El retroceso demográfico cubano tras el último censo
La real población de la Cuba actual, a pesar de la conocida opacidad del régimen cubano y su organismo estadístico oficial
El pasado 2022 debió hacerse en Cuba el censo correspondiente cada diez años. Para saltárselo, el régimen se justificó en la reciente Pandemia y sus consecuencias. Pero de manera harto significativa, tras el final de aquella y la vuelta a la normalidad, tampoco da muestras al presente de planear hacerlo en el futuro inmediato.
En este trabajo me propongo encontrar la real población de la Cuba actual, a pesar de la conocida opacidad del régimen cubano y su organismo estadístico oficial[i]. Precisamente a partir de las estadísticas aportadas por aquellos.
Según el Censo de Población y Vivienda de septiembre de 2012, residían de manera permanente en Cuba 11.167.325 habitantes. Por su parte el Anuario Demográfico de Cuba, 2018, de la Oficina Nacional de Estadística e Información, ONEI, elevaba la cifra a 11.221.060 habitantes, para el 31 de diciembre de 2017. Más acá en el tiempo, la última cifra oficial publicada hasta ahora es la del Anuario Estadístico de Cuba, 2021, de la misma institución, según el cual documento el 31 de diciembre de 2021 residían permanentemente en Cuba 11.113.215 individuos de nacionalidad cubana.
La credibilidad de las dos últimas cifras es muy baja, ya que solo resultan de estimaciones de la citada institución estadística, y no de un conteo exhaustivo, como lo es todo censo. Es de hecho muy poco creíble que entre el censo de 2012 y el final de 2017, con la tasa de mortalidad en crecimiento y la de natalidad en caída, con las facilidades para emigrar que se aprobaron a partir de 2013, la población en Cuba creciera, como nos dicen las estadísticas de la ONEI. Ese aumento registrado, de algunas decenas de miles, más bien parece responder al interés político de no reconocer que durante el último mandato de Raúl Castro la población en verdad disminuyó.
Por tanto, además de que el último de los datos citados dista bastante del momento presente —un año y casi cuatro meses—, que es en el que deseamos conocer el número real de habitantes, su credibilidad es por demás demasiado escasa como para que se pueda echar mano de él. Una elección más conveniente, por supuesto, habría sido usar la cifra aportada por el Censo que correspondía hacerse en 2022, más como ya dijimos al inicio, el régimen no lo ha hecho, y por lo que demuestra, no planea hacerlo en el futuro cercano.
Nos queda usar las cifras del Padrón Electoral, para estas últimas elecciones[ii], del 26 de marzo pasado. En Cuba el Padrón tiende a poseer una exactitud cercana a la de un censo, porque aquí los votantes son incluidos en los registros electorales de oficio, al cumplir los 16 años, al mismo tiempo que obtienen su carnet de identidad, o tarjeta de identificación. O sea, todos son incluidos, sin necesidad de que el ciudadano lo pida, deséelo o no, en los registros electorales de su lugar de residencia. Gracias a la participación de los Comités de Defensa de la Revolución, o comités de barrio, en la elaboración de los mismos. No olvidar que en Cuba incluso los vagabundos tienen un lugar donde supuestamente residen, y que los citados comités llevan un control constante y riguroso de quienes viven, o al menos pernoctan en la zona de su jurisdicción.
Para calcular la población total en Cuba, el pasado 26 de marzo, a partir del padrón electoral existente en esa fecha, solo necesitamos tener, además de la referida cantidad de votantes registrados, el número de menores de 16 años, o sea, del sector de personas que por edad no tienen permitido ejercer el voto, y el porcentaje de población en edad de votación que históricamente el sistema electoral cubano no registra. La suma de esos tres datos nos dará lo que buscamos.
Nuestro primer dato es fácil de conseguir en cualquier publicación cubana de hace un mes: el pasado 26 de marzo, tras la actualización posterior del Padrón, había 8.129.321 electores registrados en Cuba.
El número de menores de 16 años era, según el Anuario Estadístico de Cuba, 2021, para el 31 de diciembre de ese año, de 1.862.002 niños y adolescentes. Este dato, que es el único al que podemos acceder, además de por su lejanía del 26 de marzo de 2023, es en sí cuestionable, al ser parte de una distribución de habitantes por edades cuya suma total debería haber resultado el ya más arriba cuestionado valor de 11.113.215[iii]. No obstante, al no tener nada mejor a mano, lo usaremos, aunque a sabiendas de que ese valor de la población infanto-juvenil está algo inflado. Ello, en todo caso, solo podrá provocar que la cifra que obtengamos sea algo superior a la del valor real.
