“Espacio Laical” pide un nuevo modelo de elecciones en Cuba para 2018

La revista católica cubana Espacio Laical pide al Partido Comunista de Cuba (PCC), en el Editorial correspondiente a su número 4 de 2012 y divulgado en su sitio web, ir conformando desde ahora un nuevo modelo de elecciones en Cuba, que debería implantarse al concluir el que sería el último mandato del general Raúl Castro, que se inicia el próximo mes de febrero, es decir, en 2018.

Según el Editorial, titulado “Cuba: la elección presidencial y el destino de la nación”, al culminar dicho mandato “el país se enfrentará ante un momento medular”, cuando el PCC (único), que rige la vida de la sociedad cubana, “no contará ya con líderes históricos de la Revolución que podrían tener, para algunos sectores sociales, cierta legitimidad de origen”, dado que “derrocaron al general Fulgencio Batista y erigieron un nuevo orden socio-político”.

Espacio Laical insta a, desde ahora, ir definiendo el procedimiento para la elección del sustituto de Castro, a fin de garantizarle “legitimidad” y “posibilidades para desempeñar un buen gobierno”.

La revista hace este llamado además pues considera que en Cuba no existen “nuevas figuras políticas frescas, con la suficiente proyección nacional”, mientras la Isla demanda cada día con más urgencia “otras formas para elegir al jefe de Estado y del Gobierno”.

En la nota, Espacio Laical explica que en lo que en Cuba se denomina “proceso de elecciones generales”, los ciudadanos participan solo en “la designación de los delegados a las asambleas municipales y provinciales y de los diputados”, mientras no cuentan con “ningún nivel de participación” a la hora de definir quiénes ocupan los puestos “del gobierno en los municipios y provincias”, ni en la elección del jefe de Estado y del Gobierno, sus vicepresidentes y el Consejo de Estado.

La revista del Centro Cultural Padre Félix Varela recomienda un nuevo modelo que garantice, en primer lugar, que los ciudadanos cubanos puedan elegir al primer mandatario, de “entre varias propuestas” y “a través del voto libre, secreto y directo”.

Propone además que se permita a los aspirantes a este puesto presentar sus programas de gobierno, poseer una visión político-ideológica diferente y que no tengan que militar en el PCC, a fin de “asegurar la estabilidad futura de la nación”.

Espacio Laical se pregunta si el PCC está dispuesto a “modernizarse”, lo que implica, según la nota, comenzar a tener una “visión actualizada de la realidad cubana, de sus angustias y anhelos”, además de redefinir el sistema socio-político. Considera que, de no realizar esos cambios, “correrá el riesgo de fracasar y colocar al país en una situación límite”.

Reconoce que su propuesta coloca al partido único ante un “desafío inmenso”, frente al temor de “una pérdida del control del país”, que supondría dejar de ejercer el poder tal y como lo ha hecho hasta ahora: “al estilo de los viejos partidos de corte soviético”.

No obstante, cree que la realidad obligará al PCC “a modernizarse so pena de dañar aún más al país, aniquilarse como fuerza política y perderlo todo, por la maldita quimera de querer poseer la totalidad”.

Para Espacio Laical, este constituye, junto con el reto de facilitar el “diálogo nacional”, el “gran desafío histórico” de la dirección del Partido Comunista cubano y de Raúl Castro, en particular.

Asimismo se pregunta si las “fuerzas socio-políticas no oficiales, en la Isla y la Diáspora” estarían dispuestas a participar en la renovación de la sociedad cubana, tal y como la concibe en su nota.

“¿Seremos capaces los cubanos, de diversas tendencias políticas e ideológicas, de llegar a consensos sobre la base de ideales nacionalistas y patrióticos?”, añade.

Espacio Laical reconoce que la disposición de limitar los períodos de mandatos, según la cual el actual presidente cubano deberá abandonar el poder en febrero de 2018, no está recogida en la Constitución de la Isla vigente en la actualidad. Si embargo, admite que, “dada nuestra práctica social”, esta disposición debe “comenzar a cumplirse”.

“Este camino es un desafío para el presidente Raúl Castro y, sobre todo, para la persona que lo sustituya en la más alta magistratura del país”, concluye.

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