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Wenski, Papa, Republicanos

El Papa, el arzobispo y la política republicana

Wenski al parecer no se ha dado cuenta de que la mayor parte del electorado estadounidense es protestante y que en Estados Unidos hay una separación tajante entre la Iglesia y el Estado

La última encíclica del Papa Francisco, que toca directamente el tema del calentamiento global, ha llegado hasta las campañas electorales por la Casa Blanca. El responsable es el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, quien dice que la encíclica Laudato Si le cambió la mente a dos relevantes políticos republicanos: el senador Marco Rubio y el exgobernador Jeb Bush.

Wenski, que se confiesa también republicano, declaró al Miami Herald que ambos precandidatos moderaron su posición respecto al cambio climático a causa de la encíclica. Explicó que Bush y Rubio son católicos, que son sus amigos y que los dos son, además, miembros de su rebaño. Parece como si todo ––entre correligionarios que obedecen al Papa–– quedara en casa, y esto no es bueno para los políticos.

Las declaraciones de Wenski sorprenden. Tratan un tema de alto calibre que involucra al Papa, a la Iglesia Católica y dos candidatos presidenciales que se supone no cambien su posición tan fácilmente por influencia de un líder religioso. Si los candidatos efectivamente hubieran modificado su posición, ¿Qué suma divulgar que se debió al Papa? Al contrario, resta. Las campañas de Rubio y Bush rechazaron en la misma nota del Nuevo Herald que sus candidatos cambiaran nada como consecuencia de la encíclica.

Wenski ––y esta puede ser una de las claves–– al parecer no se dio cuenta de que la mayor parte del electorado en Estados Unidos es de origen protestante, que los protestantes rechazan la figura del Papa, que en Estados Unidos hay una separación tajante entre la Iglesia y el Estado y que la influencia de la religión debe ser ajena en los asuntos de gobierno.

Con todo, el arzobispo Wenski afirmó que Rubio y Bush “han echado atrás” algunos sus criterios por causa de Francisco. Eso, bien utilizado, puede hacerles mucho daño en el fragor de la campaña; veremos, si cuando termine, estos dos políticos siguen siendo tan amigos del elocuente arzobispo de Miami como ahora.


© cubaencuentro

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