El ex gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, se mantiene firme en su decisión de ver al contratista estadounidense Alan Gross, condenado en Cuba a 15 años de cárcel y quien permanece en prisión desde hace casi dos años, reportó la AP.

Richardson, ex embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas y con amplia experiencia como gestor en la liberación de prisioneros en todo el mundo, se instaló el martes en el Hotel Nacional de la capital, en espera de una respuesta a su solicitud de visitar a Gross en un hospital militar, donde está detenido el hombre de 62 años de edad.

El político estadounidense de ascendencia mexicana, quien goza de buenas relaciones con las autoridades cubanas, llegó a la Isla la semana pasada en medio de grandes expectativas de que pudiera ser capaz de negociar la liberación de Gross, pero esas esperanzas se desvanecieron cuando el canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo que ni siquiera podría reunirse con el hombre y mucho menos acompañarlo de vuelta a Estados Unidos.

Según la AP, Richardson se ha comprometido a permanecer en Cuba hasta que vea a Gross, y bromeó incluso con que puede aprovechar la espera para ver algunos de los partidos de béisbol de Cuba, cuya temporada comienza en noviembre.

Richardson dijo el lunes que no había tenido más reuniones con funcionarios del Gobierno cubano. El martes dijo que no tenía noticias que dar, pero que confiaba en tener algo nuevo que decir pronto.

Gross fue condenado por delitos contra el Estado después de ser sorprendido trayendo ilegalmente equipos de comunicación a la Isla, mientras colaboraba en un programa de desarrollo de la democracia financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID).

La Habana acusa al programa de buscar derrocar al gobierno, mientras Gross sostiene que sólo trataba de ayudar a la pequeña comunidad judía en la Isla a tener acceso a internet.

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