La reacción en contra de la presentación en Miami de la cantante cubana Haila M. Mompié, impulsada, entre otros, por el conocido youtuber Alex Otaola, que también ha venido haciendo campaña contra la presencia en Miami de Gente de Zona[1], culminó con la declaración de Haila como persona “non grata” por el alcalde de la ciudad de Miami, y la clausura del concierto que la cantante había contratado en un club nocturno, no precisamente de los más renombrados, pero que debido a todo este asunto ganó bastante publicidad, y gratuita.

Un canal hispano de Miami le brindó a Haila la oportunidad de expresarse en una entrevista que fue llevada a cabo por una periodista que la trató con bastante, quizás demasiada, gentileza; algunas de las joyitas de lo que esta cantante dijo:

• “…son mis sentimientos, nadie me puede juzgar por eso, porque yo no he cometido ningún delito…”
• “…con sus pancartas haciendo sus protestas y todo el mundo tiene el derecho de hacerlo, aquí todo el mundo tiene el derecho de expresarse de la manera que…” (no termina la frase) “…yo vengo a hacer música…”
• “…yo pienso que debe ser un derecho para mucha gente en el mundo, no se le puede prohibir la entrada a ningún ser humano a ningún país…”

Mientras Gente de Zona al retirarles la “llaves” lo consideraron una injusticia ya que ellos se declaran “apolíticos”, Haila tomó otro camino, no le quedaba otra alternativa, que defender su derecho a expresar sus sentimientos, ahora habría que ver si es cierto que no ha cometido ningún delito al participar, por ejemplo, en algún acto de repudio.

Pero pasó más allá y se declaró, sin decirlo, en una defensora de los “derechos humanos”, aquellos que permiten la expresión de las ideas en contra de algo, en este caso ella misma, lo cual la hace muy liberal y democrática. Además, abogó por la libre entrada de los “seres humanos”, al parecer el rasero para los animalitos debe ser otro, a cualquier país.

Su expresión coherente de sus incoherentes ideas denota que no es una tontuela cualquiera, pero al parecer vive en Cuba dentro de una burbuja musical que le impide ver, y menos oír, el desastre que generó su amado líder; el más que evidente hecho de que a nadie se le permitiría en Cuba expresar libremente sus ideas y menos aún salir con pancartas, que le pregunte a las Damas de Blanco que solo portan gladiolos en sus marchas; que la entrada a Cuba está condicionada, para todos los seres humanos y mientras estuvieron los Reyes por allá, a los perritos y gaticos, a no atacar verbalmente al régimen y si no que le dé una misa espiritual a Celia Cruz y le pregunte si alguna vez pudo regresar a Cuba a ver a su madre moribunda, para no hablar de cantar.

Haila es una mujer hecha y derecha, o izquierda, que tiene una suerte atroz, le dan visa por cinco años, mientras a cubanos que huyen del régimen y se apilan en las fronteras, o languidecen en las cárceles de ICE, se les niega la entrada. Ella es junto a muchos otros la beneficiaria de un llamado “intercambio cultural” el cual es como “el trato del esqueleto” beneficios para un solo lado, ya que yo recuerde, no soy en nada ducho en temas faranduleros, de aquí para allá solo ha ido una llamada algo así como Cucu Diamante, que tal vez debió quedarse por allá.

El caso de Haila y los demás Hailas está más que claro, mi única duda es: Cuando Cuba sea un país libre y democrático ¿declararemos a todos los que amaron al dictador y a la dictadura personas non-grata en la quinto o sexto centenaria Habana?

[1] El anterior alcalde de Miami le había retirado las llaves de la ciudad al grupo en 2017 por tanto solo la tuvieron “legalmente” por escasamente un año.

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