Alarcón acusa a la Unión Europea de pactar con Bush

El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, acusó este martes a la Unión Europea (UE) de guardar silencio "como una bella durmiente" y pactar con la política del "fascista" George W. Bush hacia la Isla, informó la AFP.

Bajo el título de "El Mein Kampf de Bush y la bella durmiente", Alarcón publicó un artículo en el diario oficialista Granma en el que afirma que "hasta ahora nadie en Europa se ha dado por enterado" de las nuevas medidas aprobadas por Bush para "acelerar" la transición política en Cuba.

"La Unión Europea guarda silencio. Ninguna cancillería ha susurrado siquiera una palabra", manifestó, al comparar la política de Washington hacia Cuba con el Pacto de Munich, de 1938.

"En eso de pactar con los fascistas, de dejarles las manos libres, hay bastante experiencia allende el Atlántico", dijo, al recordar el pacto, en el que el presidente francés Edouard Daladier y el primer ministro británico Arthur N. Chamberlain cedieron a los reclamos territoriales de la Alemania de Aldolf Hitler.

Alarcón mencionó que experiencia "también la hay, dolorosamente, de las consecuencias".

"No son pocos, por suerte, quienes aún recuerdan a Munich y Chamberlain y su paraguas y todo el horror que vino después", aseveró.

Bush aprobó hace 10 días el segundo informe de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, que propone un fondo inicial de 80 millones de dólares para apoyar a la disidencia y el cambio en Cuba, las transmisiones de radio y televisión, y el financiamiento de actividades con ese propósito en terceros países.

También recomienda acciones para "desalentar a terceras partes" que apoyan a La Habana —como el gobierno de Venezuela—, e incluye un adjunto mantenido en secreto por razones de seguridad nacional, que el régimen cubano interpreta como una amenaza de agresión militar o de atentado contra Castro.

Alarcón afirmó en su artículo que "cada vez que lo considera oportuno, el gobierno norteamericano agradece públicamente la cooperación europea en la realización de sus planes anticubanos".

"Cooperación tan generosa y desinteresada que no ha sido afectada por las repetidas violaciones a su soberanía y a los derechos de sus empresas y sus ciudadanos. Nada perturba su plácido sueño", añadió.

Las relaciones entre La Habana y la UE, que tras el colapso de la antigua Unión Soviética en la década de los noventa se convirtió en un importante inversor en el Isla, se han enfriado en los últimos años.

La UE está dividida sobre su política hacia la Isla. Países como España defienden el mantenimiento de un "diálogo crítico" con el gobierno de Castro y el contacto con los opositores, pero otros, como la República Checa, son partidarios de una postura de línea dura.

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