Actualizado: 25/04/2024 19:17
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Exiliados continúan escépticos tras explicación de Madrid sobre su estrategia hacia La Habana

'El diálogo contemplativo (...) haciéndole concesiones al gobierno cubano, no tiene sentido. Hay que hacer un diálogo en el que esté presente' la disidencia, dijo Raúl Rivero.

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Varios grupos de exiliados cubanos convocados este martes por el Ministerio español de Asuntos Exteriores para explicarles la estrategia política de Madrid hacia La Habana, expresaron su escepticismo por el resultado que pueda tener un diálogo con el régimen castrista que no dé un papel más activo a la disidencia interna, informó EFE

Los exiliados mantuvieron una reunión de dos horas con el director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo, quien les expuso la estrategia de interlocución con las autoridades de la Isla y "todos los sectores de la sociedad cubana" ante la etapa abierta por la decisión de Fidel Castro de delegar el poder, informó la Cancillería española en un comunicado.

El objetivo de la reunión fue informar "sobre el estado actual de las relaciones con Cuba, tanto a nivel bilateral como en el marco de la Unión Europea" (UE), señaló el texto, de acuerdo con la AFP.

Sandomingo informó además a los opositores sobre de la primera reunión del mecanismo de consultas políticas acordado entre La Habana y Madrid en abril, durante la visita a la Isla del canciller español, Miguel Ángel Moratinos, y que incluye el tema de los derechos humanos y la situación de los presos políticos, según los funcionarios españoles.

A la reunión acudieron representantes de Unión Liberal Cubana, la Plataforma Cuba Democracia Ya, el Movimiento Cristiano Liberación, Encuentro de la Cultura Cubana, el Comité Cubano Pro Derechos Humanos, la Editorial Colibrí y la Unión del Pueblo Cubano, además del poeta y periodista Raúl Rivero.

En declaraciones a la prensa a la salida de la reunión, Rivero manifestó su recelo por el tipo de interlocución por el que apuesta Madrid con un régimen como el cubano.

"El diálogo contemplativo, el diálogo haciéndole concesiones al gobierno cubano, no tiene sentido. Hay que hacer un diálogo en el que esté presente esa gente", dijo Rivero en alusión a la disidencia.

Añadió que la situación interna en Cuba y la de los presos es "mucho peor" desde que Fidel Castro delegó el poder en su hermano Raúl.

El presidente de la Plataforma Cuba Democracia Ya, Rigoberto Carceller, se mostró "escéptico" por el resultado de la reunión al entender que "el régimen cubano está ganando tiempo" con la política de España.

Carceller agradeció al Ministerio español de Exteriores que convocara a los exiliados, pero volvió a reprochar que Moratinos no se reuniera con representantes de la disidencia interna cuando viajó a La Habana.

El representante de Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Carlos Payá, reconoció en declaraciones a EFE, la "buena voluntad" del gobierno español y valoró su interés por el diálogo. Pero instó al mismo tiempo a Madrid a apoyar acciones a favor de la democracia ya planteadas dentro de Cuba, como el Proyecto Varela, impulsado por su hermano, Oswaldo Payá.

A juicio del representante del MCL, el régimen castrista debe "dar pasos" y no limitarse a liberar presos, porque "hay once millones de cubanos de recambio".

El coordinador de Unión Liberal Cubana, Antonio Guedes, definió la reunión como una "operación maquillaje" en la que el Ejecutivo español "no dijo nada nuevo".

Guedes afirmó que Madrid está contribuyendo, "aunque sea sin querer, a legitimar la sucesión" de Castro sin tener presente a los disidentes.

"En estos momentos, ¿quién está contento? El régimen cubano. Una cosa es conversar, tender puentes, y otra cosa es la estrategia", manifestó.

En la reunión, el Ejecutivo criticó "mucho" a Estados Unidos y a países europeos como la República Checa por su política hacia Cuba, comentó Guedes y consideró que a quien único favorece la desunión del bloque es al régimen castrista.

Según Exteriores, la reunión se desarrolló en "un ambiente cordial y de confianza".

Sandomingo fue también el encargado de reunirse con algunos disidentes en La Habana después de que Moratinos abandonara la Isla en su viaje en abril.