Actualizado: 23/04/2024 20:43
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Castro-salud, transición, Arco Progresista

El Arco Progresista pide el retiro 'permanente' de Castro y la no intromisión de EE UU para asegurar la seguridad nacional

La coalición opinó que Castro, 'con su retiro generoso; los sucesores, con responsabilidad; y EE UU, con su abstención', facilitarían el reencuentro entre cubanos.

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La coalición socialdemócrata Arco Progresista pidió este jueves que Fidel Castro haga "dejación permanente y total de sus funciones oficiales a favor de sus sucesores institucionalmente establecidos" y que Estados Unidos se abstenga de entrometerse en los asuntos cubanos.

La agrupación consideró que estos elementos son esenciales para garantizar la seguridad nacional cubana que, a su juicio, enfrenta un doble peligro: "el que proviene de casi medio siglo de políticas erráticas y carentes de visión nacional por parte del gobierno cubano, y el que proviene de las pretensiones estadounidenses de programar" los rumbos de la Isla.

Para el Arco Progresista la "incapacidad física del presidente cubano para continuar al mando del país y el Plan Bush para la Asistencia a una Cuba Libre, han acentuado y acelerado ese doble peligro".

El pasado 31 de julio, en una proclama sin precedentes, Fidel Castro anunció la delegación provisional de sus principales poderes en su hermano Raúl, tras someterse a una intervención quirúrgica por una hemorragia intestinal.

En un comunicado enviado a la prensa este jueves y firmado por su portavoz, Manuel Cuesta Morúa, el Arco Progresista considera que, en el orden interno, "la inestabilidad en la imagen y presencia pública" de Castro, provocada por su estado de salud y su avanzada edad, genera "un escenario de incertidumbres y parálisis en un país que necesita progresar con paso sostenido".

"No hay dudas que una permanencia de la incertidumbre profundizaría los riesgos internos a la seguridad nacional ya presentes: precariedad alimentaria, corrupción extendida, represión creciente, fragmentación y cinismo sociales, éxodo permanente y repunte de los racismos, entre otros desajustes", advierte la organización.

El Arco Progresista afirma que, por ello, Castro debería hacer dejación completa de sus funciones. A juicio de la coalición, "esto revelaría valor y responsabilidad".

"La provisionalidad no es buena para una nación que necesita políticas previsibles e institucionales", dice la agrupación en su comunicado.

Según los integrantes del Arco Progresista, "el consenso tácito de un número significativo de cubanos, sin importar su filiación política, es que este paso es importante para Cuba".

Castro, "con su retiro generoso; los sucesores, con responsabilidad; y los Estados Unidos, con su abstención, podrían facilitar el inicio de un reencuentro entre cubanos", cosa que demanda la "seguridad nacional de Cuba", dice la organización.

"La idea y realidad de que, independientemente de nuestras diferencias, los cubanos estamos en capacidad de sentarnos a dialogar, se ha visto constantemente frustrada en nuestra historia, pero no ha desaparecido jamás de nuestro horizonte", afirma.

La coalición critica además en su comunicado las recomendaciones de la Comisión para la Asistencia a una Cuba Libre, creada por el presidente estadounidense, George W. Bush, para "acelerar" la transición en la Isla.

"El Plan Bush para Cuba constituye —además de una intromisión y un menosprecio a nuestras capacidades, que rechazamos— la renovación del peligro. Su visión geopolítica enfoca la democratización de Cuba supeditada a los intereses norteamericanos en la región, sin tomar en cuenta las realidades del país, como lo ilustra el nombramiento de un Coordinador para la transición", considera el Arco Progresista.

"Su intención de otorgar recursos a la oposición, según la agenda de Washington, sujeta ese proceso a un proyecto delineado por los que otorgan los recursos, determinando quiénes son sus actores, a la vez que lo mercantiliza", agrega.

Asimismo, "la pretendida confección de una 'lista de esbirros', tal y como plantea el texto (del segundo informe de la Comisión), envenena la reconciliación nacional en el intento de señalar desde Washington qué y quiénes deben ser castigados y de predeterminar cómo deben plantearse los procesos judiciales del cambio", afirma la agrupación.

Por otra parte, el Arco Progresista considera que "exigir elecciones multipartidistas como requisito para certificar el carácter democrático de la transición desconoce la realidad cubana del último medio siglo, exporta a Cuba circunstancias que no existen, estrecha y hegemoniza los criterios para evaluar los progresos democráticos que puedan darse al margen de unas elecciones que serían precipitadas, y desalienta a sectores que, temerosos del cambio, podrían incorporarse gradualmente de no existir tales circunstancias".

Por último, la coalición critica la existencia en el segundo informe de la Comisión de una "cláusula secreta", pues considera que esto "proporciona argumentos a los enemigos del cambio (…) Todo ello en un proyecto en el que sólo se menciona una vez el concepto de 'transición pacífica', y que tiene importantes diferencias entre sus versiones en inglés y en español", añade.