Ucrania, Rusia, Guerra
Guerra de desgaste (II)
Segunda entrega de un trabajo en dos partes
Continuamos con la segunda parte de esta entrega analizando los aspectos subjetivos de la política interior y exterior de las partes beligerantes que se suceden paralelamente al tronar de los cañones y las explosiones de las bombas y los misiles.
Sé que para los que no dominan el idioma ruso les será más complicado analizar las informaciones que provienen de los círculos informativos del gobierno de Putin y de la blogosfera rusa dedicada a cubrir en la internet el desarrollo diario de los acontecimientos más destacados en la guerra que actualmente se libra en Ucrania. Pero siguiendo de cerca esta información se puede tener un termómetro mejor calibrado para conocer la temperatura real en las interioridades del conflicto. Por ello he seleccionado las publicaciones que emergen de los círculos oficiales del gobierno de Putin y de blogueros pro rusos, que apoyan la guerra abiertamente y recalcan sus denuncias continuadas a los errores que cometen los altos mandos militares rusos en la conducción de la guerra. De esta forma evito cualquier información que, aunque tenga fundamento pueda estar influenciada por sentimientos afines a la nación agredida.
Comenzaremos por la blogosfera. El bloguero ruso Rybar proporcionó más evidencia de las tensiones entre los jefes militares y los corresponsales de guerra rusos. Los corresponsales de guerra rusos incluyen periodistas que operan en las líneas del frente y blogueros rusos que comentan sobre la información disponible de forma abierta (y probablemente también extraída de amigos en el ejército e incluso en las zonas de combates).
Rybar señaló que los jefes militares rusos responsables de las operaciones de información en tiempos de guerra están tratando de silenciar a los blogueros rusos y a los corresponsales de guerra para ocultar los errores del ejército durante la invasión de Ucrania. También señaló que los jefes militares rusos siguen siendo moldeados por experiencias negativas durante las guerras de Chechenia, cuando los corresponsales de guerra expusieron los problemas en la línea del frente al Kremlin y pusieron al descubierto la mediocridad y los excesos de la oficialidad rusa.
Rybar declaró que el Ministerio de Defensa ruso y posiblemente otros actores dentro de la administración presidencial están tratando activamente de silenciar la cobertura no oficial de la guerra rusa en Ucrania. Rybarexpresó su apoyo a un artículo de Telegram del viceministro de Información (y bloguero) de la República Popular de Donetsk (DNR), Daniil Bezsonov , que criticaba el aparente esfuerzo del Kremlin para promover la autocensura entre los corresponsales de guerra, señalando que el asesor del ministro de Defensa ruso, Andrey Ilnitsky había pedido la autocensura el 26 de mayo de 2022 y había alentado a los corresponsales de guerra a informar sobre la guerra solo desde un punto de vista ideológico sin entrar en detalles operativos. Rybar especuló que la administración presidencial u otros funcionarios rusos ordenaron a Ilnitsky que promoviera la censura entre los corresponsales de guerra que publican actualizaciones de primera línea en tiempo real, señalando que la relación entre la jefatura militar rusa y los corresponsales de guerra se agrió particularmente después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, se reuniera a puertas cerradas con corresponsales de guerra durante el Foro Económico de San Petersburgo el 17 de junio de 2022. Rybar afirmó que dos prominentes corresponsales de guerra le comunicaron a Putin sobre el “desastre” en las líneas del frente durante la reunión, pasando por alto al Ministerio de Defensa ruso al presentar sus puntos de vista negativos directamente al comandante en jefe.
El evento que Rybar describe indudablemente ocurrió ya que el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, anunció el 12 de junio de 2022 que Putin celebraría una reunión a puerta cerrada con corresponsales de guerra rusos y la propagandista rusa, Margarita Simonyan confirmó que Putin tuvo esa conversación “sincera” y larga con periodistas de primera línea después del evento.
