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Actualizado: 17/05/2024 1:04

Cine

Gory en pantalla

Sobre el documental 'Gory, mención obligatoria', ópera prima del realizador Jorge Moya. Crónica y reincidencias del arte.


Como bien expresara el ensayista Duanel Díaz en algún texto aparecido en esta publicación, "mejor que ningún género, el documental expresa el espíritu de lo que algunos consideran época romántica de la Revolución". Esta aseveración se extiende al legado que se fue sedimentando en la retina del cinéfilo y más por el nivel de calidad formal que llegaría a alcanzar como género, que por su abrumadora descarga ideológica.

Por ello se explica que luego de haber satisfecho el ímpetu demagógico de los primeros años del castrismo, la corriente documentalista, a tono con el impacto del fracaso del proyecto político y sin ceder en cuota estética, haya asumido la misión alternativa de adentrarse en las aristas antes prohibidas por el censor, redefiniendo su rol antropológico dentro del cine nacional.

Así hemos visto surgir una nueva generación de realizadores independientes, que con o sin formación académica en el campo cinematográfico, han incorporado la documentalística a su quehacer, con la intuitiva destreza adquirida luego de tanta inmersión involuntaria en los metrajes del documental oficialista, devolviendo a cambio un producto emancipado y desmitificador. Esta revisión del documental en torno a la tragedia del castrismo se ha ido extendiendo transoceánica para completar su carácter de antítesis abarcadora.

Empeños loables, sin otro respaldo que alguna que otra contribución benéfica, pero sobre todo con el esfuerzo personal del realizador, han sido generadores de una creciente colección que por su testimonio visceral ya apunta a cuestionar en qué plaza del espectro nacional —y también transnacional— se viene parapetando el auténtico documental dentro del cine cubano.

La propia narrativa

En todo lo anterior meditaba recientemente mientras asistía al estreno de Gory, mención obligatoria, ópera prima del realizador Jorge Moya (1956), bayamés radicado en Nueva York, un singular caso de sensibilidad hacia el arte, quien aun desempeñándose con éxito como diseñador y empresario en el mundo de la publicidad, dedica sistemáticamente tiempo y esfuerzo a la promoción del talento cubano fuera del país. Se ha anotado logros como el proyecto Cuban Art in New York (CANY), que lo definió como uno de los más importantes animadores de la cultura cubana en la diáspora.

Gory, mención obligatoria resulta ser una pieza habilidosamente armada a partir de una modesta logística, pero con un impecable oficio que logra sortear las limitaciones de producción y fundamenta su eficacia en la conjugación de recursos elementales y el sentido estético. Su formato descansa en la propia narrativa de Gory, quien va condensando años de prolífera trayectoria vinculada a sucesos puntuales del acontecer sociocultural de aquella bohemia de finales de los setenta y transcurso de los ochenta que protagonizara la gran sacudida del canon artístico en la Isla.

El relato parsimonioso de Gory es ilustrado con abundante muestra gráfica de su cosecha en distintas etapas, acompañada de una cuidadosa banda sonora donde se mezclan inteligentemente el sonido ambiental, las pausas silenciosas y la voz del artista reseñando lo episódico; mientras se alterna con la inserción de la música preferida de Gory, o con la lectura de los poemas de Lucía Ballester, su entrañable compañera, y la catártica participación interpretativa de Adrián, el hijo músico. En cada secuencia, el performance auditivo es el que marca cadencia e intensidad, reforzando la carga emocional del discurso.

Lo más encomiable del documentalista —y lo que le consagra en este caso— radica en su capacidad de subordinar toda la dinámica creativa al temperamento biografiado, apropiándose incluso de la mística del extraordinario manipulador de imágenes para mimetizarla en cada fotograma. Colores, contrastes, encuadres, ángulos y edición son puestos en función de la casi simbiosis con el espíritu del artista, haciendo inevitable la empatía con la identidad cordial y vigorosa del Gory que se aprecia en pantalla.

En toda su circunstancia

Hay elementos del documental que no deben dejarse de mencionar. En primer lugar, aunque se trata de un proyecto destinado a expresar lo singular en la personalidad del artista cultivado, el realizador capta e incorpora la trascendencia del entorno familiar en la sicología del creador. Gory es presentado en toda su circunstancia, es decir, como ser sensitivo coherente con su rol afectivo.

Moya se percata de que la familia aquí funciona, más allá de la convivencia amorosa, como taller laborioso e inspirado donde la musa es pan que se comparte. Exaltar ese contexto racionalmente estable sobre tanta crisis en la familia cubana es un acierto del olfato fílmico de Moya. Es el testimonio conmovedor de un valor ético —actualmente al borde de la arqueología— que logra calar profundamente en el público.

Otro dato interesante a señalar es que en su relato Gory asume involuntariamente un tono persistente de crónica postsocialista. Ese aire forense que le aporta al recuento aglutina al espectador exiliado bajo un aura de humor y reflexión sobre un pasado virtualmente postmortem. Cada observador que asiste al documental y ha pasado por experiencias afines como desplazado, posiblemente desplegará su propio monólogo, aunque sea mentalmente.

Indiscutiblemente, Gory, como tantos otros relevantes creadores que han sido soslayados por el oficialismo cultural en la Isla tras su partida, era merecedor de este acercamiento biográfico, tanto por su calidad humana como por esa inmensa obra que ha acumulado, la cual en algún momento se proyectara como paradigma contraideológico en el marco de un establishment abrumadoramente politizado y que hoy, ya formando parte de un legado privilegiadamente libre, continúa explorando motivos inéditos.

