Respuesta de Félix Luis Viera

1) ¿Cree usted que sería posible que en Cuba el descontento existente llegara a expresarse de la misma manera, mediante manifestaciones y revueltas populares a favor de la democracia y de un cambio de Gobierno?

La situación de Egipto no es comparable con la de Cuba. Ésta es una isla con 11 millones de habitantes. Por ser una isla está “resguardada” de esas influencias que tienen los países continentales. Por tener 11 millones de habitantes (Egipto tiene 80 millones) es mucho más fácil de controlar. Y efectivamente está totalmente controlada por esa suerte de variante castrista del estalinismo. En Cuba no hay acceso a Internet, en Egipto sí. Nótese que lo primero que hizo el régimen egipcio cuando comenzaron las protestas fue cortar la Internet.

Así, el “efecto pirámide” no tiene posibilidades de contagiar al pueblo cubano.

Tómese en cuenta además que la dictadura castrista tiene muy bien preparadas las llamadas brigadas de respuesta rápida, una variante diabólica del esbirro.

2) De producirse ese fenómeno en la Isla, ¿cuál considera que sería el papel que asumiría el Ejército cubano?:

A) De incondicionalidad al Gobierno.

B) De mediador en la crisis.

C) A favor de los manifestantes.

D) Se dividiría a favor y en contra del Gobierno.

El Ejército cubano, sus soldados y oficiales de base, están ideologizados y, como el resto de la población, incomunicados con el exterior. Sólo los altos oficiales, o más bien un alto oficial comandando a un grupo de iguales, tomaría partido. Éstos podrían mediar en la crisis, pero con el propósito de tomar el poder absoluto por un tiempo indefinido.

3) ¿Considera que las reformas que ha emprendido el Gobierno cubano marcan un tiempo de espera dentro del que es improbable una revuelta popular, por muy precaria que sea la situación económica y la vida cotidiana de la mayoría de la población? ¿O son claramente insuficientes y la paciencia de la población puede agotarse y estallar como está ocurriendo en el mundo árabe?

Las reformas son insuficientes. La paciencia de la población podría agotarse. Pero hay una buena parte de los cubanos, al parecer, que sigue siendo crédula (aunque ya no crea en los Castro), lo cual es comprensible: así la ha moldeado la dictadura durante medio siglo. Creo que la mayoría de los cubanos se resignará y “probará otra vez”. S0lo después que fracase esta última aberración de la tiranía se agotaría la paciencia de la población, no sé sabe cuándo.

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