Actualizado: 25/04/2024 19:17
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La nación del 'Patria o Muerte'

Espontáneo sentimiento en 1898 e institución en la República, el patriotismo es hoy ideología de Estado.

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Un decorado más vacío que nunca

Tanto ha hecho "patria" que al decretar la mortal disyuntiva ha conseguido identificar los términos, asociar la patria al agobio y las miserias impuestas por la dictadura. El patriotismo, espontáneo sentimiento en 1898, institucionalizado luego por el Estado republicano y reivindicado por los movimientos renovadores de la conciencia nacional, deviene ingrediente de una férrea ideología de Estado. Antes había la cursilería del culto patriótico republicano, donde cabían los discursos en el Senado en los aniversarios del nacimiento de Martí, los poemas populares de Agustín Acosta y los afanes nacionalistas del cubano de a pie; hoy el kitsch totalitario se renueva con la pompa fascistoide de la Batalla de Ideas.

Al obligar a la gente, por años, a vivir en la patria y sacrificarse por ella, la dictadura la ha convertido en un decorado más vacío que nunca, y más macabro. Al decretar la fiesta cada día, en cada desfile, en cada discurso, ha acabado con la alegría de la auténtica fiesta en que, como en el fin de la dominación española y en el triunfo de enero de 1959, lo público y lo privado llegaron a confundirse. Resultado: que la patria ya no es "Musa", como lo fue para Acosta, sino Puta, o un fantasma de otros tiempos, simple palabra carente de toda referencia más allá de retóricos discursos. Que tantos queramos que gane el deporte y no el equipo Cuba.

¿Dónde están los poemas patrióticos en estas últimas décadas, más que en alguna que otra décima del extemporáneo Indio Naborí? El último intento de renovar la tradición, el poema de Edel Morales titulado "Otro color, otras figuras geométricas", no ha podido ser más lamentable. Destacan, en cambio, en la vanguardia del arte, las críticas a ese patriotismo por la vía del absurdo o de la metáfora.

En el segundo de los tres "cuadros" que componen Utopía, el excelente cortometraje de Arturo Infante, se nos muestra, por ejemplo, a una esforzada pero limitada estudiante de una "escuela especial" ensayando la recitación de una erudita "poesía" de Borges. Detrás de ella vemos un curioso ejemplar de ese reducto fundamental del kitsch comunista cubano que son los "murales" de escuela primaria. Allí, además de los obligados símbolos patrios, una imagen de Fidel Castro con el brazo en alto, en un gesto que algo recuerda al saludo nazi, junto a una leyenda que reza "Muerte al invasor", título del conocido documental de Santiago Álvarez y Tomás Gutiérrez Alea. Abajo, otro cartel, "Viva el partido", remite claramente al unipartidismo compartido por los totalitarismos comunista y fascista.

La relación entre las banderas cubanas y las suásticas que Díaz de Villegas señala aparece así sugerida en Utopía, que se burla del kitsch patriótico echando mano del absurdo y de la metonimia. Con la gestualidad y el énfasis con que suele recitarse en los actos político-culturales cubanos —matutinos escolares, "tribunas abiertas" de la Revolución— versos apologéticos del régimen o de contenido patriótico tradicional, la boba recita nada más y nada menos que "El Golem", un erudito poema de Borges. Pero mientras oímos la historia del rabino de Praga pensamos forzosamente en "Tengo" de Guillén, en la "Elegía de los zapaticos blancos" del Indio Naborí, en "Mi bandera".

Igual de sugerente y efectivo es "Maqui-nación", poema de Juan Carlos Flores que reza: "Futura pieza, en almacén de antiguallas o museo arqueológico, hay la-biomáquina-animista. Pesado automóvil gigante, para cumplir hoja de ruta, tiene que continuar extrayéndoles la sangre, como si los donantes fueran el pozo de la sangre, y no esos seres anémicos, seres de piel pegada al hueso, seres lamiendo las marcas de la usura, sin poderse correr hacia un punto de corte, punto sin regresión ni reciclaje posible. Algo que borre definitivamente la memoria, quizás".

Esa máquina, tan sangrienta como el trapiche que molió el brazo de Mackandal, ¿no es la nación del "Patria o muerte"?


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