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Actualizado: 28/03/2024 20:07

Eminem, Música, Rap

El enfado rubio

Se cumplen veinte años de la salida de The Marshall Mathers LP, de Eminem, una obra maestra malévola, diseñada de manera desafiante para disparar las críticas

Ocurrió hace dos décadas y pese a la actual situación, la efeméride no ha pasado inadvertida. Un blanquito rubio y de ojos azules de Detroit ascendió a esa cúspide de la celebración masculina afroamericana que se llama rap. Con su álbum The Marshall Mathers LP cambió las reglas del juego de una industria musical predominantemente negra, y contribuyó a hacer de esa expresión urbana el nuevo pop. Asimismo, inspiró e influyó a toda una generación de aristas que aún no había hecho su entrada y que actualmente descuella en el mercado. The Marshall Mathers LP arrasó además en ventas y estableció en Estados Unidos el récord de ser el álbum de rap más rápidamente vendido.

El protagonista de aquella sonada proeza fue Eminem, nombre artístico adoptado por Marshall Mathers III (1972). No era un desconocido. Si bien su primer y fallido trabajo musical, Infinite (1996), pasó con más pena que gloria y apenas logró vender un millar de copias, el segundo, The Slim Shady LP (1999), le abrió las puertas de la fama. Además, comercialmente le fue muy bien (3 millones de copias) y escaló al segundo puesto del Billboard de Estados Unidos. Obtuvo el Grammy al mejor álbum de rap y uno de sus temas, My name is, el de mejor interpretación solista de rap. El disco supuso la primera colaboración entre Eminem y Dr. Dre, que se iría repitiendo en posteriores trabajos. La suya es una de las mejores relaciones de trabajo que se han dado en la industria del rap y el hip-hop.

The Slim Shady LP era ya Eminem en estado puro. Reúne una hilarante colección de escandalosas ficciones, en las que por primera vez apareció Slim Shady, un alter ego con el cual Eminem decidió sacar a la luz su lado más oscuro y arremeter contra todo lo que se pusiese por delante. Provocador, rebelde y grosero hasta el exceso, escandalizó con sus letras, cuya carga de realidad escandalizó a los sectores más conservadores y puritanos de la sociedad norteamericana. Al comentar aquel disco, Gonzalo Vecchi escribió que “es una obra conceptual que explica quién o qué es Eminem, una persona dividida en dos, con una lucha constante en su interior (que muchas veces pierde) por no caer hacia lo más profundo del infierno. Con la dualidad de quien sabe que está haciendo algo malo, pero a la vez disfruta realmente de incomodar y lastimar a los demás, con el solo fin de hacerlos pagar por todo el sufrimiento que debió soportar en su vida personal durante los años previos (…) Su irrupción a nivel mundial llegó acompañada de la polémica como alimento principal, Slim Shady era un personaje a quien las críticas lo fortalecían y las adulaciones lo molestaban”.

Hacer diabluras y decir verdades

En The Marshall Mathers LP, las tres identidades —Eminem, Slim Shady y Marshall Mathers— aparecen juntas por primera vez. En lugar de reprimirse, quien sea quien domina de los tres optó por ir más allá y redobló sus ansias de polémica, virulencia y confrontación. Slim Shady le sirvió a Eminem como vía de escape no solo para hacer diabluras, sino para exponer verdades y decir cosas que nunca antes nadie se había atrevido a decir, mucho menos de manera tan poco convencional e irreverente. Pero tras los temas de aquel chico tan cabreado había demasiada ira para que se tratara solamente de un calculado guion para vender discos y ganar fans.

El hecho de que en el título incluyera su nombre real es un detalle significativo. En esas canciones, Eminem echa una vívida mirada dentro de sí mismo y muestra al desnudo muchos de los problemas y demonios que lo acosaban. Fue un niño que creció en un hogar roto, que vivía en un tráiler con su madre, quien se ganaba la vida como lavaplatos y con la cual tuvo relaciones problemáticas. También lo fueron las que mantuvo con Kim Scott, su esposa. En la escuela sufrió abusos y golpizas e incluso tuvo un intento de suicidio. Todo ese historial lo llevó a canalizar la rabia reprimida y a consumar su dulce venganza a través de Slim Shady. Reservó a su madre las letras más ásperas de The Slim Shady LP, y ella lo demandó por difamación y exigió ser compensada con 10 millones de dólares.