Para determinar el porcentaje de población que no es registrada en Cuba, por las más diversas razones[iv], usaré las elecciones legislativas de 3 de febrero de 2013[v], porque para ese proceso electoral tenemos la cifra de población más creíble de los últimos años, la obtenida por el Censo de Población y Vivienda de septiembre del año anterior —a solo unos cuatro meses de distancia entre el censo y la elección—: 11.167.325 habitantes. A esta cifra le restaremos el número de menores de 16 años, que según el mencionado Censo fue entonces de 2.099.457, lo cual nos deja 9.067.868 habitantes con la edad necesaria para ejercer el voto. Por último, calcularemos que porcentaje de ese número representa el padrón electoral de las referidas elecciones nacionales, de 8.668.457: 95,59 %.
O sea, en el último momento en que más creíble es el estimado de la población de la Isla, para un proceso electoral, el porcentaje de población registrado en el padrón electoral con respecto al total de los habitantes con 16 años o más era de 95,59 %. Como de entonces a la fecha no ha existido ningún cambio en el sistema de registro electoral, o en general en la organización de la sociedad cubana, el cual explicara una variación en ese porcentaje, lo utilizaremos a continuación para calcular, a partir del Padrón correspondiente, la población con 16 años o más el pasado 26 de marzo de 2023: 8.504.363 habitantes.
Si a esta cantidad de personas con 16 años o más, le adicionamos ahora el número de menores de 16 años que según el Anuario de 2021 residían de manera permanente en Cuba, a pesar de estar evidentemente inflado, tendremos una estimación —al alta— de la población real en Cuba, el 26 de marzo de 2023: 10.366.365 habitantes.
Una cifra que corresponde a una caída de la población de la Isla, con respecto al Censo de 2012, de 800.960 habitantes. Lo cual implica que la población, este 26 de marzo pasado, era solo el 92,83 % de la que existía en septiembre de 2012. Por tanto, el decrecimiento poblacional en Cuba, en estos últimos diez años, ha sido de un 7,17 %. Comparable, en el mismo periodo —2012 a 2021—, al de países como Lituania (-6,26 %), o Letonia (-7,37 %)[vi], y muy superior al de Japón (-1,53 %). Cuba, de manera muy interesante presenta un comportamiento muy parecido al de Puerto Rico (-10,21 %), que es el país con una población mayor a 100.000 habitantes con mayor decrecimiento en el periodo.
Para que se tenga una idea más clara del problema: la población actual de Cuba, según nuestros cálculos, es muy cercana a la que las estimaciones a finés de la década pasada planteaban tendría para 2050: 10,2 millones. Solo unos 100.000 habitantes por encima, y con 27 años de antelación a esa fecha.
Incluso si admitiéramos en nuestros cálculos un error tan grueso como del 10 %, entre septiembre de 2012 y marzo de 2023 la caída poblacional mínima sería de más de 720.000 individuos —pero la máxima se dispararía a su vez hasta 900.000—, y el porcentaje de decrecimiento mínimo sería ligeramente inferior al 6,5 %. Un índice todavía muy alto, incluso al compararlo con el de países como Bulgaria (-5,86 %), o Serbia (-5,07 %), los cuales al presente se definen como en fuga.
Podría argumentárseme que el porcentaje de población registrada electoralmente ha caído en los últimos años a consecuencia de la creciente desorganización del estado –habría un mayor porcentaje de individuos no registrados. Mas en primer lugar las continuas readecuaciones a la baja del Padrón, desde septiembre pasado, más bien lo que muestran es que este tiende no tanto a dejar fuera a posibles electores, como a mantener en los registros a algunos que ya no deberían serlo legalmente. Por ejemplo, algunos entre quienes, a pesar de salir del territorio nacional, al hacerlo no han evidenciado con sus actos “la voluntad de permanecer en el mismo como su domicilio permanente”[vii]. O sea, tiende al sobre registro, no a la exclusión. En segundo, incluso si admitiéramos una caída del porcentaje del registro de un 2 %, algo poco creíble dado lo dicho más arriba, esta cantidad se compensaría en nuestros cálculos con el evidente exceso de menores de 16 años que hemos usado en ellos.
