Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Embajada cubana en Praga protesta ante las autoridades checas por supuesta 'intromisión'

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La Embajada de Cuba en Praga entregó este miércoles a las autoridades checas una nota oficial de protesta contra las licitaciones abiertas por el Ministerio de Asuntos Exteriores checo para financiar proyectos que La Habana considera una "intromisión" en sus asuntos internos, informó EFE.

Estos programas fueron creados recientemente por el gobierno de la República Checa y a ellos pueden acceder organizaciones no gubernamentales.

"Entregamos una nota con una protesta por la supuesta intromisión en asuntos cubanos que implica la licitación de programas de cooperación que tiene la cancillería (checa) para países totalitarios", dijo Aymee Hernández, encargada de negocios de la sede diplomática cubana. "Es un departamento para la subvención, de trabajos sucios en terceros países", añadió.

Hernández acudió este miércoles al Palacio Czernin, sede del Ministerio checo de Exteriores, para dar explicaciones por la detención en Cuba de la modelo Helen Houdova y la psicóloga Mariana Kroftova.

"Nosotros no tenemos que dar ninguna explicación", dijo Hernández, que aprovechó la visita a la cancillería para denunciar el asunto de las licitaciones.

La funcionaria se reunió con Jakub Skalnik, director del Departamento para Estados Americanos de la cancillería, y dijo que la cita fue "respetuosa pero no amistosa", y que "ambas partes hablaron fuerte sobre su posición".

Las tensas relaciones diplomáticas entre La Habana y la República Checa se agravaron la semana pasada con el arresto en la Isla de Houdova y Kroftova.

Las mujeres fueron detenidas el 23 de enero por realizar fotografías que el gobierno cubano consideró "inapropiadas", y que mostrarían a niños en situación de pobreza.

Tras 11 horas de arresto, durante las cuales no se les permitió contactar con la representación diplomática checa en La Habana, Houdova y Kroftova fueron puestas en libertad, pero se les obligó a firmar un documento en el que se comprometían a "no participar en actividades contrarrevolucionarias" y a no salir fuera de la capital cubana antes del domingo 29 de enero, cuando tenían previsto concluir su visita.