Aparte de su vida familiar, estaba el tema de la fama, que le trajo el haberse convertido en una estrella. Tras el éxito de The Slim Shady LP, Eminem trataba de mantener los pies sobre la tierra, eludir a los medios y a los paparazzi, defender su privacidad y escapar al asedio de los fans. Todos esos traumas fueron los que exorcizó en The Marshall Mathers LP, que es por eso su trabajo más autobiográfico. Contiene las letras más introspectivas y reflexivas, así como unas canciones intensas, oscuras, desgarradas, que no por eso dejan de ser también divertidas, salvajes y lenguaraces.

En una de sus canciones, Eminem expresa que fue enviado “para encolerizar al mundo”. Y vaya si lo logró. Fueron unos cuantos los que se molestaron con el contenido de sus letras. Estuvieron, entre otros, las feministas, los colectivos gais, los activistas religiosos, las asociaciones de padres. Los puntos centrales de las críticas fueron su misoginia y su homofobia, así como el alentar la violencia doméstica. Por su parte, Timothy White, editor de la revista Billboard, acusó al rapero de “hacer dinero con las miserias del mundo”.

Lynne Cheney, esposa del vicepresidente Dick Cheney, quien fue directora del National Endowment for the Humanities, llevó el caso a las altas esferas. Al testificar ante una comisión del Senado de Estados Unidos que investigaba cómo el imaginario violento es presentado a los jóvenes, declaró que las canciones de Eminem son “despreciables y vergonzosas” y “promueven la violencia más degradante contra las mujeres”. Y citó Kill you como su mejor ejemplo. En Canadá, el procurador general de Ontario trató de impedir que Eminem entrara en ese país para actuar en el Toronto SkyDome, argumentando un delito de odio.

El rapero se burló de quienes lo atacaban y durante la gira promocional de The Marshall Mathers LP hizo proyectar varios de los videos donde esas personas protestaban contra él. Irritados por ello, Lynne Cheney y otros senadores movilizaron a C-Span, el canal de televisión que emite las sesiones del Congreso, y le pidieron que prohibiese que esas imágenes fueran pasadas durante los conciertos. Pero no pudieron hacer nada: la oficina del rapero había obtenido previamente el permiso para usarlas. Lo hizo a través de otra empresa y sin decir cuál era el uso que se les iba a dar. De todos modos, hasta la ceremonia de los Grammy 2001 Eminem vivió un año bastante agitado. Esa noche, para asombro y disgusto de Mrs. Cheney, cantó a dúo con Elton John, para acallar las acusaciones de homofobia.

Agudo estudio del fanatismo extremo

Volviendo al asunto de las letras, Eminem dispara con mordacidad contra el mainstream musical del cual se quiere desmarcar y del que se niega a formar parte. Se burla de Christina Aguilera, Nsync, Britney Spears, Backstreet Boys y New Kids on the Block. En The Real Slim Shady les dice: “Me tienen enfermo, grupos de chicas y chicas. Todo lo que hacen es incomodarme, así que he venido para destruirlos”. En Stan, el mejor tema del disco, hace un agudo estudio del fanatismo extremo. Narra la historia de un fan de Slim Shady que le escribe cartas, lo toma demasiado en serio y poco a poco se va descontrolando, hasta terminar fatalmente matando a su esposa y suicidándose. Fue una canción que sonó en todas las radios comerciales y alcanzó una enorme popularidad. Su título devino término que pasó a definir al fan excesivamente entusiasta y devoto. Con esa acepción, en 2017 fue incorporado al Diccionario Oxford y en 2019, al Merrian-Webster.

En The Way I Am, otra de las mejores canciones de The Marshall Mathers LP, Eminem dirige sus dardos a los medios de comunicación que lo atacaron a él y a artistas como Marilyn Manson. Habla, asimismo, de la fama, que conlleva una responsabilidad que él no pidió. Posiblemente, de todos los temas el más controversial y que exuda más rabia es Kim, una fantasía homicida dedicada a su exmujer. Debido a su contenido violento y ofensivo, no fue incluida de la versión editada o “limpia” del álbum, en la que se reemplazó por la mucho más divertida The Kids, en la que Slim Shady sustituye al maestro de una escuela.

El consumo de drogas y su efecto en la juventud aparece en Drug Ballad y Who knew. En esta última, Eminem hace sarcásticamente alusión al escándalo sexual protagonizado por Bill Clinton y Monica Lewinsky: “Ustedes quieren que yo corrija mi lenguaje, mientras que el Presidente hace que le chupen la polla”. Es pertinente anotar que a menudo se ignora que el rapero se burla de los otros tanto como de sí mismo. Y también que uno de sus buenos atributos es borrar la línea entre lo que es real y lo que es ficción, entre lo que es terror y lo que es humor. E insiste además en que no debe tomarse literalmente todo lo que dice.

