AFP/ La Habana. El nuevo presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), monseñor Dionisio García Ibáñez, dijo el martes que no hay que temer a los cambios en la Isla y que la primera transformación es justamente hablar de cambios.

"No hay que tenerle miedo a la palabra cambio, pues la vida misma es manifestación de cambio. Lo importante es que los cambios estén al servicio de la persona en nuestra sociedad", dijo el también arzobispo de Santiago de Cuba a la revista católica Palabra Nueva.

García Ibáñez, de 64 años y electo este fin de semana a la presidencia rotativa de la COCC, que ocupará por tres años, sostuvo que "el primer cambio" es que se utilice la palabra "cambio". "Hace tres años no hablábamos de eso", afirmó.

"Cuba es plural en la fe y en la ideología, y también es plural en las expectativas y en las ideas sobre cómo construir el país y la nación", añadió.

"Hay igualmente una variedad enorme de criterios, aun sobre cuáles son los cambios necesarios y cuáles no son necesarios" y la razón de las expectativas de cambios es "solucionar muchas de las dificultades que vivimos" pero, "al mismo tiempo, saber mantener lo que debe mantenerse para el bienestar de nuestro pueblo", opinó.

Interrogado por las relaciones entre la Iglesia y el Estado, sobre todo después de que Fidel Castro enfermó, en julio de 2006, y su hermano Raúl ocupó el poder, señaló que "ha habido una necesidad de favorecer y ampliar la comunicación entre la Iglesia y las autoridades del país".

"Yo creo que hay una comprensión más positiva del hecho religioso. Pienso que un mayor contacto con América Latina influyó en esto. Con un mayor acercamiento a América Latina, región con la que tenemos tanto en común, las autoridades cubanas han visto esa realidad latinoamericana en que la fe está muy presente en la vida de la sociedad", dijo.

Consideró que también hay "una mayor tolerancia hacia la práctica religiosa, o la participación de los cristianos en las diferentes estructuras sociales".

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