Crece el número de víctimas mortales, evacuados y viviendas destruidas por las lluvias en la zona oriental
Las fuertes precipitaciones de las últimas 24 horas han llevado los embalses hasta el 90% de su capacidad en Guantánamo y al 98% en Santiago de Cuba.
Al menos dos muertos, una decena de viviendas destruidas y cientos dañadas, y cultivos inundados han dejado las intensas lluvias que azotan el oriente de Cuba, donde hasta este jueves han sido evacuadas unas 3.500 personas, informó la Defensa Civil.
Un hombre murió cuando, en estado de embriaguez, intentó cruzar a caballo el caudaloso río Guaso, en la comunidad de Paraguay, en las afueras de la capital de Guantánamo, según la oficialista Agencia de Información Nacional (AIN).
El miércoles, un campesino de 41 años murió ahogado cuando intentaba cruzar un río crecido en la zona conocida como las Cuevitas, en Santiago de Cuba, informó la Defensa Civil local.
La crecida y desborde de ríos en Guantánamo provocaron la destrucción de cerca de una decena de viviendas y daños en un centenar, afectaron cultivos y bloquearon carreteras.
Las fuertes precipitaciones de las últimas 24 horas han llevado los embalses hasta el 90% de su capacidad en Guantánamo y al 98% en Santiago de Cuba, de acuerdo con los últimos reportes oficiales.
Diferentes reportes de la Defensa Civil indican que los evacuados suman más de 3.000 en Guantánamo, 200 en Granma y 293 en Camagüey, sin que se tenga información concreta al respecto en Santiago de Cuba.
No obstante, los organismos de la Defensa Civil continuaban este jueves las labores de evacuación en zonas de alto riesgo de las provincias del oriente de Cuba.
Las persistentes lluvias que afectan el oriente cubano desde hace varios días han llegado a saturar los suelos, y las posibilidades de inundaciones y daños siguen presentes pues no se prevé un cambio de las condiciones climatológicas en los próximos días, según los expertos del Instituto de Meteorología.
El 24 de mayo una inesperada y fuerte lluvia que cayó sobre la capital cubana durante más de dos horas dejó siete muertos y daños materiales de consideración, algo inusual en un país con un reconocido sistema de prevención de desastres.
Las intensas y prolongadas lluvias del país han traído también beneficios, pero no han sido suficientes para revertir una dramática situación de sequía acumulada que padece el oriente de Cuba desde hace más de una década.
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