Cuba, México, La denuncia de hoy
Ricardo Monreal: ¿cínico o ignorante?
Nadie debería tener derecho a jugar con la desgracia por la que transita el pueblo cubano
En la colonia Tabacalera, de la Delegación Cuahtémoc de la Ciudad de México, han sido develadas, el pasado sábado, un par de esculturas; una de Fidel Castro y la otra del guerrillero argentino Ernesto Guevara; aquel que expresara en la ONU: “fusilamos y seguiremos fusilando”; y en una carta a su padre, refiriéndose a una ejecución que había llevado a cabo: “Tengo que confesarte, papá, que en ese momento descubrí que realmente me gusta matar”.
Guevara, que nunca cuestionó los crímenes de Stalin o de Mao Tse-Tung y quien, según el revolucionario e intelectual francés Regis Debray: “Era adepto del totalitarismo hasta el último pelo del cuerpo”. Lo cual quedó demostrado durante los años que fungió como dirigente en la Revolución cubana.
Déspota y homofóbico, por demás. Improvisador de desastrosos planes económicos en una tierra que no era la suya.
Se avisa en la nota informativa que da fe del hecho que nos ocupa: “En la presentación del conjunto escultórico, el jefe delegacional, Ricardo Monreal recordó que fue en la colonia Tabacalera donde, en alguna medida, inició la relación entre Castro y Guevara que cambió la geopolítica mundial”.
El señor Ricardo Monreal se ha destacado en sus discursos e intervenciones en el Senado mexicano y otros sitios, por su decir ampuloso, hiperbólico, melodramático.
Y en esta oportunidad no podía faltar el estilo que lo define: “la relación entre Castro y Guevara (…) cambió la geopolítica mundial”. (El subrayado es mío). Sin comentarios…
Mucho se critica la tendencia hacia el “castrismo” de buena parte de la izquierda militante y de la espontánea mexicanas; sobre todo, es justo aclararlo, en la Ciudad de México (CDMX).
Constante ha sido el “trabajo ideológico” de la embajada castrista (digo “castrista” porque tanto esta como las demás embajadas “cubanas” no representan a todos los hijos de la Isla: quedan fuera los que disiden) en las organizaciones aztecas en la capital y en las mentes de no pocos representantes de diversas instituciones. A lo que se suma que la representación diplomática del castrismo en CDMX acoge en su seno a un grupo de cubanos que viven en esta ciudad, pero dizque que siguen siendo “revolucionarios”, si bien comen cuatro veces al día y consumen océanos de gasolina. Algunos de este grupo, defensores de un régimen totalitario, aun opinan en los foros democráticos de CUBAENCUENTRO y otras publicaciones.
“El pueblo cubano ha sido enorme porque ha resistido los embates del imperialismo”, expresó el señor Monreal en su discurso por la develación de las esculturas.
Al leer lo anterior, uno se pregunta cómo será posible que una persona, que debemos tomar por instruida y bien informada, asevere tal despropósito.
¿No sabe el señor Monreal que el pueblo cubano, durante ya casi 60 años, ha sido tomado como rehén, para complacer la estéril y personal lucha del castrismo contra el “imperialismo”?
¿Desconoce el señor Monreal que más de 2 millones de cubanos han huido de su país y que no es posible saber cuántos más desearían hacerlo, puesto que en Cuba no existen encuestas, referéndums, amén de elecciones libres?
¿No tiene noticias el señor Monreal de cuántos cubanos han muerto en el Estrecho de la Florida, huyendo del paraíso?
¿Nadie le ha dicho a Ricardo Monreal que Fidel Castro, durante los 50 años que disfrutó el poder absoluto en la Isla, sumió a esta en la inopia y el miedo?
Como las esculturas en cuestión se hallan “sentadas” en una banca, Monreal, durante el acto de inauguración, tuvo a bien expresar un chiste: “Dice Fidel que fue tan agradable la conversación que duraron 10 horas ininterrumpidas de estar platicando el ‘Che’ y Fidel”.
Esto es demasiado. Nadie debería tener derecho a jugar con la desgracia por la que transita el pueblo cubano.
Por otra parte, ¿cómo será posible que una persona elegida mediante elecciones libres para diversos cargos políticos, glorifique a un régimen totalitario?
Y lo más alarmante de todo es que Ricardo Monreal aspirará a la candidatura para Jefe de Gobierno de la Ciudad de México en las elecciones de 2018.
Es terrible.
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