Los 'balseros del puente' piden a EE UU que les permita volver

El grupo de 15 cubanos a quienes las autoridades de Estados Unidos repatriaron el 9 de enero, reclamó este lunes que Washington acepte el fallo de un tribunal de Miami y les permita el ingreso a ese país, informó la AFP.

Los balseros, residentes en la provincia de Matanzas, llegaron desde muy temprano a la sede de la Sección de Intereses de Estados Unidos (SINA) en La Habana, donde fueron entrevistados por funcionarios de la misión diplomática durante más de dos horas.

"Nos preguntaron si habíamos tenido alguna represalia del gobierno (cubano). Les dijimos que no. Nos dijeron que estaban esperando respuesta del proceso legal y que nos avisan", declaró Ernesto Hernández, un chofer de 48 años.

Hernández, quien pertenece a una familia cuyos 8 miembros integran el grupo de balseros, precisó a la prensa internacional que respondieron, uno a uno, a preguntas de los funcionarios, y dijo tener esperanza en que Estados Unidos les permita retornar.

Pero otros salieron desanimados. "Estoy desmotivado, nos hicieron venir desde lejos para hacernos las mismas preguntas. Debían de habernos dicho algo más", dijo a la AFP Emiliano Batista, de 31 años, y afirmó haber intentado salir de Cuba en 18 ocasiones.

"Tengo 18 salidas. Arriesgo la vida por muchos motivos: Mira mis manos, he trabajado y nunca he podido ser nadie", declaró a la AFP.

Batista fue quien dirigió la construcción de la embarcación de zinc y madera —de seis metros de eslora— y un motor diesel fuera de borda, que pintaron de azul para evitar ser avistados en alta mar.

El proceso duró tres meses, y los balseros gastaron 4.500 dólares. Para financiar la construcción, vendieron todo lo que tenían en Cuba.

"He hecho tantas cosas en mi vida, que es para que hubiera tenido algo más en 31 años. Tengo familiares afuera que llevan años y son millonarios, y me dicen la oportunidad está allí, con lo que trabajo en Cuba, allá viviría, no importa que no sea rico, pero viviría bien", declaró Batista.

La Guardia Costera encontró a principios de enero a los 15 cubanos en un viejo puente abandonado de Florida, y los repatrió el 9 de enero por considerar que no habían llegado a tierra firme.

El 28 de febrero, un juez federal de Miami estimó que las autoridades se habían equivocado, que los inmigrantes "fueron devueltos ilegalmente a Cuba", y que Washington debería ayudarlos a volver a Estados Unidos.

Ante la posibilidad de viajar con visa, los 15 iniciaron los trámites de permiso de salida ante las autoridades de migración de Cuba, que deberían responder el próximo 17 de marzo.

"No hemos perdido la fe, pensamos que, como ganamos, nuestro derecho es irnos a Miami de nuevo. El gobierno (de Estados Unidos) tiene 30 días para apelar y esperamos su decisión. Confiamos en la ley. Nosotros legalmente pisamos tierra americana" (estadounidense), dijo Elizabeth Hernández, de 22 años y quien se embarcó con su niño de dos años y su esposo.

Otro de sus compañeros de travesía, Marino Hernández, un mecánico de 41 años que se embarcó con su hijo de 13 años, dijo estar seguro de que en Miami encontrará "trabajo de sobra". Suma ya tres intentos de salida y espera reunirse allá con la madre del niño, quien hace ocho años salió ilegalmente de la Isla.

"Es un riesgo bastante grande, pero que se debe correr, para lograr alcanzar la suerte. Espero lograrlo esta vez", añadió.

Lázaro Medina, de 36 años, dijo estar desanimado. "Este era mi segundo intento de salida. Pedimos una respuesta, si me dicen que no para qué me voy a volver a tirar, a arriesgar mi vida, si al final llego allá y me viran".

El fin de semana, en la primera reacción de La Habana sobre el caso, el presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular, Ricardo Alarcón, acusó a Washington de crear situaciones en las que cubanos arriesgan sus vidas.

"¿Por qué no les dieron las visas antes, hay que arriesgar la vida, llegar hasta el mar, hace falta que un juez les ordene que les den una visa?", dijo en referencia a los "balseros del puente".

La Habana acusa a Washington de estimular las salidas ilegales con la Ley de Ajuste Cubano, conocida como "pies secos-pies mojados", que permite a los cubanos que tocan territorio de Estados Unidos obtener residencia legal.

Por su parte, Washington responsabiliza del éxodo al gobierno de Fidel Castro, por la "ausencia de libertades" y las "precarias" condiciones económicas en la Isla.

En 2005, Estados Unidos interceptó en el mar a 2.834 cubanos, el doble de 2004 y la mayor cantidad desde la crisis de los balseros de 1994, cuando la cifra llegó a más de 37.000.

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