Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Emigración

Detienen a cuatro balseros en isla del este de México

Los nombres proporcionados son Oskel Lezcano Chávez y Lorenzo del Toro Ramos, quienes se han identificado como activistas políticos.

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AFP/ Cancún. Cuatro balseros cubanos, dos de ellos identificados como activistas políticos, fueron localizados y detenidos por la Marina de México en la Isla Contoy, área natural protegida de la Península de Yucatán, informaron este sábado autoridades navales.

Los cubanos "fueron localizados en las primeras horas del viernes" y se trata de cuatro balseros que viajaban en una precaria embarcación que "recaló cerca de un campamento pesquero en Isla Contoy", en Quintana Roo, informó el vicealmirante Jaime Mejía Michel, comandante de la Séptima Zona Naval de México.

Los nombres proporcionados son "Oskel Lezcano Chávez, de 30 años, quien se identificó como activista del Movimiento Pro Derechos Humanos de Cuba; y Lorenzo del Toro Ramos, de 40 años de edad, quien dijo ser presidente de la Alianza Democrática Sanluiseña y también presidente del Concilio por la Libertad de Occidente".

Los otros dos balseros son el pescador Valentín García Fuentes, de 53 años, y Maikel Jiménez Chávez, de 29 años.

Elementos de la marina relataron que Lorenzo del Toro denunció que "durante la travesía un barco de bandera panameña intentó hundirlos".

También detallaron que tanto Lezcano como Del Toro se dicen activistas en pro de derechos humanos y aseguran haber estado en prisión en la Isla.

Estas versiones sobre los ilegales detenidos no fueron confirmadas por autoridades migratorias, quienes guardaron silencio absoluto una vez que los antillanos fueron puestos a su disposición y se trasladaron a las oficinas del aeropuerto de Cancún.

La Habana ha denunciado la existencia de una presunta red de traficantes de seres humanos que opera desde el estado mexicano de Quintana Roo, a donde frecuentemente llegan balseros cubanos.

Cuatro mexicanos, que se identifican como pescadores que por accidente llegaron a Cuba, están siendo juzgados en La Habana por tráfico de personas y el gobierno cubano pide 10 años de prisión para cada uno de ellos.