| La odisea de Ulises |
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| La zafra y los sueños de los ministros económicos cubanos, un camino más difícil que el del héroe de Homero. |
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| por ARNALDO RAMOS LAUZURIQUE |
Parte 1 / 4 |
Cuando de costos, rentabilidad y eficiencia en general se trata, los directivos económicos cubanos no saben, no pueden o no quieren contenerse. Todo vale con tal de transmitir la idea de que la economía marcha por buen camino.
Ya a principios de 2000, Carlos Lage, secretario del Consejo de Ministros, había expresado —gazapo garrafal— que en la zafra azucarera de 1999 la tonelada se produjo al magnífico costo de 138 pesos, equivalente a 6,3 centavos la libra. Jamás se volvió a repetir tamaño dislate y todo quedó en el olvido.
Ahora, en una reunión previa al VII Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional, Ulises Rosales del Toro, ministro de la Industria Azucarera, fue mucho más espectacular, cuando dijo: "...la contienda 2000-2001, si bien fue una zafra de baja producción, permitió al MINAZ consolidar importantes indicadores económicos hasta el punto de ser rentable tanto en divisa como en moneda nacional".
El señor ministro, por supuesto, no puede demostrar esa peregrina afirmación, ni tratará de hacerlo, porque la producción azucarera que era irrentable en la época dorada de los subsidios soviéticos es imposible que haya logrado la rentabilidad en una de las zafras más calamitosas de la historia, por lo cual es necesario ofrecerle alguna ayuda para poder desentrañar su información.
Sobre costos y rentabilidad en la industria azucarera puede obviarse la etapa anterior a 1959, ya que una industria de propiedad privada, de esa magnitud y sin subsidios, sólo pudo mantenerse y crecer ininterrumpidamente durante tres siglos, a pesar de muchos avatares, si ofrecía generosas utilidades a sus dueños.
Durante la zafra de 1988 la economía cubana —y la industria azucarera especialmente— estaban en el punto más alto de la "hermandad" con la URSS y disfrutaban ampliamente de la "ayuda generosa y desinteresada" de ese país, que no llegaba sin embargo a las cazuelas de los hogares.
Cuba produjo en ese año 7 415 mil toneladas de azúcar crudo, de las cuales se exportaron a la URSS 3 404, a 921,86 pesos la tonelada (42,40 centavos por libra) que le rindieron 3 138 millones en exportaciones. En total exportó 6 967 mil toneladas y obtuvo 4 087 millones de dólares.
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