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Actualizado: 18/04/2024 23:36

Visita de Benedicto XVI

Benedicto XVI: Los cubanos deben luchar “para construir una sociedad abierta y renovada”

“Dios ha encomendado a la familia fundada en el matrimonio la altísima misión de ser célula fundamental de la sociedad y verdadera Iglesia doméstica”, dijo el Santo Padre en una homilía dedicada al matrimonio y la familia

Benedicto XVI instó este lunes a los cubanos a construir una sociedad nueva y abierta en la Isla, donde busca afianzar los lazos con el Gobierno de Raúl Castro para impulsar el papel público de la Iglesia en tiempos de cambio que han generado esperanzas y temores en Cuba, informó Reuters.

El Santo Padre inició una visita de tres días con la que muchos esperan que la Iglesia aumente su poder para mediar con el Partido Comunista, único legal en la Isla, en asuntos tan sensibles como derechos humanos, libertades políticas y grupos disidentes.

“Deseo hacer un llamado para que den un nuevo vigor a su fe (…) y con las armas de la paz, el perdón y la compresión, luchen para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre”, dijo el obispo de Roma en una multitudinaria homilía, que comenzó bajo un sol abrasador y terminó regada con una ligera llovizna.

El Papa fue recibido por el presidente Castro en el aeropuerto de Santiago de Cuba bajo el atronador saludo de los cañones y los vítores de miles de personas, en un homenaje a la Virgen de la Caridad, patrona nacional, en su 400 aniversario.

En multitudinaria misa, Benedicto XVI hizo un llamamiento a las familias de Cuba para que sean la “célula fundamental de la sociedad” y animó a las familias cristianas a dar testimonio “de su capacidad de acoger la vida humana especialmente la más indefensa y necesitada”.

La Plaza Antonio Maceo acogió la tarde del lunes a cientos de miles de fieles en una celebración eucarística presidida por el Papa.

De acuerdo a información divulgada por Europa Press, en medio de cantos y mucha alegría los cubanos han manifestado su acogida al Papa.

Los asistentes, a partir de las 14.00 horas (20.00 horas en España), ocuparon la plaza, repartida en sectores, con un servicio de orden llevado por las parroquias de la diócesis. Muchos de ellos, además de acompañar al papa móvil por las calles de la ciudad santiaguesa, vienen de todas las partes de la Isla. También han venido más de cinco autobuses de fieles católicos Miami.

Emilia, una mujer de 57 años a la que su parroquia ha encargado un bloque del servicio de orden, “está muy alegre de la visita, para la que nos hemos preparado durante tres meses, desde que fue anunciado.

Por su parte, Odette, un estudiante de tercer curso de Filología, manifestó: “Tenemos mucha esperanza en este viaje, esperanza no por nuestras vidas, sino para este país, para que salgamos adelante”.

Antonio, padre de tres hijos, dijo “Me siento muy lleno, es un momento muy dulce en mi vida porque viene el Vicario de Cristo a Santiago, para traernos esperanza, alegría, paz, que es lo que de verdad necesitamos”.

La celebración estuvo presidida por el Papa y por la imagen de la Virgen de la Caridad del Cobre, la misma figura que hace 400 años fue descubierta por unos marineros en la Bahía de Nipe. El Papa ha querido regalar a esta imagen una Rosa de Oro para adornar la Virgen.

Tanto Castro como sus ministros han asistido a toda la celebración y, al término de la misma, el presidente cubano ha subido las escaleras del altar para saludar al Santo Padre.

Tras explicar el significado de la fiesta que la Iglesia ha celebrado este lunes, la Encarnación del Hijo de Dios, en el que —dijo— el Verbo hecho carne, es el Dios-con-nosotros que ha venido a habitar entre nosotros y a compartir nuestra misma condición humana”, Benedicto XVI quiso remarcar que “cuando Dios es arrojado fuera, el mundo se convierte en un lugar inhóspito para el hombre”.

El Santo Padre rogó a la Virgen de la Caridad que “sepamos como ella acoger en nuestro corazón la palabra de Dios y llevarla a la práctica con docilidad y constancia”.

El Santo Padre reconoció con “cuánto esfuerzo, audacia y abnegación trabajan cada día para que, en las circunstancias concretas de su país, y en este tiempo de la historia, la Iglesia refleje cada vez más su verdadero rostro”. Y junto con ello manifestó que “vale la pena dedicar toda la vida a Cristo”.

En este contexto, Benedicto XVI manifestó: “aceptemos con paciencia y fe cualquier contrariedad o aflicción, con la convicción de que, en su resurrección, Él ha derrotado el poder del mal que todo lo oscurece y ha hecho amanecer un mundo nuevo”.

Sin embargo, la parte central de la homilía estuvo dedicada a los matrimonios y las familias. “Dios ha encomendado a la familia fundada en el matrimonio la altísima misión de ser célula fundamental de la sociedad y verdadera Iglesia doméstica”, ha dicho. Por ello, señaló que “Cuba tiene necesidad del testimonio de su fidelidad, de su unidad, de su capacidad de acoger la vida humana, especialmente la más indefensa y necesitada”.

Al final de sus palabras, el Papa hizo un llamamiento al pueblo cubano “para que dé nuevo vigor a su fe, para que viva de Cristo y para Cristo, y con las armas de la paz, el perdón y la comprensión, luche para construir una sociedad abierta y renovada, una sociedad mejor, más digna del hombre, que refleje más la bondad de Dios”.

El Santo Padre no pudo saludar a los fieles debido a la lluvia y se retiró a la casa sacerdotal, situada muy cerca del santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre.

Hoy martes, Benedicto XVI visitará el Santuario y sostendrá un encuentro con los obispos cubanos, antes de partir hacia la capital cubana.

© cubaencuentro

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