siete países de la Comunidad de Estados Independientes (antiguas repúblicas soviéticas) han expresado su preocupación acerca de esta ola de violencia contra sus ciudadanos.

Más grave de lo que parece

En 1994, una encuesta oficial reveló que el 34% de los ciudadanos de la etnia rusa "desconfía" de los azerbaijanos, armenios y chechenos. En la actualidad, esos índices han subido hasta más de un 50%. Un informe de Human Right Watch asegura que los estereotipos discriminatorios étnicos comenzaron a fines de los años ochenta y principios de los noventa, cuando estallaron los conflictos en Nagorno-Karabakh y Osetia del Sur.

Al parecer, tanto los políticos como la prensa rusa obviaron las razones políticas de los conflictos y presentaron al público su aspecto étnico-racial, hablando de los rebeldes como holiganes y gamberros. Durante las dos guerras en Chechenia se llegó a igualar el término "caucasiano" con el de "bandido, traficante de armas y drogas y terrorista". Y los actos de violencia, por razones políticas o no, han servido como catalizador a los brotes de xenofobia.

Otra encuesta de la agencia rusa Levada Center, del otoño de 2005, revela que el 59% de la población blanca rusa "acusa a los extranjeros del desorden social y la alta criminalidad existente en el país".