La Maca es una prisión de infame renombre ubicada en el corazón de la selva de Costa de Marfil, no muy lejos de la capital Abidjan, pero dada la impenetrabilidad de la naturaleza que la rodea es un universo independiente, en donde rigen los prisioneros. Los guardias se mantienen al margen y se hacen sentir solamente para controlar lo que perciben como excesos de los reclusos.

Barbanegra es el Dangoro o jefe de los prisioneros, quien se encuentra enfermo y debido a ello, según la tradición de La Maca, al no ser ya capaz de gobernar, debe dimitir y nombrar un sucesor, puesto por el cual luchan Lass y Medio Loco, el primero con su violenta pandilla de seguidores y el segundo, fiel a Barbanegra. Se acerca además la noche de la Luna Roja, en la cual un prisionero debe ser elegido como el “Roman” para narrar una historia a todos los prisioneros y si termina antes del amanecer, será asesinado. Esta es la trama central del filme Night of the Kings.

A la prisión llega un joven perteneciente a los “Microbios” unas pandillas de adolescentes que tras el caos creado por la caída del dictador Laurent Gbagbo, aterrorizaron las calles de Abidjan y quienes, en un giro real en que la naturaleza imita al arte, toman muchos de sus apodos y métodos del filme brasileño Ciudad de Dios. Barbanegra decide que este joven va a ser el Roman de esa noche. Por intuición lo cree talentoso y piensa que le va a servir para comprar tiempo antes de decidir su retiro y su sucesor.

Por cierto, Gbagbo, un antiguo profesor de Historia, de origen católico, quien gobernó Costa de Marfil entre 2000 y 2011, cuando finalmente, tras no aceptar una derrota electoral fue expulsado y apresado por las tropas francesas que apoyaron a su opositor y declarado ganador, Alassane Ouattara, fue enviado a la Corte Internacional de La Haya para ser juzgado por crímenes contra la humanidad, pero su caso quedó inconcluso y fue liberado, es la figura en la cual se basa el personaje de una excelente novela recién publicada, Intimacies, de las escritora americana Katie Kitamura, altamente recomendada por Barack Obama. Gbagbo fue apoyado por los cubanos a través de su títere José Eduardo dos Santos, entonces dictatorial presidente de Angola.

Roman narra su historia, que se convierte en la suya propia, llena de anacronismos, pero siempre impresionante, y extiende la noche, sutilmente motivado por Silencio, el único prisionero blanco, y en su noche de Scheherazada, se va dando cuenta de que, si termina antes del amanecer, será asesinado. Mientras Roman enriquece su historia con el fin de ganar tiempo, Barbanegra decide su destino y el de los próximos líderes de la prisión.

A pesar de pecar quizá de un exceso de oralidad, el filme está contado con cautivadora originalidad, mezclando elementos de teatro, del folclore, del documental y con musicalidad, añadiendo también trabajos de imágenes computarizadas, en una secuencia que, aunque muy bien hecha, me parece lo peor del filme, que la acerca un poco al comercialismo de Black Panther.

Esta es la segunda película de Philippe Lacote, quien también escribió el guion en colaboración con Delphine Jaquet. En esta, ha pulido muchos de los defectos que afectaban a su ópera prima, Run (2014), un filme muy interesante. Aquí se muestra más seguro y coherente, aunque en algunos momentos aislados se deje llevar por un efímero afán de complacer a la taquilla. Logra secuencias que tienen una impresionante y original composición dramática.

La actuación de Bakary Koné, en su primer papel cinematográfico como el Roman, es de gran poder histriónico. El filme, en gran parte, se apoya en su actuación y Koné acomete sus monólogos con una impresionante presencia escénica. Steve Tientcheu (Ile de France, 1982), a quien anteriormente había visto en una excelente actuación en un rol muy diferente en Les Miserables, personifica muy bien la figura dura, pero ya decadente de Barbanegra, el Dangoro de la prisión. El resto de los actores se desempeña también de manera excelente como un gran conjunto de apoyo al cual se le exige mucho más que a actores similares en otros filmes.

La fotografía del canadiense Tobie Marier-Robitaille es magnífica y se convierte en un personaje importante en cada una de las distintas secuencias estilísticas del filme, concediendo a este su poder distintivo, alzándolo incluso por encima de sus propias intenciones. Esto le valió el Hugo de Plata por mejor fotografía en el Festival de Chicago de 2020.

Night of the Kings ha ganado numerosos premios de crítica, además del premio de la juventud del Festival de Rotterdam de 2020 para su director. Es un filme no muy largo, pero de paso lento que merece verse con la paciencia que exige. Es una obra de gran valor estético desde el punto de vista visual y de una elaborada construcción narrativa.

Night of the Kings (Costa de Marfil/Francia/Canadá/Senegal, 2020). Dirección: Philippe Lacote. Guion: Phillipe Lacote y Delphine Jaquet. Director de fotografía: Tobie Marier-Roitaille. Con: Bakary Koné, Steve Tientcheu, Jean Cyrille Digbeu. Abdoul Karim Konate y Denis Lavant. Disponible en la plataforma Hulu a través de Amazon Prime.

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