Respuesta de Eugenio Yáñez

1) ¿Cree usted que sería posible que en Cuba el descontento existente llegara a expresarse de la misma manera, mediante manifestaciones y revueltas populares a favor de la democracia y de un cambio de Gobierno?

No es imposible, pero que sea posible no es lo mismo que probable. No me parece probable, al menos de inmediato, con los hermanos Castro. Estos eventos ocurren cuando las personas no ven otra oportunidad, y todavía los cubanos pueden ver opciones en la solución biológica, las reformas económicas, la salida del país, el recibo de remesas, y la esperanza de que los cambios comenzados no se puedan controlar y conduzcan a aperturas cada vez mayores, incluyendo las políticas.

2) De producirse ese fenómeno en la Isla, ¿cuál considera que sería el papel que asumiría el Ejército cubano?:

A) De incondicionalidad al Gobierno.

B) De mediador en la crisis.

C) A favor de los manifestantes.

D) Se dividiría a favor y en contra del Gobierno.

“El ejército” es un concepto genérico que abarca desde generales hasta reclutas, y que no puede verse aislado del ministerio del interior. Las actitudes no serían monolíticas. La alta oficialidad de las FAR y el grueso del ministerio del interior serían proclives a respaldar al gobierno, lo que no significa necesariamente la disposición a participar en un baño de sangre. Algunos altos oficiales más jóvenes —no los históricos— podrían pretender actuar de mediadores, buscando la garantía de una transición sin sobresaltos. No creo que muchos —más allá de los reclutas del servicio militar obligatorio— se expresarían abiertamente a favor de los manifestantes, aunque fueran sus sentimientos. Y una división a favor y en contra del gobierno parece más plausible entre las FAR y el MININT que internamente en cada una de esas instituciones.

3) ¿Considera que las reformas que ha emprendido el Gobierno cubano marcan un tiempo de espera dentro del que es improbable una revuelta popular, por muy precaria que sea la situación económica y la vida cotidiana de la mayoría de la población? ¿O son claramente insuficientes y la paciencia de la población puede agotarse y estallar como está ocurriendo en el mundo árabe?

Yo diría que ambas cosas a la vez. Las reformas emprendidas han permitido al gobierno comprar tiempo imprescindible. Como dije en el primer punto, mientras los cubanos perciban otras opciones no serán tentados al levantamiento popular. Pero como, en el plano estrictamente económico, las reformas son insuficientes, se perfilan dos caminos: en uno la realidad sobrepasa al gobierno y las reformas tienen que ser mucho más amplias y profundas, sea a lo Gorbachov o a lo Deng, y cada vez sería menos probable un levantamiento popular. En el otro camino, las reformas no escapan de la mano al régimen ni resuelven los problemas, por lo que la situación se hace cada vez más tensa y compleja. Entonces sí la posibilidad de estallido sería mucho mayor. Además, para ambos escenarios hay que considerar si los líderes históricos se mantienen en el poder o han sido desplazados por la biología.

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