Los congresistas de EE UU se marchan de un país 'sin cambios', mientras los cubanos acudían masivamente a la fiesta de San Lázaro

La delegación de EE UU concluye su visita a Cuba sin esperanzas de cambio

"La visita a Cuba de un grupo de 10 congresistas estadounidenses favorables a flexibilizar el embargo concluyó ayer sin grandes resultados, aunque habiendo cumplido el objetivo de abrir canales de diálogo y de explorar posibilidades de un mejoramiento de las relaciones bilaterales. Los legisladores regresaron a Washington sin ser recibidos por el presidente interino, Raúl Castro, y muy escépticos sobre la posibilidad de un cambio interno en Cuba a corto plazo…".

"…Los dirigentes cubanos negaron a los congresistas de forma tajante que Fidel Castro padezca un cáncer u otra enfermedad terminal. 'La línea oficial es que Fidel regresará, eso es lo que escuchamos', dijo la representante demócrata por California, Jane Harman, antes de regresar a Estados Unidos".

"La delegación aseguró que en todo momento los dirigentes cubanos rechazaron la posibilidad de un cambio de rumbo político en la isla debido a la enfermedad de Castro. Algunos de los legisladores, como los republicanos Mike Conaway y Jerry Moran, se declararon decepcionados por no haber apreciado ninguna voluntad de avanzar en temas como derechos humanos, elecciones o libertad de prensa, pero aún así, dijeron apoyar la necesidad de que el Gobierno de EE UU abra un diálogo con Cuba y flexibilice el embargo…".

El País, España
18 de diciembre de 2006

Resumen de la prensa francesa

"…Verdadera excepción para su tradición, el diario popular francés Le Parisien destaca a Cuba en su primera página y en su mejor estilo catástrofe habla de 'la agonía de Cuba. Fidel Castro está con un pie en la tumba; muchos lo dan ya por muerto'. Pero Le Parisien hace un balance de medio siglo de castrismo: 'A pesar del aporte en dólares de los turistas, la isla está exangüe. La revolución se convirtió en pesadilla para la gente. Miseria, régimen policial, en fin, el balance es patético', según la enviada especial del matutino francés que, además de hablar de las peripecias de los cubanos para sobrevivir, rompe con uno de los mitos del castrismo, el de la vanguardia en materia de salud. 'Arturo, un doctor de 37 años de un hospital del interior asegura que falta de todo en los centros médicos, mientras improvisa con un tubo y un frasco un mecanismo para extraer el líquido de los pulmones de un enfermo. 'Sólo tenemos medicamentos, pocos antibióticos y equipos básicos —dice—. Y para una resonancia magnética, hay que ir a La Habana', escribe Le Parisien…".

Radio Francia Internacional, Francia
18 de diciembre de 2006

Cubanos pagan promesas a San Lázaro

"La fe en los milagros y el fervor de los devotos atrajo otra vez a miles de cubanos que de manera espontánea acudieron masivamente al santuario de 'Rincón', para manifestar su devoción, hacer una petición o cumplir una promesa al 'Milagroso San Lázaro'''.

"Los peregrinos comenzaron a mediados de esta semana a llegar al santuario desde los más diversos lugares de la isla, y el domingo, día de la festividad del 'santo de los milagros', eran miles los devotos congregados para participar en la romería religiosa más multitudinaria que se celebra en Cuba…".

"…Los creyentes acamparon en los jardines que rodean la ermita esperando toda la madrugada las misas oficiadas desde las 12 de la noche en el templo, una de ellas, a cargo del cardenal y arzobispo de La Habana, Jaime Ortega. En su homilía, monseñor Ortega invocó 'sobre todo que haya paz, en la familia, en la sociedad, en nuestra tierra, que nada venga a hacer nuestra vida difícil, dura, que podamos sentir esa paz, en la cercanía de Dios'…''.

El Nuevo Herald (Miami), EE UU
18 de diciembre de 2006

Castro, en su final

"Fidel Castro tenía envidia de Franco por el tiempo que perduraba en el poder. La perpetuidad es la primera aspiración del dictador. Ahora, el entorno de Castro está imitando al entorno de Franco en el último manejo a la desesperada: alargarle la vida todo lo posible. Es la primera preocupación de los colaboradores, que sienten que la muerte del jefe es también un poco su propia muerte. Castro le ha aventajado ya a Franco en tiempo de poltrona: lleva 47 años en el poder, ocho más que el caudillo español. Pero quizá no le gane la batalla de la edad: Franco murió en vísperas de cumplir 83 años y a Castro le faltan para superar esa edad dos años y ocho meses, que parece mucho tiempo para los doctores por muy sabios que sean…".

"…Como todos los dictadores en el poder oculta la gravedad de su achaque y mantiene a sus súbditos en la ignorancia. Dice que se desvela por ellos, pero les niega —sigue negándoles— uno de los bienes más preciados, la información. Desde hace casi dos meses, los cubanos no han recibido una sola información veraz sobre la enfermedad de su jefe. Bueno, en realidad, información veraz no han recibido nunca; ahora, en dos meses, ni siquiera una mentira adornada. Lo único que se sabe del enfermo procede del extravagante Hugo Chávez, cuya credibilidad es nula. O sea, no se sabe nada, salvo que Castro está muy mal, pues si estuviera muy bien o sólo un poquito bien habría desmentido con hechos su dolencia".

"Los cubanos, dentro y fuera de la isla, se hallan en máxima tensión. Castro no ha previsto las condiciones mínimas para una transición y en los días finales del tirano no hay tiempo de recomponer lo que tenía que haber sido preparado en años. Su hermano Raúl no podrá contener la marea del poscastrismo. La suerte para Castro es que no verá la derrota de su régimen, que se producirá inexorablemente porque una dictadura no sobrevive a su dictador…".

Justino Sinova, El Mundo, España
18 de diciembre de 2006

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