Alarcón acusa al gobierno y la oposición españoles de falta de independencia ante Washington

El presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, dijo que el gobernante Partido Socialista Obrero Español (PSOE) adolece de cierta "ambigüedad" en su postura ante La Habana y, como el Partido Popular (PP, en la oposición), demuestra "la misma carencia" de "cuidado con la independencia" ante Estados Unidos, informó Europa Press.

"Hace tiempo que en algunas posiciones fundamentales es difícil ver las diferencias entre las corrientes socialdemócratas o afines y las democristianas, conservadoras o afines en Europa (…) y sobre todo en portarse bien, como escolares ejemplares, ante el presidente (estadounidense George W.) Bush", afirmó en una entrevista concedida a la prensa internacional en La Habana.

Según el funcionario cubano, lo que intentó el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero el año pasado con la retirada temporal de sanciones diplomáticas adoptadas por la Unión Europea contra La Habana en 2003 fue llevar "a un plano más serio y civilizado" las relaciones entre los Veinticinco y el régimen de Fidel Castro.

Las medidas fueron aprobadas a instancias del gobierno del entonces presidente José María Aznar para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes, condenados a penas de hasta 28 años.

Alarcón consideró que "conviene más al interés europeo una actitud como la que España ahora ha estado alentando (en la UE), que es bastante diferente" a la que impulsó el Ejecutivo de Aznar.

Asimismo, criticó la "encantadora modestia" demostrada por el ex presidente español al enviar a la disidencia cubana 30 ejemplares del libro El camino a la democracia en España para que no cometan tras la muerte de Castro "los errores del pasado".

Aznar "nunca fue otra cosa que un agente y servidor del gobierno norteamericano" que "no está autorizado" para realizar este tipo de gestos, dijo Alarcón.

El funcionario restó importancia a la reunión que celebrarán el próximo junio los países de la Unión Europea para revisar las sanciones de 2003 y dijo que no "merece mucho interés".

"No tengo la menor idea (de lo que ocurrirá en junio) ni creo que tenga mucho interés (…) en mi agenda (en junio) no tengo nada importante", afirmó.

Entre las sanciones estuvieron la disminución de la cooperación cultural y de los contactos de alto nivel y la invitación a los disidentes a las fiestas por fechas nacionales en las embajadas europeas en La Habana.

Las medidas llevaron prácticamente al congelamiento de las relaciones entre la UE y el régimen cubano y fueron levantadas por gestiones del actual gobierno de España en 2005.

"Yo he disfrutado esas sanciones como no pueden imaginarse, porque en Cuba hay muchas embajadas y todos los días hay una actividad diplomática y hay muchas cosas que uno puede hacer más interesantes (…) el día que levanten esas denominadas sanciones lo voy a extrañar", ironizó Alarcón y añadió que "lo que tiene que hacer la Unión Europea es liberarse de la influencia norteamericana" en sus posiciones respecto a La Habana.

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