La pregunta que titula este artículo corre de boca en boca por las calles de Río de Janeiro. La sospecha de que varios sectores federales podrían aprovechar la fiesta deportiva para exigir y lograr antiguos pedidos al gobierno se torna previsible.

El inicio de la semana estuvo matizado por la huelga de todas las unidades de la Policía Civil de la ciudad, que aprovecharon las circunstancias del aumento de las labores de seguridad para volver a solicitar incrementos salariales, así como mejor infraestructura para las dependencias policíacas, la mayoría en franco deterioro inmobiliario y con muy pocas disponibilidades técnicas.

Los oficiales cariocas habían amenazado ya con paralizar sus acciones en diciembre de 2006, pero esta vez la realidad ha tomado por sorpresa a los sectores federales.

Los Departamentos de la Policía Federal de todo el país mantuvieron inmovilizados sus sectores en junio y sólo se contentaron con un aumento del 30% del salario básico. Numerosas publicaciones brasileñas aseguran que ese precedente debe haber incentivado la presente y las posibles futuras huelgas de los órganos de la policía del estado.

Anuncio de huelga en los aeropuertos

La oficina de prensa del Ministerio de Defensa y el Departamento de Aviación hizo público por estos días el arresto por insubordinación de cinco controladores aéreos que ya han sido apartados de sus funciones y puestos a disposición de los tribunales militares.

Es bueno recordar que Brasil atraviesa la mayor crisis del sector aéreo en su historia y, según observadores, lo que ya dura cerca de 11 meses podría continuar.

Un reflejo claro de estas predicciones iba a materializarse a partir de este jueves. Los sindicatos de los trabajadores de todos los aeropuertos de Río de Janeiro habían acordado paralizar el grueso de sus operaciones.

Teniendo en cuenta que a partir del 11 de julio, jornada para la que estaba anunciada la inmovilización obrera, la ciudad, sus aeropuertos, empezaron a recibir al grueso de las delegaciones de la mayoría de los países que participarán en la fiesta deportiva de las Américas, la Infraero (empresa federal que regula las labores aeroportuarias) aprobó un acuerdo con los sindicalistas y en vez del 3% de incremento salarial que pedían los trabajadores aeroportuarios, el gobierno otorgó el 6%.

No obstante, temiendo que la medida esté relacionada con la presión existente por el inicio de los Juegos, los sindicatos se pronunciaron por suspender la amenaza de huelga por lo menos hasta el viernes.

Por el enorme tráfico aéreo de un país que eliminó casi de manera total sus servicios de ferrocarriles interestaduales, cualquier tipo de trastornos de esa índole podría empeorar lo que ya es una situación de crisis en el sector de la aviación comercial brasileña.

¿Los juegos?

La Villa Panamericana parece reunir los parámetros exigidos no sólo por la ODEPA, sino incluso por patrones de la entidad olímpica.

Frases de elogios de los atletas, así como la alegría de los voluntarios en los recibimientos, parecen contrastar con aislados episodios de inconformidad.

Uno de ellos involucró a un miembro directivo de la delegación de Estados Unidos, quien en un pizarrón de la villa escribió "Welcome to Congo", lo que fue interpretado de racista, mal intencionado y motivó la expulsión del directivo casi una semana antes del inicio de los Panamericanos.

Los atletas extranjeros comienzan a dar entrevistas a los medios de prensa ya acreditados y desplegados por las diversas instalaciones deportivas.

La mayoría habla de la felicidad de estar en una ciudad tan especial y del favorable clima de camaradería que se respira. Sin embargo, los atletas cubanos entrevistados, al preguntársele por la salud del dictador Fidel Castro, escapan de los micrófonos como si estuvieran advertidos de emitir comentarios políticos. Se ruborizan y apenas consiguen disimular la gran presión que tienen.

Algunos atletas locales, esperanzas de medallas para el país, se han resentido en las últimas horas de antiguas lesiones, lo que ha puesto en entredicho su participación en la fiesta deportiva.

Pese a esfuerzos del Comité Olímpico Brasileño para que la delegación norteamericana se presentara con el grueso de sus estrellas deportivas, están confirmadas las ausencias de la mayoría de las más destacadas figuras del campo y pista norteamericano.

Además de estas ausencias en atletismo, Estados Unidos estará representado por equipos universitarios en béisbol, softball, polo acuático y natación. Así y todo, es el máximo favorito para alcanzar el grueso de las medallas de oro.

En sentido general, los brazos de Río de Janeiro parecen gustar a la mayoría. A pesar del pleno invierno carioca, las temperaturas resultan muy calurosas producto de un sol intenso.

Las instalaciones deportivas van recibiendo los retoques finales y se despejan las dudas sobre su terminación. Los miles de voluntarios parecen estar listos para las diversas labores que desarrollarán a partir del día 13 y una expectativa enorme sobre la ceremonia inaugural comienza a sentirse con agrado, sobre todo en estos días que la antorcha recorre los principales puntos de la urbe.

Además del inminente inicio de los Juegos Panamericanos, la ciudad festeja la buena nueva de que su Cristo Redentor ha sido seleccionado una de las siete maravillas arquitectónicas del mundo en la actualidad.

Al parecer todo va quedando listo… Sin embargo, cuando la noche cae, son frecuentes los intercambios de balas entre las fuerzas nacionales de seguridad y las pandillas del crimen organizado en las favelas. En el Complejo del Alemán, por ejemplo, la batalla continúa y hasta el presidente Lula da Silva ha dicho, refiriéndose a las últimas acciones violentas, que al crimen no se le puede tratar con pétalos de rosa. El presidente ha tenido que acudir a una conferencia de prensa después que organismos internacionales como Human Rigth declararan abusivo el uso de la fuerza.

Además de estas escenas costumbristas, a los organizadores les preocupa que los avisos de huelga se multipliquen.

Un titular de un diario carioca juega con la realidad y se pregunta si acaso tal suerte de fiebre se extenderá a los voluntarios, teniendo en cuenta que hasta especialistas de laboratorios clínicos que deberán participar en los juegos hicieron una huelga de 12 horas.

Ojalá sean sólo motivo de risas, típicas del humor local, y la mayor competición múltiple de las Américas muestre el país del futuro y sumamente amante del deporte que Brasil es, sin dudas.

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