Thomas Shannon, Castro-salud, transición
Washington invita a Canadá a jugar un papel en la transición cubana
'Los países democráticos que tienen lazos con Cuba, como Canadá, están en una posición única para hablar con el régimen y el pueblo cubano', dijo Thomas Shannon.
Canadá asumiría un rol importante en la transición de Cuba al demostrarle al régimen de La Habana y a la población que podrían beneficiarse de un cambio hacia la democracia, declaró este martes el secretario de Estado norteamericano adjunto para América Latina, Thomas Shannon, al matutino Le Soleil, de Québec.
Shannon, consideró que "los países democráticos que tienen lazos con Cuba, como Canadá, están en una posición única para hablar con el régimen y el pueblo cubano", informó la AFP.
Conviene emplear la situación actual, marcada por el traspaso temporal del poder por la crisis de salud de Fidel Castro, para "comunicar directamente al régimen que la comunidad internacional no piensa cerrar los ojos más tiempo ante el incumplimiento de los derechos de las personas, la represión de los opositores políticos y la ausencia de reformas democráticas", indicó.
"Directamente hay que comunicar al pueblo cubano que puede esperar solidaridad de los países democráticos", afirmó.
"Estos países comprenden las dificultades que les esperan y la comunidad internacional está dispuesta a ayudar a Cuba, como ya lo hizo con los países de Europa del este o con Sudáfrica", añadió el alto funcionario estadounidense.
Para Shannon, está claro que Fidel Castro "no regresará a la dirección cotidiana" de la Isla y que "el régimen comenzará una transición de poderes hacia un cierto número de individuos que representan las instituciones del gobierno".
Raúl Castro forma parte de esto, pero "no tiene las capacidades ni el talento para dirigir a Cuba como lo ha hecho Fidel. Vamos a ver una división de los poderes, negociada entre diversas personas con Fidel, que queda como árbitro en última instancia", aseguró Shannon.
Para el funcionario estadounidense, la actual es una situación necesariamente inestable, a la espera de la muerte del gobernante cubano, y es sólo en ese momento que se pondrá en marcha la verdadera lucha por el poder.
"No sabemos si hay reformadores entre el personal del Estado. No sabemos si hay una gente que quiere la apertura y una transición hacia la democracia. Lo esperamos, pero nadie lo sabe en este momento", concluyó.
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