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Actualizado: 17/05/2024 12:58

Libros y autores

Martí, hélas

Más allá de los gustos, la obra de Martí es el escándalo del genio que trasciende cualquier explicación.


"Víctor Hugo, hélas", respondió Gide, reconociendo a su pesar que era el viejo Hugo el primer poeta de Francia. Con idéntica interjección habría que responder que Martí, si se preguntara por el mayor poeta o escritor que ha dado Cuba. Nos guste o no, su obra es un escándalo, ese escándalo del genio que trasciende cualquier explicación, como ya señalaba Rubén Darío en la sentida semblanza que a raíz de la muerte de su "maestro" publicara en La Nación de Buenos Aires, el mismo diario donde Martí diera a conocer sus memorables crónicas sobre la vida norteamericana.

"Desalentado, él tan grande y tan fuerte —¡Dios mío!— desalentado en sus ensueños de Arte, remachó con triples clavos dentro de su cráneo la imagen de su estrella solitaria y, dando tiempo al tiempo, se puso a forjar armas para la guerra, a golpe de palabra y fuego de idea", dice Darío en este escrito precursor de lo que en los setenta llamaban "el diversionismo ideológico en torno a José Martí".

Lejos del héroe de piedra de los libros escolares, el Martí de Darío es uno más en su galería de visionarios, "semilocos" y malditos, señalados por la originalidad artística y el amor a la belleza. Asimismo, como una figura extraña cuyo "estilo caprichoso e irisado" lo alejaba del gusto popular, recordaba Jesús Castellanos, en 1911, al "pobre acribillado de Dos Ríos". "Martí fue redentor de su patria precisamente por poeta, y como poeta lo hizo y como poeta se suicidó lanzándose contra las bayonetas españolas en Dos Ríos. Las ocho u once sílabas de un verso eran poco espacio para que sólo en él pudiera caber toda la fiebre romántica de aquel visionario".

"Adorador como lo fue hasta la muerte del ídolo luminoso y terrible de la patria", se lamenta Darío. Y en efecto, la patria fue para Martí lo que la poesía para otros modernistas influidos por el simbolismo y el decadentismo franceses: una vocación extraña convertida en apostolado.

Destino sacrificial

En su impresionante testimonio del presidio, Martí presenta a la patria como una fuerza poderosa que lo arranca del regazo materno y la protección del hogar, lanzándolo a otro espacio de intemperie y sufrimiento. "Mi patria me había arrancado de los brazos de mi madre, y señalado un lugar en su banquete", dice, y luego: "Mi patria me estrechó en sus brazos, y me besó en la frente, señalándome con una mano el espacio y con la otra las canteras".

Esta visión de la patria como una figura femenina que con un beso sella una especie de compromiso fatal, ¿no recuerda bastante la que de la poesía aparece en uno de los poemas en prosa de Baudelaire: "Los beneficios de la luna", cuya traducción publicara Casal en La Habana Elegante? Pero si allí el beso del hada madrina es alegoría del destino terrible del poeta condenado a "ver" más y a preferir lo lejano inalcanzable, en Martí la patria asume el lugar demoníaco que los poetas decadentes reservan a la Poesía: ella, con el sufrimiento, garantiza otra paradoja, en la que no se opone ya, como en el esteticismo fin-de-siècle, la vulgaridad del mundo ordinario a la belleza del mundo poético, sino la vida corriente a otra superior definida por el Bien: "sufrir es morir para la torpe vida por nosotros creada, y nacer para la vida de lo bueno, la única verdadera".

Allí, en El presidio político en Cuba, está ya todo. Quien a los 16 años afirma, parangonándose con Cristo, no tener odio para sus verdugos, está imantado por un destino sacrificial. "Nacido para poeta tuvo que ser hombre de acción", dice María Zambrano, quien interpreta en su magistral ensayo Martí camino de su muerte el sacrificio martiano como la exigencia continua de "inventarse a sí mismo, tener que crearse a sí mismo, rehaciéndose a cada instante". Martí es sobre todo un triunfo de la voluntad, una energeia como la que anima su prosa extraordinaria.

Luego de relatar varios casos de suicidio y atribuirlos a la mediocridad de un mundo donde no hay lugar para cosas grandes, en una de sus crónicas norteamericanas Martí opone a la cobardía de los suicidas una energía que, desde el dolor, implica creación y trascendencia. "Los enérgicos, aunque desgranándose en el interior como un rosario al que se rompe el hilo, echan mano a la espada, el arado o la pluma, y con las ruinas de sí mismos, fundan. El hombre tiene que ser abatido, como una fiera, antes de que aparezca el héroe".

