La forma en que se desarrollo el rescate fue 'una señal de paz' para Colombia, dice Ingrid Betancourt

"No hay antecedentes de una operación tan perfecta", dijo la política franco-colombiana Ingrid Betancourt sobre el sorprendente operativo realizado por el Ejército de Colombia, este miércoles, para su rescate y el de otros 14 rehenes en manos de las FARC.

"La operación fue absolutamente impecable. No se disparó un solo tiro, no se mató a nadie. Nos sacaron con grandeza. Lo que hicieron fue sacarnos a nosotros sin un solo tiro. Yo creo que ésta es una señal de paz para Colombia. Nosotros podemos lograr la paz si confiamos en nuestras fuerzas militares", afirmó.

En una espectacular operación de infiltración de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el Ejército colombiano arrebató el miércoles al grupo ilegal armado a Betancourt, a tres contratistas estadounidenses y a once policías y militares secuestrados.

La ex candidata presidencial, secuestrada desde 2002, agradeció al gobierno del presidente Álvaro Uribe y al ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, por la acción. "Si no hubieran tomado el riesgo que tomaron, nos hubiéramos quedado quién sabe cuántos años más en ese calvario que vivimos".

"También agradezco a los que nos acompañaron en el mundo entero, gracias al Ejército mío, de mi patria. Gracias a su impecable operación militar, fue perfecta", dijo Betancourt en una de sus primeras declaraciones a la prensa, tras reunirse con su madre y su esposo.

La política franco-colombiana, de 46 años de edad, recordó a los que aún permanecen cautivos de las FARC.

"Vamos a seguir luchando por la libertad de los que quedaron. Estoy pensando en los que no volverán, que la felicidad no nos haga olvidar que otros murieron (…) A todos los vamos a sacar", dijo.

El rescate es uno de los golpes más graves que han sufrido las FARC en sus 44 años de historia, ya que Betancourt y los tres contratistas estadounidenses, Thomas Howes, Keith Stansell y Marc Gonsalves, eran las "joyas" con que contaba el grupo ilegal armado para intentar obtener concesiones del gobierno colombiano.

Los tres estadounidenses llegaron el miércoles por la noche a la base aérea de Lackland, en Texas.

El grupo había sido capturado por las FARC en 2003, cuando realizaba una investigación sobre narcóticos para el Pentágono y su avión cayó en una zona de la selva colombiana controlada por el grupo armado.

"Nunca esperé salir con vida de allí", dijo Betancourt a la prensa, con la voz quebrada por la emoción, y relató su rescate.

"Empacamos y estuvimos esperando no se qué. En ese momento nos dicen que nos iban a llevar con un alto jefe, pero que no sabían quién era. Pensamos: más cautiverio, otro traslado", dijo.

"Vimos que se acercaban helicópteros, pero eran helicópteros blancos. Llegamos a un sitio con un guardia armado que, como muchas otras veces, me trató de manera tosca (…) Ahí llegaron unos personajes absolutamente surrealistas, y nos preguntamos: '¿Esta gente quién es? ¿Será que nos volverán a poner de payasos en un nuevo circo?' Y miré que tenían camisetas del Che Guevara. Ahí me desanime, porque pensé que no era una brigada de salud".

"Ellos hablaban como guerrilleros y se vestían como tales", según Betancourt, quien dijo que la operación comenzó al amanecer, cuando los cautivos fueron informados por sus captores de las FARC de que iban a ser trasladados.

"Nos hicieron subir esposados al helicóptero, fue muy humillante. Cuando embarcamos no quería ni hablar, estábamos muy molestos. Cerraron las puertas del helicóptero y, de pronto, algo sucedió", continuó.

"De pronto vi al comandante que tantas veces actuó como un déspota, en el suelo, con los ojos vendados, pero no sentí felicidad, sentí lástima", afirmó.

Entonces, el jefe de la operación dijo: "'somos el Ejército Nacional, están en libertad'. Lloramos, saltamos, no lo podíamos creer, casi se cae el helicóptero. No hay antecedentes de una operación tan perfecta. Seguramente los jefes de las FARC se estén enterando ahora", expresó Betancourt.

Sobre las noticias que circularon en los últimos meses en cuanto a su delicado estado de salud, la ex candidata presidencial dijo que ahora se encuentra bien y agradeció especialmente a su ex compañero de cautiverio, William Pérez, también liberado este miércoles.

Betancourt dijo que Pérez fue su enfermero y que sin su ayuda no habría logrado sobrevivir.

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