Hay algo podrido y no precisamente en Dinamarca, sino al parecer en las recién inauguradas relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU. El auto laudatorio artículo aparecido en el Granma sobre el estado de la salud en Cuba incluye un párrafo que quizás es el motivo básico de esa frenética exegesis del total deterioro del sistema de salud, donde hospitales y policlínicos se derrumban en medio de los malolientes baños, las carencias de recursos y en particular de la falta del personal enviado a egoístas misiones en buscas de dólares por medio de la explotación esclavista de esos “voluntarios internacionalistas”.

El maloliente párrafo pleno de magnanimidad y bondad, promete a todos el personal médico que haya abandonado las misiones esclavistas [que no son desertores aunque ellos ingenuamente a si mismo se califiquen] un retorno a Cuba en “similares condiciones a las que tenían”, lo cual no creo que entusiasme a nadie en sus cabales.

Pero sin lugar a dudas aunque el parrafito mencionado no haga caer a ningún incauto, sin embargo ya ha logrado su objetivo, a pocos días de la llegada del Papa, de demostrarle al mundo la disposición del desgobierno cubano de realizar cambios y cumplir sus funciones de benefactor universal.

Sin embargo lo que mal huele es que casualmente desde hace meses la embajada de EEUU en Colombia, donde se encuentran varados decenas de médicos cubanos que huyeron de Venezuela, no da explicaciones de la lentitud en procesar las visas humanitarias prometidas a los médicos que abandonasen las misiones. Nadie explica en el consulado de Bogotá por qué el mecanismo de las visas ha recibido una abundante dosis de pez rubia, lo cual le ha permitido avanzar como un galápago parapléjico.

Tampoco parece ser coincidencia que los procesos de habilitación de los médicos en EEUU se hayan visto prácticamente detenidos y los exámenes de revalidación de los títulos [los llamados Steps] suspendidos durante meses y solo las fuertes protestas, no solo de los cubanos sino también de médicos de variados países, echasen andar nuevamente esos procedimientos tan necesarios para este país donde recientemente se publicó que para 2025 harán faltan más de 50 mil médicos y técnicos en el campo de la salud.

Todo resulta muy sospechoso y no creo que sea la paranoia típica de los cubanos, siempre a la espera de que algo vaya de lo malo a lo peor, las coincidencias son muchas y en política no hay coincidencias sino planes maquiavélicos.

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