Rybar señaló que el Ministerio de Defensa ruso comenzó a catalogar a los corresponsales de guerra como una “amenaza” después de este compromiso, mientras que anteriormente los había percibido como un “problema mal controlado”. Putin probablemente celebró la reunión del 17 de junio de 2022 para calmar el descontento de los blogueros, que se había vuelto evidente y dramático después del desastroso intento fallido de cruzar el río Siverskyi Donetz en Bilohorivka a mediados de mayo donde fue destruido casi completamente un Grupo Táctico de Batallón con sus tanques y vehículos blindados. Si ese fue su objetivo, no logró convencerlos, ya que los blogueros se han mantenido firmes. Pero Putin también puede haber obtenido una visión más ajustada a la realidad de lo que está ocurriendo en las líneas del frente y de lo que le oculta la cadena de mando. Probablemente esto haya enfurecido más a la casta militar que ha visto sensibles purgas dentro jefaturas importantes de la cadena de mando de las fuerzas armadas rusas.
El espacio de información en Rusia, censurado ya de por sí mediante decretos presidenciales emitidos por Putin, donde establece como delito cualquier crítica a la guerra, se inclinaría significativamente más hacia el totalitarismo si el Ministerio de Defensa tomara medidas enérgicas contra los blogueros y corresponsales de prensa impidiéndoles informar operativamente las noticias que reclaman a diario los ciudadanos.
Los blogueros que incluso apoyan la invasión y defienden al régimen de Putin no paran de criticar cada vez más la estrategia y el liderazgo militar ruso al aprovechar los recientes ataques exitosos de Ucrania contra las áreas de retaguardia y logística rusas.
El bloguero ruso Voennyi Osvedomitel subrayó la amenaza que representa el sistema de cohetes de artillería de alta movilidad proporcionado por Occidente (HIMARS) y declaró en una publicación de Telegram el 9 de julio de 2022 que HIMARS complicará la logística rusa. Voennyi Osvedomitel advirtió que la defensa aérea rusa puede ser cada vez más insuficiente contra los ataques ucranianos y pidió a las fuerzas rusas que mejoren la coordinación entre la inteligencia y la aviación para identificar y dirigir los ataques a los sistemas de armas proporcionados por Occidente.
Otro bloguero con un pequeño número de seguidores, Nam Pishut iz Yaniny, se quejó de que el liderazgo militar ruso está demostrando ser incapaz de defenderse contra las armas occidentales que se utilizan contra las posiciones rusas. Igor Girkin, un nacionalista ruso que anteriormente comandó militantes durante las operaciones en Dombás en 2014, discutió los recientes ataques ucranianos contra las áreas de retaguardia rusas y criticó a las tropas rusas por no golpear a las líneas terrestres de comunicación (LTDC) ucranianas a lo largo de las cuales se envían los HIMARS y otras armas occidentales. Girkin sugirió que la pausa operativa en curso está exponiendo vulnerabilidades rusas fácilmente explotables y pidió a las tropas rusas que comiencen a luchar con toda su fuerza nuevamente. Es probable que Girkin y otros blogueros continúen expresando su descontento con el liderazgo militar ruso a medida que las capacidades ucranianas se ven fortalecidas por el armamento y equipos occidentales.
Irán proporcionará a Rusia drones con capacidad de ataque a tierra y entrenará a las fuerzas rusas para su explotación y mantenimiento en julio de 2022. Los blogueros rusos y los corresponsales de guerra han criticado durante mucho tiempo al Kremlin por el reconocimiento aéreo ineficaz y las medidas de corrección de fuego de artillería debido a la falta de vehículos aéreos no tripulados.
El excomandante militar ruso y bloguero Igor Girkin declaró que las fuerzas ucranianas han defendido con éxito la línea del frente en la provincia de Donetsk debido a la ventaja de las capacidades ucranianas de drones en el área. El bloguero ruso Andrey Morozov (también conocido como Boytsevoi Kot Murz) culpó a los medios estatales rusos por tergiversar groseramente la disponibilidad de vehículos aéreos no tripulados rusos y su capacidad para apoyar el fuego de artillería preciso. El corresponsal ruso de primera línea Alexander Sladkov también se quejó de que las fuerzas rusas podrían haber construido más drones, pero no lo hicieron.
