Oppenheimer y expertos: «Después de Irak, Washington tratará de evitar la disolución del Ejército cubano y del Partido Comunista»

El Informe: Política de EE UU hacia Cuba pende del final en Irak

"He aquí una teoría interesante: la política de Estados Unidos hacia Cuba será afectada significativamente por las secuelas de la guerra de Irak. A grandes rasgos, el razonamiento es el siguiente: así como la impopular guerra de Vietnam en los años 60 produjo un síndrome de Vietnam que llevó a Washington a tomar una posición menos agresiva en política exterior hacia el final de la década de los años 70 y 80, la guerra de Irak —y el antiamericanismo que trajo consigo— producirá un efecto similar en la política exterior norteamericana en los próximos años".

"…Posteriormente, el nuevo presidente de Estados Unidos probablemente anunciará un 'nuevo realismo' en política exterior. La principal característica de esta doctrina será evitar los errores que llevaron a la guerra de Irak y empezar a restaurar la reputación de Estados Unidos en el mundo (…) La semana pasada, en una reunión del Consejo de Relaciones Exteriores en Miami sobre Irak, varios participantes señalaron que el mayor error de Estados Unidos tras el derrocamiento de Saddam Hussein fue desmantelar el Ejército iraquí y destruir el poderoso partido gubernamental Baas, que eran las dos instituciones que mantenían unido al país".

"'Lo que hicimos allí fue quebrar la columna vertebral del país', dijo Mark Rosenberg, un profesor de Ciencias Políticas especializado en América Latina. 'No vamos a repetir el mismo error en Cuba' (…) Varios participantes en la reunión dijeron que habrá un impacto sobre la política de Estados Unidos hacia Cuba a nivel político: después de lo que pasó en Irak, Washington tratará de evitar la disolución del Ejército cubano y del Partido Comunista de Cuba, las únicas instituciones fuertes de la isla".

"…En términos prácticos, el síndrome de Irak puede llevar a que Washington comience a reemplazar su tradicional política de sanciones comerciales dirigidas a lograr un 'cambio de régimen' en Cuba por una estrategia menos ambiciosa para lograr una 'reforma de régimen' en La Habana. Algunos analistas no descartan un cambio aún más grande, hacia una 'aceptación de régimen'…".

Andrés Oppenheimer, Vanguardia, México
21 de mayo de 2007

Michael Moore se ríe otra vez de Bush

"El sábado el cineasta estadounidense presentó —fuera de concurso— un nuevo y controvertido documental (…) Se titula Sicko, y es la reconversión de un proyecto inicial sobre la industria farmacéutica, que habría podido hundirlo en un mar de querellas. Pero de todas formas, a Michael Moore le ha vuelto a tocar la lotería en forma de encuesta gubernamental por haber rodado en Cuba, a pesar del embargo existente. Viajó a la isla con un grupo de víctimas del 11-S, con enfermedades graves y que 'no han recibido ninguna ayuda'. En La Habana, y filmados por Moore, fueron tratados y medicados como si se hallaran en el más idílico de los paraísos. La argumentación del director es corrosiva. Fueron porque 'en Guantánamo la medicina es gratuita para los presos de Al Qaeda'".

"…Moore aparece aquí algo menos que en sus anteriores documentales, pero su oronda figura está presente en diversas secuencias, alimentando su no menos descomunal ego. Tampoco falta Bush. Pero es en el tramo final de La Habana cuando el panfleto se vuelve evidente, por mucho que allí sí exista una sanidad pública".

La Nación, Chile
21 de mayo de 2007

Joe García o la esperanza

"...[Joe] García concedió una entrevista al periódico digital Encuentro en la Red que rompió muchos de los esquemas tradicionales que acostumbran a repetir los políticos republicanos y demócratas al referirse al caso cubano. Desde hacía rato era necesario ese aire renovador. No es por gusto que la estridencia de la radio de Miami respondiera airada. Lo que temen no es escuchar una voz distinta, que se distancie de las palabras altisonantes y huecas y el discurso vocinglero que no va a ninguna parte. El miedo es a que ven amenazado su predominio. Ya es hora de poner fin a tanto embaucador del micrófono que se declara abanderado del anticastrismo para seguir disfrutando de una cómoda existencia (…), mientras los que viven en la isla se arriesgan a la cárcel y ellos apagan los micrófonos y se dedican a recibir espléndidos salarios, comisiones publicitarias y pagos extras por programas especiales destinados a incrementar el número de beneficiarios de Medicare inscritos a diferentes planes de salud".

"Los planteamientos de García en la entrevista a que hago referencia pueden parecer que no se apartan de la normalidad y el sentido común a cualquiera que vive fuera de Miami (…) Sin embargo, lo que me parece fundamental en la entrevista es que puede ser el comienzo del trazado de una línea política respecto a Cuba clara e independiente no sólo de las formulaciones del Partido Republicano sino del exilio histórico y la llamada 'línea dura del exilio'. En este sentido, la afirmación en favor de los viajes de cubanoamericanos y el fin de las restricciones a las remesas debe ser el punto de partida para una posición más amplia respecto al caso cubano, una política que se libere del secuestro al que la ha sometido por muchos años el sector más 'intransigente' de esta comunidad".

"No es un camino fácil. García apuesta por un exilio más amplio y una política hacia el régimen más efectiva, y para ello enfatiza la necesidad de apoyar a la disidencia. El hecho de que el jefe en Miami-Dade de uno de los dos principales partidos políticos nacionales advierta sobre el peligro de reemplazar el autoritarismo castrista por una forma de autoridad abusiva, proveniente del exilio, no tiene precedente. Creo que García ha iniciado un camino correcto y necesario (…) Las declaraciones de García son una buena señal en medio de la mediocridad política que desde hace muchos años impera en esta ciudad y en Washington, en lo que se refiere al tema cubano…".

Alejandro Armengol, El Nuevo Herald, EE UU
21 de mayo de 2007

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