El gobernador Bill Richardson visita de nuevo Cuba

El gobernador del estado de Nuevo México, Bill Richardson, comenzó el lunes una visita a Cuba para promover las exportaciones agrícolas, pero en realidad podría estar negociando con La Habana un intercambio de presos, no necesariamente políticos, informó el diario español El Mundo.

Estados Unidos tiene a cinco cubanos que cumplen condenas por espionaje y conspiración ―sobre los cuales La Habana exige constantemente y de forma enérgica que sean liberados― y en la Isla se encuentran un ciudadano estadounidense y tres militares cubanos, que Washington reclama y La Habana ha acusado de espionaje.

Según informó la oficina de Richardson, el gobernador demócrata permanecerá cinco días en Cuba para “fortalecer potenciales asociaciones comerciales y culturales”.

Pero, como sucedió hace un año, los detalles de la agenda son vagos y su pasado como enviado del ex presidente estadounidense Bill Clinton a naciones enemigas como Corea del Norte, sugiere un posible rol detrás de bastidores.

Algunos analistas creen que Richardson intentaría discutir con las autoridades cubanas la liberación de Alan Gross, un contratista estadounidense arrestado en diciembre de 2009 bajo sospechas de espionaje. Otros, en Miami, admiten que a la demanda se estaría sumando el caso, poco divulgado, de dos oficiales de las Fuerzas Armadas y uno del Ministerio del Interior, que trabajaron para Estados Unidos y se encuentran en prisión.

“Nada le interesaría más que resolver la situación de Gross. Parecería que la delegación comercial es simplemente una excusa para viajar a Cuba”, dijo un experto en Washington que pidió no ser identificado. Gross ha sido acusado de distribuir teléfonos de satélite, ilegales en Cuba.

El Departamento de Estado reconoció que se ha reunido con Richardson antes de su viaje y uno de los temas que abordaron es la situación de Gross, detenido en Cuba desde el 4 de diciembre.

Según el portavoz para el Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet, funcionarios de su oficina “se reunieron la semana pasada con el gobernador y le proporcionaron los antecedentes del arresto, en diciembre, del señor Gross y de su detención continuada”.

“Como hemos hecho nosotros y otros también, esperamos que el gobernador Richardson urja al gobierno cubano a liberar inmediatamente al señor Gross”, afirmó el portavoz, quien recordó que su gobierno le ha pedido “repetidamente” a La Habana a que ponga en libertad al subcontratista.

En agosto de 2009, Richardson realizó una visita similar a Cuba y se entrevistó con el vicecanciller Dagoberto Rodríguez y con el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón.

El gobernador dijo entonces que percibió una “buena atmósfera” y que recomendaría al presidente Barack Obama dar “modestos pasos” hacia una futura normalización de las relaciones con Cuba.

En 1996 se reunió con el entonces presidente Fidel Castro y obtuvo la excarcelación de tres presos políticos.

De acuerdo a una información aparecida en el diario El Nuevo Herald, en la declaración de la oficina de Richardon se especificó que I. Miley González, secretario de Agricultura del estado, y Stuart Ashman, secretario de Asuntos Culturales, se reunirían con funcionarios de Alimport, la agencia cubana responsable de las importaciones de alimentos. La declaración también especificó que Richardson y Ashman pagan sus gastos.

Richardson ha sido embajador de Estados Unidos ante Naciones Unidas. Fue elegido al Congreso de Estados Unidos y lanzó su candidatura a la presidencia en 2007. El presidente Obama lo designó como secretario de Comercio, pero la nominación fue retirada por una investigación federal sobre un contrato estatal de transportación concedido a un donante a su campaña.

En una columna publicada en The Washington Post el 14 de agosto, Richardson le pidió a Obama que eliminara las restricciones norteamericanas de viajes a Cuba como una forma de mejorar las relaciones con La Habana y América Latina.

Obama “debería dar una orden ejecutiva para levantar la prohibición de viajes lo más posible”, escribió Richardson. “La prohibición de viajes sanciona a las empresas estadounidenses, disminuye nuestra credibilidad en América Latina e impulsa la propaganda antinorteamericana”.

“Levantar la prohibición sería igualmente un gesto recíproco para el reciente acuerdo de Cuba, negociado con la Iglesia católica, el Gobierno español y el presidente Raúl Castro, para liberar a los disidentes políticos”, agregó Richardson.

Funcionarios norteamericanos ya han dicho que Obama planea aliviar las restricciones en viajes educacionales y culturales a la Isla en un futuro próximo.

Después de su anterior visita a La Habana, Richardson reveló que le pidió al gobierno cubano que inicie un diálogo con un grupo de exilados, pero reconoció que los funcionarios de la Isla “no estaban muy entusiasmados con la idea”.

Richardson permanecerá en Cuba hasta el viernes.

© cubaencuentro.com