Los blogueros rusos volvieron a criticar al ejército ruso el 12 de julio de 2022 por la compra de vehículos aéreos no tripulados iraníes (drones) para mejorar los objetivos de artillería en Ucrania, al tiempo que no abordan los problemas de comando que limitan más severamente la efectividad de la artillería rusa.
En el canal ruso de Telegram Rybar afirmó el 12 de julio de 2022 que las solicitudes rusas de apoyo de fuego artillero en el campo de batalla desde que se solicita hasta que llega la aprobación para que se realice pasan a través de una enrevesada cadena de mando, que está resultando en un retraso de varias horas a varios días entre las fuerzas terrestres rusas que solicitan fuego de artillería y la realización de los ataques reales. Rybar afirmó que las fuerzas rusas en Siria lograron reducir estos tiempos a una hora y aunque la necesidad de adquirir más drones es una realidad, los drones adicionales que se van a comprar a Irán no resolverán los problemas de la rigidez y exceso en la centralización del mando ruso y la dependencia excesiva de la artillería en Ucrania. Igualmente, el bloguero ruso Voyennyi Osvedomitel afirmó que las fuerzas rusas se habían enfrentado al mismo comando excesivamente centralizado durante la Primera Guerra Chechena, en el que la incapacidad de las fuerzas terrestres rusas para solicitar apoyo de artillería sin pasar por una cadena de mando inhibió las respuestas a las acciones ofensivas enemigas. El bloguero Yuzhnyi Veter afirmó que el tiempo de respuesta de las fuerzas de artillería ucranianas es inferior a 40 segundos. Los HIMARS suministrados por Estados Unidos tienen mucho más alcance y son más precisos que la artillería de la era soviética que Ucrania tenía en su arsenal.
Con la concentración de los esfuerzos en disminuir el potencial del enemigo, golpeando su suministro logístico y en especial golpeando sus depósitos de municiones ha obligado al mando ruso a cambiar su sistema de suministro de municiones y combustible por lo que están tratando de colocar los depósitos de municiones a nivel de brigada no más cerca de 100 kilómetros de la línea del frente y a nivel de cuerpo de ejército no más cerca de 150 km.
El ministro de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov, en entrevista concedida al Financial Times el 15 de julio de 2022 confirmó que los socios occidentales proporcionarán a Ucrania proyectiles para los sistemas de misiles HIMARS, que son capaces de alcanzar objetivos a una distancia de 300 kilómetros. “Creo que es un movimiento paso a paso. Estamos demostrando que podemos usar sus armas como joyas y golpear objetivos con precisión, y estamos obteniendo más armas, y con mayor alcance” afirmó. Cuando estos proyectiles entren en escena es difícil imaginar donde el mando ruso va a desplegar los depósitos de municiones.
Al equipararse las posibilidades combativas en armamento y personal militar en una situación de “guerra de desgaste” como está ocurriendo en Ucrania, el desenlace es impredecible y todo dependerá de la voluntad de los contendientes en continuar el enfrentamiento a pesar de las terribles consecuencias que trae para ambos países, especialmente para Ucrania que está siendo golpeada incesantemente en centros comerciales, teatros, barrios residenciales y parques evidentemente para crear terror y que los ucranianos claudiquen.
Ese tipo de ataques indiscriminados no son más que el reflejo de la ira de la impotencia y su continuación solo puede conducir a un fracaso rotundo. Incluso en el caso hipotético de que Rusia recurra a las armas nucleares tácticas para lograr una victoria que no puede obtener por métodos convencionales. El rechazo y el odio acumulado en el pueblo ucraniano por tantas masacres se triplicará y se convertiría en una eterna pesadilla para el ejercito ocupante. Si casi a cinco meses de hostilidades Rusia está aproximándose a pasos agigantados a la misma cantidad de muertos que tuvo Estados Unidos en diez años de guerra en Vietnam, es imposible predecir como terminará la dictadura de Vladimir Putin.
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