Darío llamó, no por gusto, a Martí "superhombre", y no es insignificante que algunos de los nietzscheanos del continente, como Vargas Vila y Ezequiel Martínez Estrada, hayan sido grandes apologistas suyos. (En su reciente libro Cuba and the Tempest, el profesor Eduardo González hace interesantes observaciones sobre la "penmanship" en Martí y Nietzsche).

Piedra y cita y consigna

A pesar de su crítica de los suicidas, el vitalismo martiano está pleno de ansias de muerte, como señalara Calvert Casey en antológico ensayo. "La vida es como la pared de la jarra, que contiene el vacío útil, el vacío que se llena con leche, con vino, con miel, con perfume; pero más que la pared, vale en la jarra el vacío, como la eternidad, dichosa y sin límites, vale más que la existencia donde el hombre no puede hacer triunfar la libertad. Morir, ¿no es volver a lo que se era en el principio? La muerte es azul, es blanca, es color de perla, es la vuelta al gozo perdido, es un viaje", dice Martí en su crónica sobre el funeral chino, y un poco más adelante exclama: "¡ay, Li-In-Du, de los que consagran su existencia a ver libre a su pueblo!".

Es evidente que Martí se incluye en este último grupo de sacrificados, pero no deja de sorprender que su idea de la vida terrenal como un lugar esencialmente limitado no lo conduzca, como a otros espíritus religiosos, a una especie de quietismo espiritual, sino por el contrario, a la legitimación de la acción revolucionaria.

Ese destino donde la "nostalgia de la hazaña" y la práctica del verbo se enfrentaron y reconciliaron se cumplió con la muerte en la manigua cubana, luego de haber oído "las animitas de la patria". La caballería, que aparece una y otra vez en su obra como signo de una grandeza perdida por el mundo moderno, completa esa imagen final de extraña felicidad.

Si unos años atrás la inquietante imagen de Nietzsche en el umbral de la locura abrazando con lágrimas en los ojos a unos caballos azotados en Turín perturbaba el ligero optimismo de la Belle Époque, Martí muriendo a caballo justo antes de que la tecnología prive de aura a la guerra milenaria ofrece el último verso del poema épico del siglo XIX latinoamericano.

Con semejante muerte, breve y necesaria, Martí dio el gran salto hacia la leyenda y el mito. Se convierte así en nuestra máxima figura literaria. Su muerte a caballo es, al cabo, de papel, y hasta de librería. Paradójico Martí: el más familiar y el más lejano; presente siempre como espíritu, como fantasma, espectro presto a convertirse en piedra y cita y consigna.

"Era demasiado refinado para el pueblo que devoró su vida noble", decía Castellanos, y hoy, un siglo después, la vox pópuli lo confirma. "Martí es el héroe nacional, Martí es lo máximo, lo que se mareó, él era muy bueno con la pluma, pero fue a la guerra vestido de negro con un caballo blanco y claro que tuvieron que matarlo".

© cubaencuentro

13 Comentarios


13 by Duro frio (Usuario no autenticado) 04/02/2008 9:40

Mira Maxi-panty (alias Robespierre!), parece que aunque no sabes nada de Martí al menos te has enterado que hay algunos “mediocres y envidiosos ”, como tu los llamas, que ya le han dado la vuelta a la página del Apóstol y hablan de otros temas. Te aseguro que a esos sí no los puedes “ignorar”, ni mucho menos pasar por alto. En cambio, dentro de unos días ¿quién se acordará de este artículo tan mediocre?

