Opinión

Monte fúnebre y cabalístico

¿Por qué 138 banderas negras 'rinden tributo' a 3.478 víctimas?

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No puede pasarse por alto que mientras la invasión de marines yanquis y exiliados cubanos nunca llegó, Castro derogó por mera alocución pública las leyes cubanas de migración para desatar invasiones demográficas por Mariel (1980) y después el Maleconazo (1994).

Aquella llevó a 124.776 cubanos a territorio estadounidense en menos de tres meses y la otra fue examinada por el Centro de Estudios de Alternativas Políticas (Universidad de La Habana) en el lapso de tres años (1991-1994): 45.476 balseros llegaron a su destino, 21.283 cubanos emigraron legalmente, 15.675 no regresaron al término de su visita y 6.000 completaron el rodeo desde terceros países.

El "especial sobredimensionamiento [del] personal vinculado a la defensa" no puede fijar de golpe la relación precisa de causa a efecto en cada caso. Reclutas o milicianos muertos o incapacitados por disparos que se escapan, camiones que se vuelcan y otros muchos incidentes que ocurren durante las movilizaciones militares no pueden computarse como víctimas del terrorismo, a menos que se pretenda despedir el duelo como hizo aquel personaje de Argelio Santiesteban: culpando al imperialismo yanqui de la desgracia del difunto arrollado por un auto Chevrolet.

El pueblo en vilo

Desde luego que los muertos merecen análisis serio. Por eso sorprende que la "demanda del pueblo de Cuba" refiera "alrededor de 20 mil muertos en combate heroico y frontal" contra la dictadura batistiana. Según el propio Castro, el pueblo cubano ha enfrentado "la guerra sucia" de EE UU "a un costo de vidas superior al que pagó por la guerra de liberación" ( Discurso por el Día Internacional de los Trabajadores, 2003).

Los muertos bajo Batista (1952-1958) serían entonces menos de 3.478. El investigador cubanoamericano Armando Lago registra, efectivamente, 2.741: 1.816 a manos de las fuerzas batistianas y 925 por causa de la guerrilla castrista y otros grupos opositores (Archivo de la Memoria Cubana). Sólo que Lago indaga también las muertes bajo Castro (1959-¿?), que ya suman 9.240 y el conteo sigue ( The Boston Globle, enero 4, 2006).

La prensa oficial presenta hoy el monte de banderas como evocación "de los más de tres mil muertos causados por acciones terroristas", tal y como suele aparecer en notas diplomáticas y otras comunicaciones gubernamentales, junto a la observación de que Cuba "ha sido víctima del terrorismo más feroz durante más de cuatro décadas".

Pero la demanda misma estableció que, "como resultado de las actividades terroristas promovidas por el gobierno de los EE UU (…), hasta hoy 234 personas inocentes han perdido la vida o han quedado incapacitadas", entre ellas 95 muertos por el sabotaje al buque francés La Coubre (marzo 4, 1960) y 57 por la voladura del avión DC-8 con matrícula CUT-1201 (octubre 6, 1976).

Las demás causas son "el bandidismo armado" (1960-1965), que dejó 549 muertos y 200 sobrevivientes incapacitados; "la invasión mercenaria por Playa Girón", 176 y 50; "las agresiones provenientes de la base naval [de Guantánamo]", 8 y 15; y "la agresión biológica", 158 muertos por dengue hemorrágico.

Se sigue que las "actividades terroristas" dejaron un solo incapacitado, para sumar 266, mientras que los muertos por igual motivo serían 233, para 1.124, que agregados respectivamente a los 2.534 muertos y 1.833 incapacitados por "sobredimensionamiento" defensivo totalizarían los 3.478 muertos y 2.099 incapacitados.