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Represión, Gross

Cuba impide que Richardson se reúna con Gross

Richardson aseveró que se quedaría en la Isla hasta que le permitan ver al subcontratista condenado a prisión

Bill Richardson, el ex gobernador de Nuevo México, dijo la noche del jueves que las autoridades cubanas rechazaron su solicitud de reunirse con el encarcelado subcontratista del gobierno estadounidense Alan Gross, lo que arruinó las esperanzas de que el estadounidense pudiera ser liberado pronto.

Esas esperanzas habían revivido el miércoles cuando Richardson llegó a La Habana en una sorpresiva visita para abogar por la liberación de Gross, cuyo encarcelamiento ha obstaculizado los esfuerzos por mejorar las relaciones entre Washington y el gobierno comunista de Cuba.

En una entrevista con The Associated Press, Richardson aseveró que se quedaría en Cuba hasta que le permitieran ver a Gross.

“No voy a salir de Cuba hasta que me reúna con él”, dijo Richardson, al afirmar que le había hecho una promesa a la esposa de Gross.

El ex gobernador dijo que se enteró por un oficial consular estadounidense de que Gross había solicitado la reunión.

Más temprano, un funcionario cubano de alto rango elogió a Richardson y describió al estadounidense encarcelado como una “víctima”.

Ricardo Alarcón, jefe del Parlamento y quien suele ser una de las voces principales en temas relativos a Estados Unidos, dijo desconocer si se permitirá que el ex gobernador salga de la isla junto con Gross.

El nativo de Maryland cumple una sentencia de 15 años de cárcel por traer consigo equipo de comunicaciones a Cuba en forma ilegal.

“Yo no sé el programa de Bill. No soy adivino. Sólo sé lo que dicen que dijo él”, afirmó Alarcón.

Richardson, quien también fue embajador de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, tiene amplios antecedentes en obtener la liberación de prisioneros en Cuba y otros lugares y una relación de trabajo con los líderes cubanos.

La portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo el jueves que el gobierno del presidente Barack Obama ha estado en contacto con Richardson, y espera saber más acerca de sus conversaciones después de que termine de hablar el jueves con altos funcionarios cubanos.

“Le deseamos todo el éxito en esta misión tan importante”, dijo Nuland.

Cuba afirma que Gross distribuía teléfonos satelitales y otros equipos de comunicación cuyo uso es ilegal si no se cuenta con la debida autorización. También ha calificado el programa de fomento a la democracia financiado por USAID en el que participaba Gross como un intento apenas velado de derrocar al gobierno.

Gross ha dicho que sólo intentaba ayudar a la pequeña comunidad judía de Cuba a mejorar su acceso a la internet, y que no tenía deseos de ofender al gobierno del país. En un testimonio que presentó ante la corte en marzo y que su abogado dio a conocer la semana pasada, el contratista se describió como un “tonto confiado”.

“Fui engañado. Fui usado. Y mi familia y yo hemos pagado un alto precio por esto”, dijo Gross en la corte.

Aparentemente el tribunal no se conmovió y lo declaró culpable de delitos contra el estado cubano. Posteriormente la Corte Suprema respaldó la decisión, lo cual dejó al estadounidense sin otro recurso legal.

© cubaencuentro

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