12 by Raudelis Suarez Zapata 03/02/2008 21:00

!Disculpa Max de Robespierre! pero los comentarios de Estrada son bien risibles. Por no decir burlesco al narrar la muerte de marti estilo pelicula de hollywood. Para los que no hayan leido algo mas que "Comic" como dice Robespierre, el cual no se si aun posee la cabeza que le cortaron en Francia en la guillotina por asesino, cuenta que marti luego de caer herido !SE ARRASTRO HACIA EL ENEMIGO! y que cuando un practico de la columna de Sandoval lo ve le dice "¡Caramba!, don. Martí, ¿usté por aquí?" luego olvidandose del "don" y de el hecho de que tanto le conocia, segun Estrada, le dispara en la boca "como si este hombre cruel y estúpido y primitivo supiera por dónde había que herir a Martí para callarlo para siempre" tal como describe Cabrera Infante. Pura obra teatral. En primer lugar NADIE fue testigo directo del momento en que marti muere, por lo que ese cuadro famoso de marti mirando al sol, justamente para que cuadre con sus versos sencillos, es pura fantasia. En segundo lugar el propio gomez reconoce que se descuido al dejar a Marti solo al frente de un puñado de hombres. Si fue accidente o intencional, tambien es teoria. Lo que si es cierto es que Gomez no pudo rescatar su cuerpo de manos de los españoles a pesar de lo mucho que tardaron para trasladar su cadaver a lugar "seguro". Como trofeo de guerra. Se cuestiona a Marti por salir a pelear vistido de negro sobre caballo blanco, pero algo muy cuestionable es el vestuario que llevaba el propio mayor general Maceo al morir, todo vestido de Blanco sobre un gran caballo Blanco. Pura estupidez estrategica sin el menor camuflaje. Fue el blanco mas facil de abatir. Todo esto demuestra tambien lo mucho que se ha adornado e idealizado la lucha insurrecta y su fuerza. Les recomiendo que lean los analisis realizados por estrategas militares modernos donde destacan que los mambices no tenian ocupado ningun punto de importancia en el pais, ni caminos principales, ni ciudades grandes, ni puertos, tan solo la manigua y aun asi pregonan que tenian la guerra ganada. Algun dia sin chovinismo se le daran las gracias a los EEUU por librarnos del jugo español. Aunque tambien se le cuestione su posterior coloniaslismo. Una cosa no quita la otra.

11 by Quimbombo que resbala (Usuario no autenticado) 03/02/2008 20:40

Dios mio! hasta la cucaracha puede hablar de Marti con tal de que le tire flores! Vamos mi'jita, dale un besito, recita la poesia para que se acuerden del Apostol! Vamos mi'jito, no seas mal educado, no le faltes el respeto a los mayores, ?quien eres tu para decir esas cosas tan feas de ese hombre tan grande, tan fuerte y bondadoso? Vamos, que todo el que repite y sirve a los senores, como dice ese senor: "duerme en paja caliente, y tiene rica y ancha avena".

10 by Max de Robespierre (Usuario no autenticado) 03/02/2008 9:00

Magnífico artículo Duanel. Raro en estos tiempos en que casi todos tratan de bajar a Martí de su justo pedestal en que se encuentra. Los mediocres a la búsqueda de tal poesía martiana de corte homosexual, o si que elogiaba a la droga, etc. Palabrerías de ignorantes, mediocres y envidiosos. Sobre el suicidio de Martí en Dos Rios los remito a Ezequiel Martínez Estrada, aunque dudo que los cafres que tanto lo critican sean capaces de leer algo más que los 'comics'. Saludos y de nuevo felicitaciones

9 by Hasta cuándo! (Usuario no autenticado) 03/02/2008 2:20

Caballero, por favor, dejen a ese señor tranquilo ya o por lo menos digan algo distinto. Por ejemplo, que el hombre era egomaníaco y que de él nos ha salido la vocación a la histeria, el suicido y las alucinaciones político-ideológicas. Y paro porque con este palabrarío ya me estoy contagiando. Solabaya!!! Apártate de mi muerto oscuro. ¿Qué quieres chico? Un vaso de agua. Pues, vaya, aquí lo tienes - sonido de pila que se abre, se llena un vaso y se pone en una mesa. Espero que ahora me dejes dormir bien.

8 by Floripundio (Usuario no autenticado) 03/02/2008 2:20

Mario, que tiene que ver el amor a la patria con manipular las masas con figuras históricas, Marti no es más que una cuartada, al igual que Batista, Fidel, El Che, Camilo y cuanta figura histórica se quiera maquillar. No se quita de mi mente la frase: “Te lo prometió Marti y Fidel te lo cumplió” Nada, que nosotros tenemos que esperar por la llegada del nuevo elegido “al cual no le quepan definiciones” como usted dice. No puedo creer en esa Santería...sorry

