Diplomáticos, analistas, disidentes y cubanos de a pie calificaron de positiva, oportuna y relevante la reanudación de las negociaciones migratorias entre Washington y La Habana, aunque el gobierno de la Isla dio un bajo perfil informativo a la reunión del martes en Nueva York, informó EFE.

Los medios de comunicación cubanos, todos oficiales, difundieron sin comentarios —y sin destacarlo en portadas o titulares— el comunicado que emitió la delegación de la Isla, encabezada por el viceministro de Exteriores, Dagoberto Rodríguez, tras la reunión.

La reanudación de las negociaciones sobre migración, suspendidas desde 2003, no fue anunciada previamente en La Habana, y el primer medio cubano que la registró, la televisión estatal, leyó el comunicado horas después de que fuera divulgado en Estados Unidos.

Un diplomático europeo comentó a EFE que es "muy relevante" que se haya producido la reunión y también que el gobierno cubano enviara a Nueva York un viceministro.

Sobre el bajo perfil que le dieron el gobierno y sus medios, afirmó que puede deberse a que "los cubanos no saben aún cómo reaccionar" a la nueva política del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de dar "pequeños pasos de acercamiento hacia Cuba y América Latina".

Otro diplomático opinó que Obama ha tomado la iniciativa para descongelar las relaciones con Cuba, "y está marcando los tiempos".

Añadió que eso ha llevado, por ejemplo, a que declaraciones del general Raúl Castro de que está dispuesto a negociar con Obama "todo", incluso sobre presos políticos, luego hayan sido rebajadas por su hermano mayor, Fidel Castro.

La misma fuente cree que por ahora "Fidel ha impuesto sus parámetros" de que las negociaciones deben limitarse a "temas normales de los que hablan países vecinos, como migración".

"Todo ello mientras sigue la campaña mediática que empezó Fidel y que continúan otros, como (el presidente venezolano) Hugo Chávez, de decir que Obama no manda, que siguen mandando el Pentágono y los halcones", agregó.

Por su parte, la periodista disidente Miriam Leiva, declaró que es acertado el momento de reanudar las conversaciones, porque el verano "propicia las salidas por mar".

"Hay una situación social muy tensa en Cuba, de muchas carencias y dificultades, y es posible que los cubanos que no ven una solución aquí, traten de salir en grandes cantidades hacia Estados Unidos en estos meses", afirmó.

El economista independiente Óscar Espinosa consideró "muy positivas" las conversaciones, pero dijo que la agenda debe ampliarse a temas como la lucha contra las drogas y el terrorismo.

"El problema migratorio está muy relacionado con la situación interna en Cuba, sus problemas sociales y, mientras no se actúe para normalizar eso, va a ser un elemento muy difícil de resolver", señaló Espinosa, uno de los 75 opositores condenados en 2003 a largas penas de cárcel, ahora con licencia extra penal por razones de salud.

Para Manuel Cuesta, del socialdemócrata Arco Progresista, las conversaciones deben avanzar en asuntos como el permiso de salida que exige el gobierno de La Habana para viajar, o la Ley de Ajuste Cubano, que permite a los cubanos obtener la residencia tras pisar territorio estadounidense.

"Son dos tópicos en los que los dos gobiernos deberían avanzar un poco más", resaltó.

En su opinión, las conversaciones, además, deberían ser "la antesala" de otras sobre intercambio cultural y académico, que deberían tener "autonomía" y "no estar supeditadas a las veleidades de la política".

Cuesta añadió que se debería "avanzar en una especie de mesa de mutua confianza", que permita dialogar sobre el embargo comercial y financiero impuesto por Washington a la Isla desde 1962, así como sobre "la seguridad" que necesitan los cubanos "para poder avanzar en temas de democratización".

En las calles también fueron recogidos comentarios positivos. Los asuntos migratorios son muy sensibles en un país que tiene más de tres millones de emigrados por razones políticas o económicas.

Antonio, profesor de 39 años, declaró a EFE que la reanudación de las negociaciones "es una muestra de la voluntad política del gobierno estadounidense de mejorar las relaciones con Cuba".

"Obama ha cumplido lo que prometió en la campaña", dijo, y agregó que se puede producir un "acercamiento" que conduzca más tarde a discutir otros temas, porque "sentarse en primer lugar a hablar del bloqueo no tiene sentido, es un callejón sin salida".

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