Pero obviamente, The Marshall Mathers LP no se reduce a escándalo y furia. Es la obra de un artista dotado de un gran talento. En primer lugar, Eminem demuestra una increíble habilidad para crear patrones de nuevos ritmos y escapar de la monotonía en que el hip-hop y el rap habían caído. Demuestra que este último podía acoger temáticas más profundas y explora nuevos sonidos. Sorprende por su proclividad a escupir veneno en un momento y de inmediato pasar a la hilaridad en el siguiente. Es además un diestro satirista social y en Stan muestra sus magníficas dotes para contar historias.

El disco más vendido por un rapero

Respecto a las de The Slim Shady LP, sus letras son ahora más inteligentes y de una gran energía verbal. Asimismo, las rimas son ácidas y afiladas, y Eminem rara vez usa dos veces la misma. Por otro lado, la producción le da oportunidad para lucir su voz. En ese aspecto, es de destacar su clara dicción, algo bastante inusual en los raperos. Cambia una y otra vez de estilo y en Criminal hace alarde de sus aptitudes al usar seis voces diferentes. El álbum contiene un puñado de muy buenas canciones, algunas tan estupendas como Stan, Kim, The Way I am y The Real Slim Shady. Incluso hay unas pocas, como esta última y como Who knew, que además se pueden bailar.

The Marshall Mathers LP tuvo como productor ejecutivo al conocido rapero y empresario Dr. Dre. Asimismo, en el crédito de algunas canciones aparecen Mel-Man, The 45 King, F.B.T. y el propio Eminem. Entre los artistas que colaboraron figuran Steve Berman, RBX and Sticky Fingers, Bizarre (de D-12), Snoop Dogg, Xzbit Nate, así como la cantante británica Dido (en Stan, el rapero realiza un simple de las primeras líneas de una canción de ella). Pero Eminem es claramente la estrella absoluta del álbum.

El disco fue grabado en dos meses. La mayor parte de las letras Eminem las escribió en el propio estudio, algo que entonces era poco habitual en el mundo del rap. El álbum salió al mercado el 23 de mayo de 2020 y se lanzaron dos versiones: una explícita y otra editada. Pero incluso en la primera fue necesario expurgar algunas letras, debido a incidentes que se produjeron durante el lanzamiento.

En la primera semana, en Estados Unidos se vendieron 1.760.049 copias, cifra que convirtió The Marshall Mathers LP en el disco más vendido por un rapero (Doggystyle, de Snoop Dogg, que tenía el record anterior, solo logró la mitad de esa cifra). A nivel mundial, las ventas ascendieron a 35 millones, y el álbum ocupó el primer puesto en las listas de países como Canadá, Australia y Reino Unido. Por otro lado, sencillos como Stan y The Real Slim Shady fueron discos de oro y de platino.

El de Eminem fue además el primer disco de rap nominado a los Grammy en la categoría de álbum del año. Esto dio pie a cierta controversia, pues hubo quienes quisieron ver un oculto racismo en el hecho de que, después de que muchos artistas afroamericanos hubiesen llevado el rap a su momento de esplendor, el primero en recibir esa distinción de la Academia Nacional de Artes y Ciencias de la Grabación fuera un blanco. The Marshall Mathers LP perdió ante Two against Nature, de Steely Dan, una decisión errada más que se cometía en los Grammy.

La crítica consideró el disco de Eminem como uno de los mejores de la época. Ocupó el lugar 302 en la lista de los 500 álbumes más grandes de la historia, hecha por Rolling Stone. Esa misma publicación, realizó otra encuesta sobre los discos de la década del 2000, en la cual Stan se situó en el número 7. La revista Time, por su parte, seleccionó The Marshall Mathers LP entre los 100 mejores discos. Y en la relación de los títulos más significativos de todos los tiempos del Hall of Fame, escaló al puesto 28.

Como no podía ser menos, Eminem celebró el aniversario de su disco. Pero debido a la pandemia, lo hizo de manera virtual y a través de los medios digitales. Debe de haber recordado a aquel chico malhumorado y bromista que entonces era, y que se convirtió en el peor enemigo público para el Estados Unidos más conservador. Su legado fue The Marshall Mathers LP, en opinión de Mark Beaumont, “una obra maestra malévola, diseñada de manera desafiante para disparar las críticas”.

© cubaencuentro

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