Actualizado: 28/03/2024 20:07
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Pérez Roque: Zapatero 'se ha apartado de la posición hipócrita de Aznar hacia Cuba'

El canciller cubano volvió a negar la existencia de presos políticos en la Isla y reiteró que el tema no está en la agenda de conversaciones con Madrid.

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El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, elogió la actual política del gobierno español hacia Cuba y afirmó que Madrid juega en este momento "un papel fundamental" en las deterioradas relaciones de La Habana con la Unión Europea (UE).

En una entrevista concedida al diario español El Mundo durante una reciente visita a Bolivia, el funcionario repitió además que el tema de los presos políticos no está en la agenda de las conversaciones entre los gobiernos de Cuba y España, que en abril pasado, durante una visita a la Isla del canciller Miguel Ángel Moratinos, alcanzaron un acuerdo para crear un mecanismo de consultas políticas, incluido el tema de los derechos humanos.

"Vemos con respeto a (el presidente del gobierno español, José Luis Rodríguez) Zapatero, porque se ha apartado de la posición hipócrita de (el ex presidente José María) Aznar hacia Cuba. Tenemos puntos de vista distintos, pero los discutimos con respeto. Lo nuevo es que Zapatero se acerca a Cuba a partir del diálogo y de los intereses españoles", dijo Pérez Roque en la entrevista, publicada este lunes.

El canciller cubano añadió que dialogar con los representantes del Partido Popular (PP), de Aznar, cuando estaban en el poder, era como tratar "con los representantes del gobierno norteamericano".

Las relaciones entre La Habana y Madrid se tensaron durante la presidencia de Aznar. En 1996, su gobierno impulsó en la UE la adopción de una Posición Común sobre Cuba que pide al gobierno de la Isla cambios a favor de la democracia, respeto a los derechos humanos y mejoras en el nivel de vida de los cubanos.

En 2003, el gobierno de Aznar también impulsó en Bruselas y paquete de sanciones diplomáticas para protestar por el encarcelamiento de 75 disidentes cubanos, condenados a penas de hasta 28 años de cárcel, y el fusilamiento de tres hombres que secuestraron una embarcación de pasajeros para intentar escapar a Estados Unidos.

La Habana, acusó a Madrid de seguir los dictados de la política estadounidense, y respondió congelando los contactos diplomáticos con las representaciones de los países de la UE en la Isla y cerrando el Centro Cultural de España en Cuba.

El gobierno de Rodríguez Zapatero (del Partido Socialista Obrero Español, PSOE) impulsó en 2005 una nueva política que llevó a la suspensión temporal de las sanciones diplomáticas, y defendió un "diálogo crítico" con el régimen de la Isla y el mantenimiento de los contactos con la oposición interna.

"España es un país muy importante en la UE y en la política hacia Cuba juega un papel fundamental. Aznar, al imponer en la UE el interés norteamericano, se amarró las manos, perdió la interlocución con Cuba, llevó las relaciones al borde de la ruptura. Pero el actual gobierno las ha rescatado", dijo Pérez Roque a El Mundo.

El funcionario indicó que, para La Habana, el requisito para que las relaciones con la UE avancen es que los países miembros basen su política hacia la Isla "en los intereses europeos".

"Eso implica que la UE se desembarace de la llamada Posición Común y que abandone las llamadas sanciones contra Cuba, que fue un documento que Aznar negoció con el gobierno (del presidente estadounidense George W.) Bush", advirtió.

"Hoy, España es un interlocutor privilegiado de Cuba, y eso le da capacidad de jugar un papel importante en la UE. En Europa se necesita una política que abandone la hipocresía hacia Cuba y la reconozca como interlocutor serio", afirmó Perez Roque.

Tanto el gobierno de La Habana como el de Madrid señalan la reciente visita a Cuba del canciller español Moratinos como un momento importante a partir del cual las relaciones entre los dos países viven una nueva etapa.

Durante la visita de Moratinos se acordó la reanudación de la cooperación española con la Isla, suspendida desde 2003, y se iniciaron conversaciones sobre la deuda de La Habana con España y sobre la reapertura del Centro Cultural español.

Pero el punto que más atención atrajo fue el de la creación del mecanismo de consultas políticas que abarca el tema de los derechos humanos. En este sentido, las declaraciones de los funcionarios de ambos países son divergentes. Si bien los españoles aseguran que los disidentes encarcelados en Cuba forman parte de la agenda, Perez Roque niega incluso que existan presos políticos.

"Niego que en Cuba haya presos políticos entendidos como presos por sus ideas, por pensar lo contrario. En Cuba hay mercenarios, personas que reciben dinero del gobierno estadounidense para facilitar el bloqueo, incluso contra las empresas españolas", dijo el canciller cubano a El Mundo.

"Son informantes de la Sección de Intereses de Norteamérica en La Habana, hacen informes para las emisoras que lanzan propaganda a Cuba. No lo digo yo, son datos de la oficina de contabilidad del Congreso norteamericano, que audita el dinero que el gobierno dedica, por ejemplo, a la democracia en Cuba. En cualquier país, quien se alía a un gobierno extranjero para subvertir el régimen constitucional comete un delito. Y hay presos por delinquir, por poner bombas en hoteles o participar en planes de sabotaje", añadió.

Pérez Roque recalcó que el asunto "no está en la agenda de discusión. No es para Cuba el centro del diálogo".

"Pero conversaremos cualquier tema", dijo no obstante.

El canciller cubano respondió también a preguntas sobre la salud de Fidel Castro y dijo que el gobernante "ha recuperado casi todo el peso que perdió: más de 40 libras".

Interrogado sobre si la ausencia de Castro en el desfile del pasado 1 de mayo demuestra que su salud ha empeorado, Pérez Roque respondió: "Todo lo contrario. El peligro ha quedado atrás".

Sin embargo "no me atrevo a especular sobre si le quedan meses o semanas para aparecer en público", dijo. "La prioridad es que se reponga plenamente. Ahora se recupera con gran disciplina y todos los días se ejercita físicamente. Fidel nunca anunció su aparición el 1 de mayo. Eso correspondía más a un deseo de (Evo) Morales", el presidente boliviano, quien había asegurado que el gobernante reaparecería en público ese día.