En el ultimo analisis me alegra de verdad que exista una iniciativa como la revista Encuentro. La revista ha sobrevivido exitosamente al desamparo de la cultura cubana. Veo en Encuentro un espacio de socializacion systematico y respetuoso donde todavia es posible articular ideas y visiones que meditan o imaginan a Cuba. En eso consiste, segun mi opinion, el merito de Encuentro. Sin embargo, a Encuentro todavia le faltan muchas voces inteligentes y sensibles por incluir en su espacio. En ello veo su gran limitacion. La revista es otro espacio mas, masculino, blanco y elitista.

Cualquiera: Según tú entonces, ¿hay que estar en short y chancletas para hablar de cultura cubana?

Bueno, si vamos por ahi, al Centro cultural Español le interesa un pito la cultura cubana. Promueve actividades donde lo primero que le importa y vale son los NOMBRES de quienes van a presentarse. Estoy con el numero 1: bla, bla, bla, y qué. ¿Hay realmente un espiritu de convocatoria real o es mas oportunismo? Mirenlos a todos, de traje y corbata, no se sabe si hablan de ciltura o de la crisis fimnanciera.

Amigo(a) del 3 y 5: Entiendo su punto de vista. Y estoy de acuerdo en parte, pero entonces ¿dejamos la cultura aparte? En el exilio viven casi dos millones de cubanos. En el exilio están también buena parte de los arquitectos, pintores, músicos, escritores y demás artistas e intelectuales, muchos de los cuales tienen tanto o más prestigio que sus homólogos en la isla. ¿Qué hacemos mientras tanto? ¿Nos olvidamos de alimentar el alma, de mantenerla viva? A eso me refería. Un saludo.

Con todo su respeto Rosa Marta, Ud no ha entendido lo que he querido decir, a ver si me explico mejor. Que un grupo de personas que se proclaman pertenecinetes a una cultura definidad, única, y capaz, este presentando una revista literaria fuera de su territorio nacional es un oxímoron o cuando menos un absurdo. Por muchas ideas que esa revista quiera promover o poner en contacto, es una batalla perdida de ante mano en la medida en que se refiere a una cultura que no existe en la práctica nacional. No existe porque la premisa de una cultura es reconocer la complejidad de la naturaleza humana y crear las condiciones para que la misma se manifieste sin que su estabilidad y la vida de los miembros de la comunidad peligren. Ud dice que Encuentro 50 piensa en el futuro de La Habana y ¿por qué no en el futuro de Santiago de Cuba, o de Pinar del Río, o de Santa Clara o Matanzas, si tomamos las ciudades como símbolos de Cuba? Creo que habría que reconocer que los cubanos somos poca cosa en términos de espíritu comunitario. Hemos dado muchos héroes, escritores, artistas, deportistas y algunos científicos, pero no hemos dado un país, una nación capaz de asimilarse a sí misma, de generar un espacio dialéctico de acción y conocimiento. De ahí el desbarajuste en que estamos, el nomadismo y el resentimiento plural en el que vivimos. Esa es la verdad. Los cubanos nos pasamos la vida caminando sobre ascuas sin que podamos aspirar a nada real y satisfactorio de nosotros mismos. Para aquellos que tenemos más de 50 años, al revolución hubiese sido el principio de esa promesa, pero ¿qué ha sido de todo aquello? No es necesario que se le diga ¿verdad? Eso me dice que tiene que haber algo más hondo y radical que tiene que ser descubierto, tengo mis opiniones, pero eso sería otra conversación. Que tenga buenas noches.

Mi estimado(a) comentarista del 3: Me parece que no has entendido el propósito de la revista Encuentro de la Cultura Cubana. Como yo la veo, la revista no pretende ser un partido de liberación para Cuba. Encuentro trae propuestas de pensamiento que sirvan de puente para el futuro, intentando conciliar las corrientes democráticas e independientes que existen en la isla con las del exilio. Precisamente el número 50 deja atrás el consabido lamento "lo que se ha perdido" en una ciudad como La Habana para concentrarse en "qué podemos hacer en el futuro por nuestra capital, dadas las condiciones en que ha quedado". Creo que ese espíritu de visión hacia el futuro es el alma y la propuesta de la revista, tan válida --por supuesto-- como tu anhelo de libertad por Cuba, que comparto yo y, seguramente, todos los que laboran en la revista.

Rosa Marta, también estuve en esa presentación y me dio lástima ver aquello, no porque fuesen malos o buenos escritores, lo cual no sé, no tengo la información ni la preparación para hacer ese tipo de valoración, sino porque ¿hasta cuándo Cuba y los cubanos vamos a estar padeciendo ese desarraigo absurdo, perverso, y contraproducente desde el punto de vista histórico y político? Creo que los cubanos tenemos que terminar de hacer algo concreto y contundente con respecto a esta situación. No es posible que millones de personas sigamos viviendo en estas condiciones sin hacer nada, sin elaborar una estrategia ni resolver el este problema que no es ni ideológico ni económico sino moral. Los cubanos nos llenamos la boca de decir que tenemos una nacionalidad, una identidad y no se cuántas cosas más, pero somos incapaces de solucionar aquello que dichas condiciones suelen resolver, cosas simples como aseo y comida o complicadas como derechos civiles y democracia. Si somos cubanos deberíamos haber sido capaces de resolver esas cosas, de lo contrario, por más que lo proclamemos a los cuatro vientos, no somos más que una tribu nómada, sin arraigo ni proyectos de futuro. Es hora de que enfrentemos esas realidades políticas básicas, elementales y de responsabilidad humana y social. ¿De qué vale tener revistas, libros o editoriales como Universal o Verbum si los lectores para los que se escribe y publican no tienen país ni siquiera ciudad, porque Miami es cada vez menos cubana como todos sabemos? Por eso digo que me dio lástima, porque estamos arando en el mar, como diría el prócer, en las dos orillas, allá y aquí, sin que seamos capaces de vislumbrar la conistencia y solidez de una nación real.

Estuve entre el afortunado y numerosísimo público que asistió al evento. La crema y nata de la nueva intelectualidad cubana estaba allí. Felicidades al Centro Cultural Español y a Encuentro por organizar un evento de tanta altura. Gracias a Dios que son muy pocos (aunque hagan la algarabía de la chusma) los escritorzuelos e intelectualoides que acuden a la grosería y a las palabras soeces porque no tienen nada más que decir. Lo que vi y escuché anoche demuestra que la cultura cubana en el exilio está viva y goza de muy buena salud.

bla bla bla