Disidentes consideran que 2006 ha sido un año trascendental para Cuba
Miembros de la oposición interna cubana opinaron que 2006 ha sido un año trascendental para la historia del país y marca la aparición de una toma de conciencia de la población de que las cosas no pueden seguir igual tras la retirada provisional del poder de Fidel Castro, informó EFE.
Líderes de organizaciones políticas opositoras y de derechos humanos destacaron la trascendencia del 31 de julio, fecha en que por primera vez en casi 50 años el gobernante cubano delegó sus principales funciones en su hermano Raúl, tras sufrir una operación por una enfermedad que se mantiene como "secreto de Estado".
En general, coincidieron en que, con altibajos a lo largo del año, la situación de los derechos humanos ha seguido siendo complicada, con formas de represión como los "actos de repudio" y el acoso sobre los disidentes, aunque consideraron que su posición está ahora más "legitimada" que hace unos años.
"Independientemente de que la gente sea más crítica con el régimen o no, que tengan el pensamiento más articulado o no, atraviesa toda la sociedad la sensación que Cuba no aguanta más", señaló portavoz del socialdemócrata Arco Progresista, Manuel Cuesta Morúa, en declaraciones a EFE.
Según Cuesta Morúa, la represión contra los disidentes ha variado en los últimos meses hacia una postura más "pasiva", en la que el gobierno actúa por reacción y no por iniciativa como ocurría en los últimos años.
En su opinión, 2007 será "el año en que se complete el proceso de sucesión y el que podría ser el nuevo gobierno dentro de la revolución".
Además, destacó que la situación de la oposición es ahora mejor que hace unos años en términos de legitimidad.
Para Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, "la represión política ha sido una constante este año como en todos los años anteriores", aunque descendió en agosto y septiembre para volver a ascender en octubre y noviembre.
Opinó que algunos incidentes, como el del pasado 10 de diciembre en La Habana, cuando grupos castristas impidieron violentamente una marcha pacífica, fueron una "exhibición de musculatura" del gobierno de Raúl Castro.
Sánchez Santacruz señaló que en este momento la gente está "abstraída de Fidel Castro", y "lo que espera el ciudadano medio de la calle es que esa página pase y que lleguen tiempos mejores".
En igual sentido se pronunció Héctor Palacios, uno de "los 75" disidentes condenados en la primavera de 2003 a penas de hasta 28 años de cárcel.
"La salud del comandante no es un tema para la gente, hay tantos temas que resolver que la gente no tiene tiempo para pensar en la salud de Fidel y la gente es consciente de la necesidad de cambio", indicó.
Para Palacios, excarcelado a primeros de diciembre por motivos de salud, 2007 "será un año crucial, un año de gran movida", en el que se verán elementos que ya empiezan a afectar al país, como la "inflación galopante" por el aumento de tarifas de electricidad y transporte.
Miriam Leiva, miembro de las Damas de Blanco, agrupación que reúne a mujeres familiares de "los 75", señaló que "el nivel de represión ya era tan fuerte" que no cree que "se pueda decir que hubo más este año".
"Con los disidentes no ha habido cambios, sigue la represión, que fue más en el interior del país, para recordarle a la población que no se pueden mover y con la determinación específica de recordarnos que todos somos rehenes", indicó.
"El balance para mí no es negativo, ha habido avances en el tema de la conciencia de la población de la necesidad de un cambio, es algo que palpo en la calle", señaló, por su parte, Oscar Espinosa Chepe, otro de los disidentes excarcelados del "Grupo de los 75".
Espinosa destacó que "hay una actitud más respetuosa que hace cuatro o cinco años" hacia los disidentes y subrayó la predisposición de Raúl Castro al establecimiento de un diálogo con Estados Unidos, manifestado en un discurso el pasado 2 de diciembre.
"Creo que hay que darle un voto de confianza a Raúl. Si hemos esperado 48 años con Fidel no sé por qué no darle cinco meses a Raúl", dijo.
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