Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Decenas de marcas estadounidenses se venden en la Isla pese al embargo

Las compañías afirman que no tienen conocimiento directo de las ventas y que el dinero involucrado representa un monto pequeño.

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Artículos de decenas de marcas estadounidenses pueden ser adquiridos en Cuba, a pesar del embargo de Washington contra la Isla.

Zapatos deportivos Nike, dentífricos Colgate, cigarrillos Marlboro, cremas de afeitar Gillette, pantalones Jordache, entre otros productos, son vendidos en las tiendas en divisas que administra el gobierno.

Las compañías señalan que no tienen conocimiento directo de las ventas en Cuba, y que el dinero involucrado representa un monto pequeño, por lo que sería poco práctico el frenar las operaciones. Pero resulta difícil negar que una parte de las transacciones termina en Estados Unidos, reportó la AP.

"Tratamos de hacer y hacemos lo posible para vigilar (…) pero en una economía globalizada, es imposible detener todo", dijo Vada Manager, director de administración de asuntos globales de Nike Inc.

Las sanciones comerciales prohíben que los turistas estadounidenses visiten Cuba y permiten sólo que Estados Unidos exporte productos alimentarios y agrícolas, medicamentos y cierto equipo de telecomunicaciones. Sin embargo, mayoristas y distribuidores en Europa, Asia, América Latina y Canadá suelen vender algunas de las marcas más reconocidas de Estados Unidos a los importadores cubanos.

Según AP, los directivos en tres empresas de importaciones extranjeras que operan en La Habana dijeron que el propio gobierno cubano importa la gran mayoría de los artículos estadounidenses. Las fuentes pidieron permanecer en el anonimato, por temor a represalias económicas.

Christopher Padilla, subsecretario estadounidense de Comercio para la Administración de las Exportaciones, afirmó en Washington que el gobierno cubano envía incluso a delegaciones en "misiones de compra", que buscan productos específicos de Estados Unidos en otros países para revenderlos en la Isla.

En un país donde el turismo es la fuente principal de ingresos, la oferta de marcas estadounidenses permite atender mejor a los visitantes, dijo Daniel Erikson, un experto en economía de Cuba, en la organización Inter-American Dialogue, con sede en Washington.

"Evidentemente para la industria turística es importante el que los extranjeros que visitan Cuba vean productos que conocen y en los que confían", afirmó Erikson.

Los cubanos conocen los productos estadounidenses, pese a que prácticamente no hay publicidad en la Isla.

Ángel Hernández, un jubilado de 62 años, no mostró dudas cuando se le presentó un par de zapatos modelo Air Jordan. "Eso es Nike", dijo.

Los zapatos, fabricados en China, se venden en 129,40 pesos convertibles (unos 140 dólares) en una tienda del Parque Central de La Habana. Abundan también los modelos apócrifos. Varias tiendas, incluida una dentro del Hotel Habana Libre, ofrecen modelos Max Air 80 que se asemejan a los originales, pero Nike no los fabrica.

En el Hotel Comodoro, una tienda de ropa ofrece en 40 dólares un maletín para gimnasio. La etiqueta dice "Hecho en Indonesia" y "Nike de México", lo que daría una pista sobre cómo llegó el artículo a Cuba.

El gerente dijo que probablemente los productos Nike a la venta en Cuba son "piratas". Sin embargo, reconoció que los distribuidores legítimos fuera de Estados Unidos podrían estar vendiendo productos a importadores cubanos, y que Nike podría estar recibiendo algo del dinero generado por esas ventas.

"Pero de lo que hablamos aquí es de un volumen muy pequeño", dijo. "Y si somos capaces de detectar de dónde provienen los productos, ese distribuidor o detallista corre el riesgo de perder su cuenta con nosotros".

John Kavulich, asesor del Consejo Económico Cuba-Estados Unidos, con sede en Nueva York, negó que las empresas estadounidenses eludan las restricciones de esa forma.

"Resulta casi imposible para las empresas estadounidenses el detener esto", dijo Kavulich. "Desde luego, en cierto momento de la transacción, justo al comienzo, cuando el distribuidor legítimo adquirió el producto a Nike o a otra compañía, el dinero llegó a Estados Unidos", añadió.

Kavulich estimó que el valor de las marcas estadounidenses vendidas en Cuba es "probablemente de 20 millones de dólares o menos al año", pero destacó que menos del 5% de ese monto representa utilidades para las empresas, debido a todos los estratos de transacciones por los que pasan los productos para llegar a la Isla.

Al menos dos tiendas de ropa en La Habana llevan el nombre Jordache y una utiliza incluso el logotipo de la compañía —la cabeza de un caballo— en su marquesina. Los estantes están repletos de pantalones vaqueros, camisas y blusas con etiquetas de la marca.

Steven Nakash, director de licencias de Jordache Enterprises en Nueva York, dijo que la compañía ha tenido noticias sobre el uso no autorizado de su marca en Cuba desde hace varios años, pero no tomó medidas porque "es muy difícil que una empresa estadounidense (…) combata esto en territorio extranjero".

Nakash, miembro de la familia fundadora de Jordache, dijo que la empresa tiene distribuidores internacionales, pero otorga también licencias de su marca a los fabricantes. Añadió que no está seguro de dónde proceden los productos ofrecidos en Cuba.

"¿Me llega algo de los ingresos de Cuba? Absolutamente no", dijo Nakash, según AP.