El hecho de que la aproximación consistiera en un documental sobre un artífice de la imagen, de seguro debe haber significado un reto para el realizador. Se hace inevitable pensar en términos de competencia visual. Pero Moya lo resolvió de modo simple. Destapó el Gory de adentro y aprovechó aplicadamente el Gory de afuera.

Con tan prometedor resultado, el realizador ingresa al reducido grupo de rescatistas que como Ricardo Vega y Ernesto García intentan documentar el itinerario cultural del exilio.

Por esa significación, y junto al hecho de reivindicar con profesionalismo una obra de mención obligatoria en el panorama del arte visual contemporáneo, la pieza de Moya se convierte en un caso de reincidencia estética que puede dejar perplejo a más de un crítico que habitualmente aguardaría una mano experimentada tras la realización. Otra evidencia más para demostrar que el error de la crítica es más común de lo que se cree, mientras que, en lo de crear, el talento tiene la potestad absoluta.

© cubaencuentro

12 Comentarios


12 by Jorge Mata (Usuario no autenticado) 17/01/2009 16:40

Es siempre gratificante cuando se tienen noticias de un creador como Gori y sobretodo si ello viene de la mano de Jorge Moya. Mi en hora buena por este corto que nos acerca a las obras de Gori, a su vida y a sus ideas, a los dos, abrazos y mucho ashé.

11 by Mayra A. Martínez (Usuario no autenticado) 16/01/2009 9:20

Alegra saber que Gory está recibiendo este reconocimiento a su talento y creatividad, indiscutible desde muy joven y siempre amigable. Como dice el refrán "de casta le viene...", compartimos tiempos de trabajo conjunto en La Habana y les deseo a ambos, a Lucía y al siempre diferente fotógrafo muchos años más de entrega de una obra estupenda. Un saludo desde México.

10 by Juan-Si (Usuario no autenticado) 15/01/2009 22:00

Hola!! Mi querido Moya, acabo de leer la reseña de Jesús sobre tu pieza. Me encantó el video!!! felicidades my friend, por crear ese lindo, inteligente y merecido retrato sobre Gory y su obra. Ahí va un sincero abrazo

9 by Carmen (Usuario no autenticado) 10/01/2009 17:20

Perdido, he visto muchos documentales de temática cubana aquí: http://www.canaldocumental.tv/

8 by El perdido (Usuario no autenticado) 10/01/2009 9:00

A través deldocumental de PBS "revolution:five visions" (http://www.pbs.org/independentlens/revolucion/)conoci de la fotografía de Gori, pero no he podido encontrar mucho sobre su obra. Alguien conoce si tiene una página web donde podamos adentrarnos más en su obra y su mundo? PD-Si alguien no ha visto el documental de PBS y lo va a ver por primera vez debe estar preparado de antemano porque uno de los cinco visionarios, el tal René Peña provoca deseos de vomitar con su testimonio sobre los Estados Unidos. A Raúl Corrales se le puede perdonar porque ya estaba cocheando. Bueno, donde se puede ver “Gory, mención obligatoria”?

7 by Baruj Salinas (Usuario no autenticado) 10/01/2009 9:00

Jorge, estuve alli, como sabes. En la presentacion de tu documental. Una vez mas paso a felicitarte por un trabajo bien realizado. Admiro la obra de Gory, asi como su persona, gentil, de voz suave y pausada. Quedamos pues a la espera del proximo, y te envio desde aqui un gran abrazo,

6 by Alejandro Anreus (Usuario no autenticado) 10/01/2009 9:00

Gory es una figura esencial de la fotografía cubana y Jorge Moya le rinde homenaje en su magnifico documental. Ojala vengan mas documentales de la mano de Moya!

5 by Maribel Alvarez (Usuario no autenticado) 10/01/2009 9:00

Vi la muestra en el NY Film Academy y creo que es una obra muy necesaria para aquellos que fuimos privados de gran parte de nuestra historia. Espero que se continue esta labor de rescate cultural y que algún día pueda estar al alcance de todos los cubanos...

4 by Lisset (Usuario no autenticado) 10/01/2009 9:00

Jesús, tal como Moya penetra hábilmente en la naturaleza de la obra de Gory, así, este texto muestra tu habilidad para descubrir el talento y las posibilidades del artista y el cineasta. Esperamos más como estos.

3 by Olaf Cuadras (Usuario no autenticado) 09/01/2009 18:40

Bravo Moya reincidente estético!

2 by Ania H (Usuario no autenticado) 09/01/2009 18:40

Jesús, excelente reseña! Ver el conjunto de la obra de Gory fue una revelación. Y un tremendo disfrute ver en la pantalla el mundo mágico de esa increible familia. Felicidades para Gory y también para Lucia y Adrian!!!!

1 by Enrique Begné (Usuario no autenticado) 09/01/2009 18:40

yo tuve la suerte de ver Mención Obligatoria y logré a lo largo de esos minutos adentrarme en la vida de Gori de una manera simple y entrañable, de disfrutar su trabajo a través del artista y su experiencia estética en su vida familiar. Estoy seguro que seguiremos viendo mas trabajos de Moya, una persona que se acerca con tanta soltura al genero documental en su primera experiencia, está obligado a continuar en su búsqueda y compartirla con nosotros.

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