| ¿Cordura bancaria? |
|
| Sin transformaciones radicales en el sistema empresarial, será imposible que la banca cubana pueda cumplir el rol que le corresponde en el desarrollo del país. |
 |
| por OSCAR ESPINOSA CHEPE |
|
Un trabajo titulado "Las tasas de interés: un instrumento de política monetaria" firmado por Guillermo Gil, especialista del Banco Central de Cuba (BCC) apareció, dividido en dos partes, en el semanario Trabajadores, los días 17 y 24 de septiembre.
El artículo, redactado de forma sencilla y didáctica para la fácil comprensión de la población, primeramente explica la importancia de las tasas de interés en una economía de mercado, para después mostrar cómo se emplea esta herramienta financiera en las condiciones nacionales.
Cuba, aunque subdesarrollada antes de 1959, contaba con un sistema bancario eficiente, apoyado en las prácticas financieras y contables más avanzadas de entonces; instalaciones bien dotadas y un personal altamente calificado, con motivaciones acordes con la responsabilidad, la dedicación y la profesionalidad requeridas.
Desafortunadamente, este valioso capital acumulado por generaciones de bancarios cubanos, después de 1959 fue dilapidado en un clima donde primó el voluntarismo y una completa incomprensión de la economía. Hubo momentos, a finales de los años 60, cuando pareció que la banca y las finanzas desaparecerían totalmente del escenario nacional.
El intercambio mercantil y el mercado fueron declarados males capitalistas; los eficientes sistemas de control económico, la envidia del subcontinente, fueron arrasados y la contabilidad se catalogó como un elemento inútil para la construcción de "la nueva sociedad". El uso de los intereses bancarios resultó erradicado, por constituir una práctica usurera, según se dijo.
En los años 70 se intentó reparar en alguna magnitud los inmensos daños causados a la banca y a las finanzas nacionales. Pero las medidas adoptadas en el marco de un sistema engendrador de irracionalidad y dogmatismo fueron superficiales y, en consecuencia, insuficientes.
Hasta hoy continúan sintiéndose los efectos dañinos de la destrucción de aquella rica experiencia heredada, lo cual puede apreciarse en el estado actuadle la contabilidad, y prácticamente en todos los aspectos de las finanzas, incluido el uso del crédito y los intereses que, aunque restituidos, desempeñan un papel extraordinariamente reducido.
En dicho contexto sorprende la aparición de este artículo, donde se resalta la importancia de los intereses como instrumento de política monetaria y palanca financiera destinada al control del crecimiento económico. Resulta interesante que como ejemplo práctico del uso de los intereses se tomara la gestión de la Reserva Federal de los Estados Unidos en años recientes, aumentando las tasas en épocas en las que el crecimiento ha sido demasiado alto, y disminuyéndolas actualmente al presentarse un proceso de desaceleración.
Este trabajo de divulgación, aún cuando soslaya serios problemas de la banca cubana, refleja un relativo cambio positivo de mentalidad. No obstante, sin la materialización de transformaciones radicales en el sistema empresarial y la economía en su conjunto que coadyuven a promover la iniciativa y la libertad para que las entidades y los ciudadanos tomen sus propias decisiones, desprendiéndose de la irracionalidad imperante, resulta inviable que los intereses, el crédito y otras categorías financieras puedan cumplir un rol activo y eficiente en propulsar el desarrollo del país.
|
