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Alan Gross

El régimen estaba dispuesto a negociar, dice asesor de Richardson

Los comentarios de Gilbert Gallegos dejaron en claro que las dos partes tienen versiones muy distintas de lo que salió mal

El ex gobernador de Nuevo México Bill Richardson sostuvo una serie de reuniones con autoridades cubanas durante más de un año en La Habana, Nueva York y Washington en torno al destino del subcontratista estadounidense Alan Gross, y no tenía dudas de que La Habana estaba lista para discutir su liberación, dijo el jueves un colaborador de Richardson, informó el jueves la AP.

Gilbert Gallegos, que acompañó al ex gobernador en un viaje para intentar obtener la liberación de Alan Gross, dijo que las autoridades cubanas sugirieron que los visitaran. Gallegos indicó también que habían dejado claro que “estaban dispuestos a negociar”.

Alan Gross fue arrestado en diciembre de 2009 tras ser descubierto en el traslado ilegal de equipos de comunicaciones a la Isla mientras se desempeñaba en un programa de fomento de la democracia financiado por la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos (USAID). Fue sentenciado en marzo a 15 años de prisión por crímenes contra el Estado cubano, un fallo ratificado en agosto por el Tribunal Supremo de Cuba.

Según la información publicada por la AP, el caso de Gross ha perjudicado la posibilidad de mejorar las relaciones entre Washington y La Habana.

Richardson, quien ha conseguido la liberación de prisioneros en el pasado y tenía una relación cordial con el régimen cubano, llegó el pasado 7 de septiembre a la Isla. Sin embargo, las esperanzas de que se iría a casa con el contratista estadounidense se convirtieron rápidamente en recriminaciones mutuas cuando Cuba se negó a dejarle siquiera ver a Gross en la cárcel.

Richardson calificó a Gross como un “rehén” y, al salir de la Isla, dijo que nunca podría volver como un amigo. El Gobierno cubano lo acusó el miércoles de “chantaje” y difamación en sus declaraciones a la AP, y dijo que nunca fue invitado a venir, ni se le dio ninguna señal de que podría salir de Cuba con Gross.

Los comentarios de Gallegos el jueves dejaron claro que las dos partes tienen versiones muy distintas de lo que salió mal.

El asesor mencionó múltiples reuniones a lo largo de un año entre Richardson y el canciller cubano Bruno Rodríguez, así como con el principal diplomático de Cuba en Washington.

Gallegos señaló que ambos funcionarios no dejaron lugar a dudas de que estaban listos para, por lo menos, dialogar en torno a una posible liberación de Gross, pero su tono cambió una vez que Richardson arribó a Cuba la semana pasada.

© cubaencuentro

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