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Actualizado: 23/04/2024 20:43

Cuentapropismo

Propietario de “El Cabildo” protesta por la decisión del Gobierno de cerrar el proyecto

“Los que la han envuelto (a la empresa) en esta trama temen que el obrero, el intelectual y el artista encuentren un camino productivo propio, no son revolucionarios, son conservadores”, escribió en una carta que circula entre miembros de la UNEAC

Una carta de protesta que circula entre los miembros de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), escrita por el propietario de “El Cabildo”, Ulises Aquino, critica el cierre del negocio por parte de las autoridades cubanas, y defiende su emprendimiento privado y el proyecto cultural que ha construido en años, informa Reuters.

Inspectores del Gobierno irrumpieron hace una semana en el centro cultural “El Cabildo”, considerado la mayor empresa privada de Cuba, e interrumpieron la presentación del grupo de teatro “Opera de la Calle” ante la sorpresa de su dueño, artistas y empleados.

Las autoridades locales, citando un reciente artículo de Reuters sobre esta iniciativa privada, le retiraron la licencia a su propietario, alegando “enriquecimiento ilícito”, lo que le impide continuar con su negocio.

Los inspectores interrogaron también a los jóvenes artistas y a empleados del restaurante, pero no hallaron nada fuera de lugar salvo a dos cocineros en período de pruebas que aún estaban sin los documentos para ejercer como trabajadores por cuenta propia, dijeron empleados.

“Dice el poeta: ‘quien cuestiona al honrado, señal clara de que no lo es’, y dice el proverbio ‘piensa el ladrón que todos son de su condición’“, dijo Aquino en una carta.

Funcionarios cubanos no estuvieron disponibles para comentar sobre el cierre de “El Cabildo”.

“No son revolucionarios, son conservadores”

El destino del centro cultural “El Cabildo” está en el centro de atención de intelectuales y artistas de la isla, y se ha convertido en una prueba de fuego en los esfuerzos impulsados por Castro para expandir el sector privado mientras reduce drásticamente la burocracia estatal, destaca el reporte de Reuters.

Aquino, que se define como un defensor del socialismo, dijo en su carta que detrás del cierre de su centro están fuerzas “incapaces de mostrarse públicamente” y que rechazan su éxito.

“Los que la han envuelto (a la empresa) en esta trama temen que el obrero, el intelectual y el artista encuentren un camino productivo propio, no son revolucionarios, son conservadores”, escribió.

“Disfrutan la comodidad del poder, que sólo les sustenta la facultad, como ésta, de decidir sobre las obras humanas, para destruirlas no para potenciarlas”, añadió.

El artículo de Reuters que pudo haber alentado a las autoridades cubanas a investigar este negocio describía a El Cabildo como “quizás la más grande empresa privada de La Habana”, con la participación de 86 artistas de la “Opera de la Calle y personal de apoyo, además de otros 43 empleados del bar y el restaurante.

Después de que fue publicado el artículo, el Departamento Ideológico del Partido Comunista llamó por teléfono a Aquino para preguntarle cómo funcionaba su negocio.

Aquino dijo a periodistas que proporcionó una explicación completa sobre el centro y creía que todo estaba bien pero después fue intervenido por un “comando de inspectores” durante la semana.

Aquino, un fornido hombre que tiene una potente voz de barítono en el escenario pero que conversa en voz baja, construyó desde cero el centro para su compañía de teatro ecléctico que mezcla la ópera tradicional con la canción y bailes cubanos, así como la música popular extranjera.

“Los ingresos de la Opera de la Calle son repartidos entre todos sus artistas, técnicos, administrativos y personal de apoyo, un ejército de más de 80 personas, incluido yo”, explicó Aquino en su carta.

“Todos esos artistas entregan su arte con la subvención del Ministerio de Cultura, pero como bien expresara nuestro Presidente, los salarios no se corresponden con el costo de la vida actual”, añadió en su carta.

Según el reporte, una fuente del Gobierno del municipio Playa dijo que el arquitecto y quizás otros funcionarios se opusieron a “El Cabildo” por diferentes razones y, al parecer, habían utilizado el artículo de Reuters como una excusa para cerrarlo.

Un economista cubano dijo que el cobro del cover en “El Cabildo” puede haber caído dentro de la zona gris de la legislación cubana.

© cubaencuentro

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