Actualizado: 18/04/2024 23:36
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Los cubanos buscan alternativas ante la crisis del transporte

La disponibilidad de autobuses y 'camellos' es decreciente, debido a roturas, desgaste por uso continuado y falta de piezas de repuesto.

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AFP/ La Habana. Mientras llegan los prometidos 8.000 autobuses chinos, los cubanos encaran el reto diario de trasladarse dentro de sus ciudades con decreciente parque de transporte, que los hace acudir al autostop ("botella") o a un institucionalizado servicio con autos públicos ("azules").

En La Habana, donde la situación es muy crítica hace más de 15 años, el sistema de transporte urbano (estatal) sólo logra mover a 540.000 personas diarias, una cantidad que los especialistas estiman "insuficiente", lo que se evidencia en la acumulación de personas en las paradas, bajo un fuerte sol tropical.

Pero la disponibilidad de autobuses y de "camellos", remolque para unos 300 pasajeros tirado por un camión, es "decreciente", ante roturas, desgaste por uso continuado y falta de piezas de repuesto, según las mismas fuentes.

Algunos miles de personas acuden al autostop y, con varias escalas y cambios realizados en los semáforos, donde solicitan el favor a los conductores, atraviesan la ciudad a veces en tiempo récord.

"La guagua (ómnibus) está en candela, y hay que resolver para poder llegar a tiempo", dijo a la AFP Cristina, una joven de 19 años que viaja unos 20km en "botella" desde su residencia hasta el Instituto Superior de Arte, donde estudia.

El servicio de taxis estatales en moneda nacional es escaso y muchos acuden a los "almendrones", taxis colectivos privados en viejos autos norteamericanos de la década de los años cincuenta, cuyo costo equivale a un día de trabajo de cualquier persona en la Isla.

Más de 100.000 personas acuden a diario al Servicio de Inspectores Populares de Transporte, denominados popularmente "azules" por el color de su uniforme, un cuerpo que detiene a los autos de empresas estatales y le incorpora los pasajeros que lleven la misma ruta.

Según Jorge Luis León, director de la Empresa de Ómnibus Urbanos de La Habana, el promedio diario de transportación por esa vía en la capital cubana es de 120.000 personas, que acuden a los 178 puntos existentes en la ciudad, donde trabajan 400 inspectores.

Decretos oficiales obligan a los autos y ómnibus de empresas estatales a acatar la autoridad de los inspectores y transportar a las personas, o enfrentar diferentes sanciones, según la reincidencia.

El semanario Trabajadores llamó el pasado lunes a "llegar al corazón de los que no paran", pues en el primer cuatrimestre, el 8,8% de los autos hicieron caso omiso de los inspectores y medio millón de personas dejó de transportarse.

Trabajadores identificó a autos de los ministerios de Informática, Industria Básica, Turismo y Construcción como los más violadores de esta disposición, e incluso publicó el número de las placas de los autos más reincidentes con negaciones de los conductores.

Se "han adoptado medidas que van desde la separación del puesto de trabajo hasta la anulación de la estimulación del implicado", dijo el semanario.

León explicó que se trabaja en la reparación de los equipos actuales, se trata de comprar ómnibus de segunda mano, se buscan alternativas.

El gobierno anunció la compra de 8.000 autobuses en China, parte de ellos para el transporte público, una inversión de mil millones de dólares que incluye reparación y cambio de motor al parque existente.

Mientras tanto, viajar cada día es un reto, que se "se resuelve luchando con la guagua, en botella o con los azules", dijo un habanero.