Los hermanos Dardenne, Jean-Pierre, nacido en 1951 y Luc, nacido en 1954, ambos en Bélgica están haciendo cine desde 1978. Comenzaron con documentales y desde 1987 están haciendo largometrajes de ficción. Entre los dos dirigen, producen y escriben sus filmes. Desde que en 1999 irrumpieron en Cannes, llevándose la Palma de Oro con Rosetta, se han convertido en los ídolos de ese festival, ganando la Palma de Oro de nuevo en 2005 con The Kid y recibiendo el premio de mejor guion en 2008 con El silencio de Lorna, así como el Gran Premio del Jurado en 2011 con The Kid with the Bike. Han sido nominados otras tantas veces a la Palma de Oro y han ganado en tres ocasiones el Premio Especial del Jurado Ecuménico.

Su cine se centra en las miserias cotidianas del proletariado, los prejuicios sociales contra los inmigrantes y vida azarosa de los desposeídos. Aunque muchos lo califican como un cine de base marxistoide, en realidad es un cine esencialmente preocupado por los valores religiosos de los cuales la Iglesia no se ocupa. Se centran en la culpabilidad, la responsabilidad social y los mecanismos que pueden llevar a la redención. Es un cine hecho con pocos recursos, con preponderancia de planos medios y primeros planos y cuando hay planos generales estos son bien cerrados. Su narrativa es realista y lineal, sin muchas complicaciones, pero sin concesiones comerciales. Por lo general, es un cine de alto valor artístico, pero tiene el problema de que para quien ha visto algunas de sus películas, las siguientes se van tornando predecibles.

The Unknown Girl, su filme más reciente, fue nominado a la Palma de Oro en la edición de 2016, pero no ganó. Mantiene el tono menor y contenido de sus filmes anteriores, pero esta vez han añadido un elemento de thriller.

Alguien toca a la puerta de la consulta-residencia de la doctora Davin. Esta se encuentra entrenando a un interno y como es ya muy pasada la hora del cierre de la consulta, no solo rehúsa atender la llamada, sino que le ordena al interno que no lo haga, lo cual causa lo que parece una pequeña trifulca entre ambos y el interno se retira furioso. Al día siguiente aparece la policía y la doctora Davin se entera que la persona que tocó la puerta era una joven africana que apareció muerta a pocos metros de la consulta.

La buena doctora queda traumatizada y se obsesiona con el caso, ya que piensa que, si hubiera abierto la puerta, la muchacha se hubiera salvado. Se responsabiliza con su muerte. Comienza a hacer su propia investigación, al punto de que interfiere con la investigación policial. Renuncia a una prestigiosa posición en un hospital, para la cual ha sido escogida, con tal de mantener su consulta, en donde atiende principalmente a personas de pocos recursos económicos, con el fin de penar su culpabilidad. Uno de sus pacientes sabe algo de los sucesos y ella trata de que le diga lo que sabe y así se va enredando cada vez más.

El filme está dirigido de forma que nada escapa al control de los directores, como siempre han hecho. El guion fluye a paso lento, pero manteniendo tensión. Las actuaciones son impecables. Adèle Haenel (In the Name of my Daughter, Love at First Fight), se desempeña con naturalidad y facilidad en un papel que le exige estar presente en casi todos los planos del filme. El resto del elenco, entre los que se cuenta Jérémie Renier, que ha actuado en casi todas las películas de los Dardenne desde muy joven, no tiene fallas, respondiendo perfectamente a las exigencias dramáticas de sus personajes. La fotografía de Alain Marcoen, que ha trabajado en todas las películas de los Dardenne, se ocupa de registrar la iluminación precisa para esos planos cerrados que gustan los directores.

Muy poco hay que criticar a este filme, sin embargo, el elemento de thriller no funciona bien. En este estilo de cine realista, lento y de tono menor, incluir elementos de tensión no cuaja, porque carece del ritmo necesario para generar anticipación y debido a esto, los elementos de misterio padecen de poca credulidad, contrastan demasiado con el estilo narrativo del resto del filme, no se adaptan bien a este y no consiguen el efecto deseado. Incluso, hay momentos en los cuales los cineastas tienen que hacer concesiones al género comercial. La necesidad de redimir al personaje se interpone ante los elementos dramáticos propios del thriller.

El producto final es un filme bien hecho, interesante, pero dramáticamente desajustado. No logra convencer.

The Unknown Girl (Bélgica/Francia, 2016). Guion y dirección: Jean-Pierre Dardenne y Luc Dardenne. Director de fotografía: Alain Marcoen. Con: Adèle Haenel, Jérémie Renier, Olivier Bonnaud y Olivier Gourmet. De estreno limitado en ciudades selectas de Estados Unidos. Disponible OnDemand.

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