Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Posada Carriles

La Habana hace públicas conversaciones que vinculan a Posada Carriles con actos terroristas

Las conversaciones se habrían producido entre febrero y septiembre de 1997, y están relacionadas con atentados contra instalaciones turísticas cubanas realizados ese año.

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El gobierno cubano publicó el viernes presuntos extractos de llamadas telefónicas del anticastrista Luis Posada Carriles relacionadas con atentados con bomba realizados en La Habana, en 1997, y que fueron entregadas por las autoridades de la Isla al Buró Federal de Investigaciones (FBI) de Estados Unidos un año después, informó la AP.

El diario Granma, órgano oficial de Partido Comunista de Cuba, dedicó dos páginas a incluir fragmentos de 10 de las 14 supuestas conversaciones en las cuales Posada Carriles comentó con algunos amigos y aliados tanto en Venezuela como en Centroamérica sobre los ataques.

Una serie de atentados dejó un empresario italiano muerto —Fabio Di Celmo—, varios heridos y cuantiosos daños materiales en centros turísticos de la Isla en 1997.

"Y ahora dos explosiones más, una la metimos en el Hotel Sol Palmeras de Varadero, uno de los nuevos esos de los españoles, y la otra en una discoteca en plena Habana", se lee en las transcripciones publicadas.

Las conversaciones se habrían producido entre febrero y septiembre de 1997, según Granma, y en ellas también se habla del financiamiento de estas acciones, de otras frustradas bombas en México contra agencias de viaje cubanas, de la protección de algunos amigos y hasta de comisiones por negociados turbios en Centroamérica.

En varias ocasiones, Posada Carriles usa un nombre falso que fue su seudónimo de aquella época, Ramón Medina Rivas, y la mayoría de las veces su interlocutor es Francisco Pimentel, un comerciante venezolano de origen cubano.

La forma en la cual se realizó la instalación de los explosivos fue el reclutamiento de mercenarios centroamericanos por parte de Posada Carriles, algunos de los cuales confesaron al caer capturados en La Habana y fueron sentenciado a pena de muerte, aunque no han sido ejecutados.

"En total, se prepararon 14 artefactos explosivos, de los cuales 8 explotaron, 4 fueron desactivados y 2 fueron ocupados en el momento de introducirlos en el aeropuerto", dijo un comentario incluido en Granma junto con las transcripciones de los fragmentos de conversaciones.

El rotativo dijo que la financiación de los ataques corrió a cargo de la Fundación Nacional Cubano-Americana, con sede en Miami, y que el dinero se envió desde la oficina de Alberto Hernández, en ese entonces alto directivo de la organización.

Actualmente, una corte de Nueva Jersey investiga precisamente el financiamiento de los atentados en hoteles.

Posada Carriles, un ex agente de la CIA y quien se encontraba bajo proceso en Estados Unidos por cargos migratorios desde 2005, quedó en libertad la semana pasada, luego de que una jueza federal desestimara los cargos en su contra.