Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Hilda Molina

La madre de Hilda Molina pide ayuda a los obispos latinoamericanos

El gobierno 'se burla de mi última voluntad' y 'viola mis más elementales derechos', dice la mujer de 88 años, que quiere viajar a Argentina a reunirse con sus familiares.

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La madre de la neurocirujana cubana Hilda Molina, que intenta desde hace 13 años viajar a Argentina, pidió a los obispos latinoamericanos que intercedan ante La Habana para que al menos ella pueda concretar su salida a Buenos Aires y reunirse con sus familiares, informó ANSA.

"Agobiada por un indescriptible sufrimiento, acudo a ustedes con esta petición, que es mi última voluntad: por favor, soliciten al gobierno cubano que mi hija y yo podamos viajar juntas lo antes posible", afirmó Hilda Morejón Serantes, de 88 años, en una carta divulgada en La Habana.

La Conferencia Episcopal Latinoamericana (Celam) se reunirá a partir del 10 de julio en la capital de la Isla.

"Por favor, no me abandonen. Les suplico que me ayuden a morir en paz; no permitan que muera desesperada (…) no quiero morir sin ver a mi nieto y a mi nieta, y sin conocer a mis bisnietos", dijo Morejón en su carta a los obispos, según citó AFP.

Morejón Serantes es madre de Hilda Molina, de 64 años, una prestigiosa neurocirujana que ocupó altas responsabilidades en Cuba y que mantiene una disputa con La Habana para que autorice su viaje a Argentina, donde está radicado su hijo Roberto Quiñones, casado con una ciudadana de ese país, a fin de conocer a sus dos nietos.

La anciana sufrió un accidente doméstico el año pasado y, ante su quebranto de salud, decidió viajar a Argentina sin su hija para recuperarse y con la intención de regresar a Cuba.

"Si los que nos torturan se aferran al despiadado absurdo de retener aquí a mi hija, que al menos permitan que yo viaje de inmediato a Argentina", añadió la anciana, quien dice estar "gravemente enferma y postrada en un sillón de ruedas".

"Las autoridades de este país carecen absolutamente de argumentos que validen mi retención por la fuerza en Cuba", sostuvo la anciana, quien espera desde agosto de 2006 la entrega del pasaporte que le permita salir de la Isla.

El pasaporte "no me ha sido entregado" y "ni siquiera explican el motivo de que me haya sido retenido este documento", lo que "me permite afirmar que el gobierno cubano también prohíbe que yo visite a mi adorada familia en Argentina", continuó Morejón Serantes en su carta a los obispos.

"¿A quien puede perjudicar nuestra visita temporal y estrictamente familiar a Argentina?", se preguntó la mujer.

El gobierno cubano "se burla de mi última voluntad" y "viola impúdicamente mis más elementales derechos, aun sabiendo que estoy próxima a mi fin", concluyó la anciana.