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Barbie, Cine, Arte 7

Fuego, mi muñeca

La agenda feminista de este filme es débil y pretenciosamente falsa

El título de la reseña lo tomo prestado de un filme checo de Milos Forman, que en inglés se tituló The Firemen’s Ball y que muy poco tiene que ver con Barbie.

En la secuencia inicial escuchamos la voz en off de Helen Mirren, quien con su tono sensual e irónico nos cuenta el significado histórico y revolucionario de Barbie, ya que, hasta entonces, las muñecas eran solamente bebés, por lo que las niñas solo podían jugar y practicar a ser madres. Barbie es la primera muñeca adulta que se fabrica, y según se nos sigue contando ofreció por primera vez a las niñas el sueño de ser mujer, con todas sus posibilidades. Mientras oímos esto, vemos en imágenes de niñas primero jugando con sus bebés y luego, una vez que aparece Barbie, machacando las otras muñecas con furia en una toma que se apropia muy imaginativamente de la secuencia inicial de 2001: Odisea del Espacio. Homenaje o apropiación, resulta válida e inteligente. Quizá Kubrick se revuelve en su tumba, no sé si de admiración o de indignación.

Barbie entonces nos lleva directo a Barbieland, un lugar en donde todos los días son igualmente perfectos y felices y la estrella del lugar es la Barbie “estereotípica”, o sea la rubia original, el resto son las diferentes barbies que han surgido a través de los años para ajustarse a los cambios demográficos y continuar vendiendo. Existe también Ken, el compañero que le inventaron a Barbie, y todos los otros kens que se han desarrollado durante los años. Las Barbies mandan y los kens son meros accesorios. En definitiva, por mucho que insista Ken en ser novio de Barbie, ninguno de ellos tiene genitales. Un matriarcado asexuado.

Todo marcha bien hasta que un día Barbie comienza a tener pensamientos sobre la muerte y no sabe que hacer. Angustiada, va a consultar a una Barbie Rara (Weird Barbie), quien ha sido desterrada por ser una muñeca muy fea y con rasgos andrógenos. Esta la convence que eso viene de alguien que la maltrató en el mundo real y le aconseja que vaya hacia allá para encontrar la solución a su problema.

Entonces Barbie, acompañada a pesar suyo por Ken, comienza su viaje al mundo real que culmina en Los Angeles. Allí se da cuenta de que en el mundo real los hombres mandan y Ken descubre el “patriarcado”. Barbie encuentra a quien le hizo daño y Ken regresa a Barbieland para transformarlo todo y crear Kendom, un lugar donde los hombres gobiernan.

Barbie visita las oficinas de Mattel, donde se da cuenta que todos los ejecutivos son hombres y tiene un encuentro con su creadora Ruth Handler. También resulta que la persona que la dañó es recepcionista en Mattel y es hispana (no se dice en el filme, pero está interpretada por América Ferrera). Después de una serie de incidentes, Barbie regresa a Barbieland, perseguida por los ejecutivos de Mattel, para tratar de reinstaurar el matriarcado.

Esa es la trama a grandes rasgos, sin contar el final. Pero el tema que subyace es diferente. No hay dudas que Greta Gerwig, la directora y coguionista, junto con su pareja Noah Baumbach, tiene una agenda feminista no muy sutil, quiere reinterpretar a Barbie como una empoderadora de las mujeres, a pesar de todos sus defectos. Una reinterpretación bastante falsa a la luz de la realidad.

Cuando Ruth Handler, dueña de la compañía Mattel, creó Barbie en 1959, no hizo más que incorporar en la muñeca el ideal femenino de la época. Esto tuvo muchas consecuencias algunas positivas y otras nefastas. Para muchas personas, barbie causó grandes problemas de imagen corporal a muchas muchachas, para otros fue una inspiración. Con el paso del tiempo, por supuesto, vinieron nuevas barbies por razones de mercado, para complacer a la diversidad demográfica que ocurría en el país. Lo cierto es que Mattel ha vendido mas de un billón de barbies en el mundo entero. Handler, aparece en el filme, en una secuencia melcochosa, como una mujer de buenos sentimientos e ideales femeninos.

El giro que le quiere dar Gerwig al hecho de que las barbies dominan a los kens, es pedestre, porque en realidad, y tal como se presenta en el filme, Barbieland es el reino de la idiotez y la frivolidad. Tampoco podemos olvidar que el filme está producido por Mattel, que quiere estar en misa y en procesión, criticar su producto y a la vez aumentar sus ventas. Hay bastante de hipocresía en la agenda de Gerwig.

El filme está narrado en tono de comic. El uso de los colores pastel en donde predomina el rosado en Barbieland y el cambio cromático en el mundo real lo evidencian, pero a la vez resultan un poco reiterativos. El ritmo se fragmenta mucho. Gerwig y Baumbach, ninguno de los cuales es santo de mi devoción. Son gente culta, pero tienen el defecto que se lo quieren mostrar al público, ahogando los diálogos en excesivas referencias intertextuales que se pierden en si mismas. Y a la larga, terminan en un final que es puro sirope.

Margot Robbie está muy bien en su papel como Barbie, pero quien se roba el filme es Ryan Gisling, un actor que siempre me ha parecido mediocre, pero que aquí exhibe sus dotes de comediante y lo hace a la perfección. Algunos números musicales son imaginativos, como la pelea de los kens, pero en general la cinta recurre demasiado a los propios estereotipos comerciales de los cuales se quiere burlar. Will Ferrell está utilizado aquí como el gerente de Mattel, para dar un poco de balance al machismo dominante, ya que Ferrell se caracteriza por dotar a sus personajes masculinos de un metrosexualismo obvio, y aquí hace eso mismo.

El mejicano Rodrigo Prieto hace un excelente trabajo de fotografía, no solamente en los encuadres, sino en los cambios cromáticos que le exige la trama. La banda sonora es también muy apropiada.

La agenda feminista del filme es débil y pretenciosamente falsa. Encuentro más desafiante y sarcásticamente feminista la letra de la canción “I’m a barbie Girl”, sobre todo cuando dice: Life in plastic, it's fantastic/You can brush my hair, undress me everywhere/Imagination, life is your creation.

Barbie (EEUU/Gran Bretaña, 2023). Dirección: Greta Gerwig. Guion: Greta Gerwig y Noah Baumbach. Dirección de fotografía: Rodrigo Prieto. Con: Margot Robbie, Ryan Gosling, Will Ferrell, Rhea Perlman, Dua Lipa. De estreno amplio en todo Estados Unidos.

© cubaencuentro

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