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Dos Guantánamo

¿Defienden los derechos humanos quienes protestan selectivamente ante unas violaciones y callan otras?

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Si uno ha leído las noticias acerca de las violaciones de derechos humanos cometidas en la Base Naval de Guantánamo contra los prisioneros de Al Qaeda, o las denunciadas en la prensa de todo el mundo —la estadounidense en primer lugar— sobre las cometidas contra prisioneros iraquíes por tropas de Estados Unidos, comprende las razones que han motivado al grupo de mujeres norteamericanas, encabezado por Cindy Sheehan, a protestar en las afueras de la base militar. En términos muy simples: son madres que reclaman justicia por las circunstancias en que murieron sus hijos. Nada más justo.

De la manipulación política que el gobierno cubano hace de estas denuncias, no vale la pena hacer comentarios. Se sabe que La Habana ha puesto siempre la atención en la paja del ojo ajeno y ha aplicado una ecuación simple: si se critica la violación de los derechos humanos en Cuba, se responde con críticas sobre las cometidas por Estados Unidos.

Lo curioso es que un centro cristiano como el Martin Luther King Jr. de Cuba, y su director, el reverendo Raúl Suárez, unido a activistas de la organización CODEPINK y a una de sus fundadoras, Medea Benjamin, hayan organizado esta protesta frente a la Base de Guantánamo y tengan ojos ciegos para lo que sucede en Cuba.

No recuerdo haber leído que el muy cubano Centro Martin Luther King Jr. haya respaldado a las Damas de Blanco en su reclamo por la liberación de sus familiares —sentenciados sin pruebas bajo la acusación de conspirar con "el enemigo"—, o en sus protestas por las deplorables condiciones en que se les mantiene en las cárceles.

No ha trascendido que el Centro hubiera promovido alguna vez un diálogo internacional —o privado, con las autoridades— para lograr que el gobierno de la Isla admita inspecciones de la Cruz Roja Internacional en sus cárceles, o para facilitar la visita de la representante especial del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, quien ha solicitado en reiteradas ocasiones investigar la situación allí. Tampoco sobre esto se ha pronunciado Suárez, desde su cargo de diputado, ante la Asamblea Nacional.

Las 'otras' celdas tapiadas

Se dice que Medea Benjamin, dirigente de CODEPINK y directora fundadora de Global Exchange, es una activista por los derechos humanos y la justicia social. CODEPINK se autodefine como una organización, principalmente constituida por mujeres, que "hace llamados por la compasión, el buen trato y el compromiso con las leyes internacionales".

Global Exchange, según su sitio web, es una organización internacional de derechos humanos que ha coordinado viajes a Cuba desde 1989. Sin embargo, después de tantos viajes y de tantas donaciones para organizarlos, no conozco que Benjamin haya creado una campaña contra las celdas tapiadas donde los prisioneros políticos son encerrados, las golpizas a que son sometidos, o sobre por qué sistemáticamente muchos de ellos se declaran en huelga de hambre a riesgo de sus vidas.

Tampoco ha organizado una conferencia internacional con las Damas de Blanco —mujeres también—, o promovido una indagación con las autoridades de la Isla sobre las denuncias de violaciones en este territorio.

Amnistía Internacional, por ejemplo, está llevando a cabo una campaña internacional para cerrar la prisión de Guantánamo, y también ha denunciado en sus informes anuales y especiales las violaciones de derechos humanos en Cuba, exigiendo al pie de la letra el cumplimiento de las leyes internacionales. No se le ha ocurrido hacer públicas las violaciones del gobierno de Tony Blair con un viaje de activistas a Zimbabwe, o denunciar las atrocidades cometidas por el movimiento de liberación de Chechenia desde Moscú.

Sin compasión

Cuando de derechos humanos se trata seriamente, se incluyen todos —civiles, políticos, sociales, económicos—, como establece Naciones Unidas, de manera inseparable e interactiva, dondequiera que hayan sido cometidos. Otra cosa es la política.

En cuanto a la compasión, todas las grandes religiones del mundo hacen hincapié en ella. El hinduismo la incluye como tema central de las oraciones de grandes sacerdotes. El Dalai Lama, en el budismo tibetano, la entiende como sensibilidad hacia el sufrimiento, que será "trampolín hacia un amor mucho más grande".

La compasión ha sido piedra angular del cristianismo que difunde el Centro Martin Luther King Jr. Es bueno recordar que se debe ejercer hacia todos y cada uno de los seres humanos, como exalta Jesús en el Sermón de la Montaña, según La Biblia.

Es compasión hacia los afganos e individuos de más de 30 nacionalidades que han permanecido en celdas de Guantánamo desde 2002, sin juicio. Es compasión hacia los prisioneros de Kilo 8, Kilo 7, Cerámica Roja, Canaleta, Boniato, Kilo cinco y medio, o el Combinado de Guantánamo —ubicado a escasos kilómetros de la protesta de los activistas norteamericanos—, de quienes no hablan CODEPINK ni el Centro Martin Luther King Jr.