Que ha existido una dinámica de caída poblacional en Cuba puede desprenderse directamente de los propios datos aportados por el propio régimen: por ejemplo, de los 2.099.457 de menores de 16 años registrados por el Censo en 2012, se ha pasado a los 1.862.002 que la ONEI nos presenta en su Anuario de 2021, para una caída mayor al 11 %; o de que la tasa de mortalidad ha aumentado de 7,9 por mil, en 2012, a 9,8 por mil en 2019, el último año registrado antes de la Pandemia —en 2021 se disparó hasta 15 por mil, y la tasa de natalidad en cambio ha caído de 10,4 en 2016, a 8,9 en 2021. Pero también de los datos suministrados por el gobierno de Estados Unidos sobre la magnitud de la entrada de cubanos a sus fronteras, en busca de asilo.
Lo peor es que la dinámica demográfica cubana, de despoblación acelerada del país, es poco probable cambie durante los próximos cinco años de presidencia, continuista, de un individuo tan incapaz como Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez. Una predicción modesta, de un saldo migratorio promedio, durante ese periodo, de 60.000 individuos que abandonen el país cada año, y a su vez de un también modesto superávit promedio anual de muertes con respecto al de nacimientos de 15.000, dejaría una caída poblacional de 375.000 habitantes más de aquí hasta abril de 2028, y a la población nacional ya por debajo de los 10 millones para ese entonces. La realidad, sin embargo, parece será mucho peor.
Podrá, desde la posición oficialista, cuestionarse la exactitud o no de estos cálculos. Mas en un final la única manera de demostrar su inadecuación a la realidad es no otra que la realización de ese diferido Censo, que el régimen no parece muy dispuesto a llevar adelante.
[i] La Oficina Nacional de Estadística e Información, ONEI, se ha negado reiteradamente a entregar los resultados de sus cálculos actualizados de la esperanza de vida al nacer en Cuba. Los valores que ahora ofrece esa institución, y los órganos, medios y personeros del régimen, aunque cuidándose de no especificar a partir de que años fueron calculados, corresponden al periodo 2011-13.
Frente a ello el profesor Juan Carlos Albizu-Campos Espiñeira, de la UH, ofrece un cálculo para el periodo 2019-2021, que puede consultarse en: https://www.researchgate.net/publication/357001692_CUBA_SOBREVIVIENCIA_Y_COVID-19_IMPACTO_EN_LA_ESPERANZA_DE_VIDA
[ii] En https://www.cubaencuentro.com/cuba/articulos/elecciones-legislativas-en-cuba-solo-una-farsa-legal-342004 hemos explicado por qué no cabe hablar de elecciones en las votaciones para la Asamblea Nacional.
[iii] Pero incluso el desglose de habitantes por grupos de edades se ha hecho a partir de la población media, o sea, de la semisuma de los números de cada grupo de edades al inicio, y al final del año 2021. Es por ello que la suma de todos esos grupos de edades no da los 11.113.215 habitantes del 31 de diciembre, sino un poco más: 11.147.405. Por tanto, unos 34.000 más.
[iv] Personas privadas de libertad, personas con enfermedades mentales graves… en Cuba de hecho es poco común retirar a los ancianos de los registros, incluso cuando es ya evidente que no están totalmente en sus cabales.
[v] Hubo unas elecciones municipales a menos de un mes, pero hemos preferido usar la elección nacional posterior, porque es precisamente el tipo de proceso electoral que ocurrió el 26 de marzo pasado.
[vi] Los datos que presentamos a continuación, del decrecimiento poblacional en el periodo 2012-2021, para un grupo de países, los hemos tomado de https://www.datosmundial.com/crecimiento-poblacional.php En este sitio, por cierto, y evidentemente a partir de los datos oficiales publicados por el régimen cubano, Cuba ha tenido en el citado periodo un decrecimiento de solo -0,01 %.
[vii] Cita del artículo 9.2 de La Ley Electoral. Allí se determina, de manera harto ambigua y abierta a la interpretación de las autoridades, cuales son las condiciones para considerar que el ciudadano tiene residencia efectiva, ese requisito indispensable para tener derecho al sufragio, según el artículo 7, inciso c, de la Ley Electoral.
La realidad es que en los barrios los vecinos tratan de conservar en los registros el mayor tiempo posible a sus familiares emigrados, para seguir recibiendo ellos los productos asegurados por la libreta de racionamiento.
© cubaencuentro
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