7 by Mario Faz (Usuario no autenticado) 02/02/2008 9:40

Felicitaciones a Duanel por este articulo de Marti. Que si fue un poeta, apostol de la independencia o lo que fuere, que importa a 155 anos de su nacimiento sigue aqui, en el pensamiento del cubano bueno, del cubano decente que ama a su Patria y no reniega de haber nacido en ella, que dentro de la Isla esclavizada o en el Exilio muelle, pero amargo, bajo el peso de los anos solo quiere cerrar los ojos mirando el cielo perdido del paraiso insular que quedo en nuestra memoria cuando partimos. No Marti no era poeta ni apostol ni revolucionario, en el no caben definiciones. Marti fue un Hombre, ese que fue creado por Dios a su imagen y semejanza. Para terminar Duanel, en esa especie de Olimpo academico en que estas les debe causar extraneza a los norteamericanos con ese poquito de autosuficiencia egoista, por llamarla de algun modo, de sentirse como gran potencia mundial, que Cuba haya parido un Marti. No crees? Gracias por tu articulo hermano, afectuosamente. Mario Faz mariojfaz@gmail.com

6 by Raudelis Suarez Zapata 01/02/2008 23:41

Siempre se ha hablado del tema del suicidio y esta mas que fundamentado por el hecho de que Marti fue fuertemente cuestionado toda su vida por estar bien "alejado" de las balas y del machete. Pero hay otra hipotesis mas profunda y que trata sobre la posibilidad de que Marti hubiese sido sacrificado, o eliminado al frente del movimiento independentista por Maceo y Gomez. Aquellos que conocen detalladamente los conflictos entre los militares y el civil, que luchaba a brazo partido para evitar una dictadura militar y caudillista, la cual era el modelo de gobierno propuesto por los jefes maximos, o sea por maceo y Gamez, notaran sin duda alguna como la muerte de Marti, genero un alivio en las tensiones de la cupula militar, los cuales ya no tenian a quien se les opusiese en sus planes de control militar. Debemos recordar el total rechazo de gomez a llamar "Presidente" a Marti, incluso encolerizandose ante sus hombres que asi le llamaban. La hipotesis, no sin fundamento, plantea la posibilidad de un golpe de estado temprano, en el cual simplemente se dejo al enemigo la tarea de eliminar al elemento peligroso en los planes de los caudillos militares. Digase Gomez y Maceo.

5 by Escépctico (Usuario no autenticado) 01/02/2008 17:20

¿"Muerte breve y necesasaria"? ¿Qué es esto? ¡Y se supone que el autor quiere destruir mitos! Nada nuevo. Solo lugares comunes de reverencia martiana.

4 by Floripundio Iluminado (Usuario no autenticado) 01/02/2008 17:20

Y sigue la rumba con el Martí Santificado e idílico, en la pseudo-republica se utilizo para todos los fines sobre todo para los nuevos iluminados seguir su ejemplo, después han seguido los iluminados inspirados en el santo héroe. Por favor adoremos el tocororo y el colibrí a los hombres hagámosle análisis críticos, no más falsos dioses que en definitiva hacen mas mal que bien. ¡Down con todos los iluminados!

3 by CONTADOR DE EQUINOS (Usuario no autenticado) 01/02/2008 15:40

El episodio de la Piazza Carlo Alberto es con un solo caballo, Duanel. No hay que multiplicar los entes ni hablar de oídas. Échate "Ecce homo" que está barato por ahí.

2 by MDM (Usuario no autenticado) 01/02/2008 11:00

Pese a las perversas o estúpidas tergiversaciones que ha sufrido su ideario, Martí sigue siendo la máxima referencia moral, intelectual y política con que contamos los demócratas cubanos. Si lo hubiésemos leído más y mejor, quizás hoy nos cantaría otro gallo. Suscribo este emoivo, justiciero y oportuno artículo, que se enfrenta a ese súbito empeño de demoler a Martí que manifiestan algunos intelectuales cubanos del exilio.

1 by Miguel Fernández (Usuario no autenticado) 01/02/2008 9:00

Toda conexión de Martí con "muerte necesaria" o suicido, sacrificio o inmolación, no pasa de lo libresco y soslaya que la única baja mortal de los cubanos en Dos Ríos trajo su causa de errores mundanos en la conducción del combate. Ni Castellanos ni la Zambrano ni la vox populi dan con la clave: Martí cayó en un potrero, desorientado y embarcado en su bautismo de fuego innecesario, por la imprudencia del General en Jefe, Máximo Gómez. Lo demás es álgebra verbal.

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